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El resurgir del Velez Mostar, el club histórico del que salió Meho Kodro

Mostar (Bosnia-Herzegovina), 13 may (EFE).- Del Velez Mostar han salido estrellas como el goleador Meho Kodro o el actual director deportivo del Bayern de Múnich, Hasan Salihamidzic. El club pasó de ser un clásico del fútbol yugoslavo a resultar casi destruido durante la guerra de Bosnia (1992-95). Ahora, después de penar en segunda, vuelve a luchar por los títulos.

Su época dorada, en los años 70 y 80, estuvo marcada por un incondicional juego ofensivo y se lo denominó "el mejor segundo del mundo" porque, aunque nunca conquistó el título yugoslavo, siempre acababa entre los primeros y con mejor promedio goleador que el campeón.

En la antigua Yugoslavia era uno de los equipos más queridos porque representaba al pequeño que desafiaba a los grandes. Después de un periodo turbulento marcado por la guerra, ahora luchan, por primera vez desde 1988, por el título de liga y por volver a las competiciones europeas.

UN CLUB CON IDENTIDAD

"Yo primero soy del Velez y después todo lo demás. Es mi identidad. Primero del Velez, y luego soy Meho, de Mostar, de Herzegovina", declara a Efe Meho Kodro, antigua estrella del club y exjugador del Barcelona, la Real Sociedad y el Tenerife.

La ciudad de Mostar está situada a orillas del río Neretva y su puente, destruido durante la guerra, es una joya de la arquitectura otomana del siglo XVI que da nombre a la ciudad.

Desde la guerra, sus 100.000 habitantes están divididos físicamente; mientras que los croatas, católicos, están al oeste del puente, los musulmanes se concentran al este. Ambas comunidades hacen vidas separadas dentro de la misma ciudad.

Desde la ciudad se ve la montaña Velez, que lleva el nombre de Veles, un antiguo dios eslavo, del que el club toma su nombre desde su fundación en 1922.

En dos ocasiones ganaron la Copa de Yugoslavia, en 1981 y 1986, y aún hoy se dice en Mostar que toda persona de cierta edad recuerda tres momentos de su vida: cuando el Velez conquistó las Copas y cuando en 1993, en la guerra, se destruyó el emblemático puente de la ciudad.

Históricamente, la comunidad croata apoya al Zrinjski, el otro gran club de la ciudad, mientras que los musulmanes animan al Velez, cuya camiseta roja refleja los valores multiétnicos de la yugoslavia comunista.

El club ha sido una factoría de talento y de allí han salido no sólo Kodro y Salihamidzic, sino también Dusko Bajevic, Enver Maric, Franjo Vladic, Vahid Halilhodzic, Sergej Barbarez y Boro Primorac, más tarde asistente del técnico Arsène Wenger.

"Hubo un momento en el que en tres clubes españoles los delanteros eran del Velez", recuerda Kodro.

"En el Burgos jugaba Predrag Juric, en el Celta de Vigo Vladimir Gudelj y yo en la Real Sociedad", precisa el exfutbolista sobre principios de los 90 en la liga española.

GUERRA Y DESTRUCCIÓN

La guerra civil que siguió a la descomposición de la antigua federación yugoslava, enfrentando a bosnios musulmanes, serbios y croatas, casi acabó con el club.

Mostar resultó sacudida por el conflicto de 1993 entre musulmanes y croatas que ha dejado dividida la ciudad.

Para el Velez, los problemas comenzaron un año antes, cuando las autoridades bosniocroatas decidieron reactivar el antiguo club Zrinjski, prohibido en Yugoslavia por su ideario nacionalista.

Por el contrario, el Velez y su camiseta roja simbolizaban la lucha antifascista durante la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 77 miembros del club y ocho de ellos fueron declarados héroes nacionales de Yugoslavia.

Por eso, los bosniocroatas expulsaron en 1993 al club del estadio Bijeli Brijeg y de sus oficinas, situadas ahora en una zona bajo control croata. Las camisetas y otro equipamiento, la documentación y sus trofeos fueron quemados o tirados a la basura. Muy poco se logró salvar.

El mismo estadio del Velez se convirtió en un campo de concentración para miles de presos musulmanes.

El entonces líder bosniocroata Jadranko Prlic ha sido condenado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, en La Haya, a 25 años de prisión por crímenes de guerra y limpieza étnica de musulmanes bosnios entre 1992 y 1993.

"Fueron los peores días de mi vida. Te llegan noticias de lo que pasa en tu ciudad, de la guerra entre gente que hasta hace poco eran amigos. Ocurrían cosas horrorosas, y tú estás lejos y no puedes hacer nada", confiesa Kodro.

LAS CICATRICES

Tras la guerra, las autoridades concedieron al Zrinjski la licencia para usar el estadio del Velez por 105 años a cambio de 200 euros al año. El equipo no puede jugar en el lugar que vio las mayores hazañas del club salvo cuando acude como visitante para el eléctrico "derbi de Mostar".

"Sólo se habla del estadio y del expulsado Velez, pero todo el deporte de Mostar está profundamente dividido", explica a Efe Sasa Ibrulj, cronista de la historia del Velez y autor de varios libros sobre deporte bosnio.

"No sólo el Velez ha cambiado su domicilio sino casi todos los clubes que no tenían un símbolo croata. Jugadores de Balonmano del Galeb, nadadores y atletas del Velez, baloncestistas y futbolistas del Lokomotiva, voleibolistas del Student", ilustra Ibrulj sobre la división de Mostar.

Esos clubes usaban "estadios e instalaciones deportivas que hoy están en la parte occidental (croata) de la ciudad" y que quedaron bajo jurisdicción de las autoridades bosniocroatas.

NUEVOS INICIOS

El Velez malvivió durante años tras la guerra. En los últimos cinco años, un grupo de aficionados decidió unirse para reflotar uno de los símbolos de la región.

El actual presidente del Velez, el empresario Semsudin Hasic, trabaja con otros inversores para construir un nuevo estadio que mejore el actual, que sólo tiene capacidad para 7.000 espectadores y se encuentra en un descampado sin buenas conexiones con la ciudad.

"Lo que se ve ahora habla por sí mismo", declaró Hasic a Efe sobre la buena marcha del club, tercero en la Liga bosnia.

Nedim Hasic

(c) Agencia EFE