River Plate, un gigante que despierta en Argentina

El gigante River Plate está resucitando de un prolongado letargo al trepar a la cima a cuatro fechas para el final del Torneo Final-2014 del fútbol argentino, tres años después de su humillante descenso a la segunda división. Los 'Millonarios' derrotaron la noche del domingo a Vélez Sarsfield por 1-0, con un gol de Teófilo Gutiérrez, quien integra con el defensa Eder Álvarez Balanta y el volante Carlos Carbonero una tripleta de colombianos que juega un rol clave en el equipo por jerarquía técnica y espíritu combativo. Aún puede darle alcance en la punta Gimnasia y Esgrima de La Plata si vencía la noche del lunes a All Boys, pero la noticia es que los 'Millonarios' están otra vez en carrera por un título. La última vez que la escuadra de la banda roja sobre fondo blanco estuvo puntera al filo de la definición fue en el torneo Clausura-2008, cuando la dirigía Diego 'Cholo' Simeone, hoy en el Atlético de Madrid, mientras en la cancha deslumbraba con su endiablada habilidad Ariel 'Burrito' Ortega. River ganó el Clausura aquel año, en su conquista número 34 sumadas las eras amateur y profesional, que lo ubican al frente del palmarés histórico de campeones del balompié argentino. "Me gusta como está el equipo. Tácticamente somos inteligentes", declaró el entrenador, Ramón Díaz, ídolo de la hinchada aunque tambaleó en el pedestal por su decimoséptimo lugar en el Torneo Inicial-2013 que ganó San Lorenzo. 'El Pelado' Díaz (59 años) ganó cinco campeonatos argentinos con la camiseta de River y otros cinco como DT, condición bajo la cual logró también una Copa Libertadores de América y una Supercopa Sudamericana. - Sin fútbol bello pero con intensidad - Al retornar a primera, los riverplatenses eran conducidos por Matías Almeyda y ocuparon un mediocre octavo lugar en el Torneo Inicial-2012 que ganó Vélez. Despedido Almeyda a dos fechas del final, volvió Díaz y sus hombres fueron escoltas del campeón Newell's en el Torneo Final-2013. Dura fue la vuelta a la división superior para su tan ambiciosa como multitudinaria falange de hinchas, la segunda del país (30% del total) detrás de su archienemigo Boca (40%) según una encuesta de Gallup. "Los jugadores dieron (el domingo) una demostración de que quieren pelear por el campeonato", declaró Díaz después de la victoria en su estadio Monumental. Gigantesca también será la desilusión si falla en el objetivo de vuelta olímpica ante sus fanáticos, para los cuales cualquier otro puesto que no sea el de campeón es un fracaso. El último tramo del certamen se perfila apasionante, sino en el juego, cada vez más áspero y poco vistoso, al menos en el suspenso con River (27 unidades), Estudiantes (26), Colón (26), Gimnasia (24 y un partido menos), Rosario Central (23) y San Lorenzo (23). Tampoco River es hoy un dechado de belleza futbolística y técnica depurada como lo fue antaño por tradición, pero por lo menos Teo Gutiérrez le pone un toque de calidad y el volante Matías Kranevitter, figura ante Vélez, la tenacidad de un guerrero en la recuperación del balón. La intensidad de Carbonero y la sobriedad de Álvarez Balanta, aunque se retiró lesionado, iluminan el camino de River, que parece despertar en su grandeza.