El retiro de Charly Berlocq, el gladiador que logró más de lo que soñó y a quien la Copa Davis convirtió en Hulk

En las dificultades encontró un motivo para pelear. En los obstáculos halló un incentivo para romper cadenas. Lo intentó, se cayó y volvió a ponerse de pie, con virtudes y limitaciones. Desde que se convirtió en profesional de las raquetas, Carlos Berlocq no entendió el tenis de otra manera. "No pude haberle pedido más a este deporte", escribió en estas horas, en su carta de despedida, con casi 37 años (los cumplirá en febrero próximo) y una valiosa carrera. Nacido en Chascomús, hijo de Carlos (empleado de una empresa de electricidad) y Esther (peluquera), esposo de María Noel Serrano, padre de Stefy y Agustín, Berlocq le puso punto final a su etapa como tenista, en la que saboreó las mieles del éxito y la popularidad (como integrante del equipo campeón de Copa Davis, 2016, por ejemplo), y en la que también se ajustó el cinturón jugando challengers, la segunda categoría del tenis, donde ganó 19 trofeos.

No pude haberle pedido más al tenis Después de una larga carrera, llega el momento de anunciar mi retiro del circuito profesional de tenis. Era tan solo un Niño cuando empecé a soñar con ser tenista y jamás imaginé todo lo que luego iba a vivir, incluidos los momentos muy difíciles del inicio, pero siempre seguí adelante superando obstáculos y pudiendo concretar mis sueños. Creo que no pude haberle pedido más al tenis, es la verdad: alcancé mi mejor ranking (Nº 37) en 2012, llegué al Top 100 en 2005 y luego me mantuve entre los mejores cien durante más de una década, conseguí títulos ATP en single y doble, jugué todos los Gran Slams y los Juegos Olímpicos en Londres 2012, y coroné mi sueño de ser parte del equipo de Copa Davis (2012-2017) siendo parte del equipo que trajo la Ensaladera a casa. Y lo mejor de todo, pude hacer todo esto junto con mi esposa, Noel, y luego con mis hijos, Stefy y Agus. No quiero olvidar de agradecerle a mis padres, familiares y amigos; gracias a toda la gente que conocí durante las giras, que nos brindó su amistad (compañeros de circuito y rivales); gracias a todos mis entrenadores y a los distintos profesionales que estuvieron conmigo durante tanto tiempo. Gracias a todos los que alentaron -desde una tribuna, la TV o un teléfono celular- a este Gladiador que luchó por sus sueños y que la va a seguir peleando desde algún otro lado, pero siempre dentro de una cancha de tenis. Gracias [R][R]. . . #tennis[R] #tennisplayers #gladiator #gladiador #atp #atpworldtour #pasion #tenis[R] #deporte #deportes #carlosberlocq #charlyberlocq #tenisargentino

Una publicación compartida por Charly Berlocq (@charlyberlocqok) el 23 de Dic de 2019 a las 3:50 PST

La carrera de Berlocq es un buen caso de longevidad en el tenis nacional. Su optimismo lo distinguió; su esfuerzo, también. Logró, probablemente, más de lo esperado. Padeció carencias económicas durante su desarrollo e, incluso, sus amigos organizaron rifas para ayudarlo a viajar. Padeció la presión de tener que ganar para poder continuar. Y vio todo oscuro en febrero de 2009, cuando lo operaron de la muñeca derecha, porque se le desprendió un tendón. "Estuve siete meses sin competir. Pero ahí hice un clic emocional, me propuse tratar de disfrutar cada momento", le contó a LA NACION en 2013. Fue 37º del mundo en 2012, ganó dos títulos ATP (Bastad 2013 y Oeiras 2014 derrotando en las finales al español Fernando Verdasco y al checo Tomas Berdych, respectivamente), y fue Top 100 en 12 de las 20 temporadas en las que apareció en el ranking.

Berlocq besando el trofeo de cerámica del ATP de Oeiras, conquistado en 2014, luego de vencer a Bercych en la final.

Claro que su explosión se produjo a partir de su vínculo con la Copa Davis. Berlocq debutó "de grande" en la competencia, a los 29 años: fue en septiembre de 2012, por las semifinales del Grupo Mundial, en la caída 3-2 ante la República Checa, en el Parque Roca. Aquella fue una serie conflictiva, que marcaría la ruptura de la relación entre Juan Martín del Potro con el cuerpo técnico liderado por Martín Jaite y los dirigentes de la Asociación Argentina de Tenis. Berlocq debutó en el punto de dobles, junto con Eduardo Schwank -cayeron ante Berdych y Radek Stepanek-. Y, al otro día, se potenció la dificultad al reemplazar a Del Potro -lesionado- en el cuarto punto contra Berdych: Charly cayó ante el por entonces 6º del ranking.

A partir de 2013 la competencia lo tendría como protagonista y la conexión fue inmediata. Su triunfo frente a Philipp Kohlschreiber, por 3-6, 7-5, 2-6, 6-4, 4-5, 40-0 y abandono del alemán (por entonces, 19º ), marcó un antes y un después. Con ese éxito, la Argentina abrió un 5-0 por la 1ª rueda del Grupo Mundial, y Berlocq haría un festejo que repetiría hasta convertirse en su marca registrada: rompiéndose la remera. Así nació el apodo de Increíble Hulk. "Es muy lindo cuando me gritan gladiador, porque es mi película preferida; soy un trabajador, incluso me cargan con todas las horas que suelo entrenarme", reconoció. El público se identificó con su manera apasionada de vivir el tenis.

"En la Copa Davis es imposible llegar mal anímicamente", afirmó en septiembre de 2015. La Davis lo haría vivir más momentos emocionantes. El triunfo por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, en 3h48m, frente a Gilles Simon, que definió 3-2 la serie ante Francia por los cuartos de final del Grupo Mundial 2013. O la victoria ante Bar Tzuf Botzer, para el 3-2 de la Argentina ante Israel en el repechaje por no descender, en 2014. O su participación en la campaña histórica de 2016: Charly fue uno de los siete jugadores que jugaron, al menos, en una serie. Lo hizo durante la primera estación, ante Polonia en Gdansk: junto con Renzo Olivo, cayó en el punto de dobles.

Leo Alonso, Hernán Suárez, Oky Rodríguez, Chino Gerosi, Wally Grinovero, Francisco Yunis y Juan Martín Aranguren fueron sus principales entrenadores. Hernán Rojas y Horacio Anselmi sus preparadores físicos. "Forjado en el esfuerzo y en morder, en algún momento hubo que domarlo. Tendía a ser áspero y algo peleador. Nunca fue malo; siempre fue una excelente persona, con valores, pero era tanto lo que añoraba evolucionar que a veces era una topadora y no medía consecuencias. Noel fue clave en su vida", contó Leo Alonso. Sanguíneo, tuvo una acalorada discusión con Facundo Argüello en el Challenger en Montevideo, en 2018. Aunque también fue reconocido por el ATP de Buenos Aires con el Premio Charlie Gattiker, en 2013, por su espíritu y entrega dentro de la cancha.

Berlocq, este año, durante una de sus últimas giras en el tenis, junto con su esposa Noel y sus hijos, Agustín y Stefy.

En sus últimos años pudo viajar por el tour acompañado por su familia, lo que estiró aun más su período de competencia. Hoy, recientemente retirado, decidió empezar a entrenar a Agustín Velotti (27 años; 382º). "Gracias a todos los que alentaron -desde una tribuna, la TV o un teléfono- a este Gladiador que luchó por sus sueños y que la va a seguir peleando desde otro lado, pero siempre dentro de una cancha".

Registros del Gladiador:

Durante su carrera, Carlos Berlocq logró triunfos ante jugadores de primer nivel como Andy Roddick, Lleyton Hewitt, Juan Carlos Ferrero, David Ferrer, Milos Raonic, Kei Nishikori, John Isner, Fernando Verdasco y Fabio Fognini, entre otros.

Berlocq finalizó su carrera ATP con 134 triunfos y 193 derrotas. Además de sus dos títulos individuales (Bastad 2013 y Oeiras 2014), fue finalista en Viña 2012 y logró trofeos en dobles en Stuttgart 2010 (con Schwank) y Kitzbühel 2015 (con Nicolás Almagro). En premios oficiales sumó US$ 4.253.764.

Charly debutó en 2012 en la Davis, fue citado en 11 series y su registro fue 7-6 en singles y 3-4 en dobles.