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Rafael Nadal-Novak Djokovic, Roland Garros: la primera final bajo techo arranca con un guiño para Nole

Una final para la historia. No sólo por tener enfrente a Rafael Nadal y a Novak Djokovic, sino porque será la primera gran definición de Roland Garros con el techo retráctil desplegado lo que cambia por completo las condiciones y se convierte en un duelo indoor. Por lo tanto los equilibrios parecen, en principio, modificarse y ofrecerle un guiño al número uno del mundo que tiene mejores registros que el español.

Rafael Nadal-Novak Djokovic: se juega, con el techo cerrado por la lluvia, la gran final de Roland Garros

Si bien un duelo de esta magnitud suele dejar al margen las estadísticas, los antecedentes pueden resultar importantes en el desenlace. Y la experiencia de ambos en una cancha que tendrá una cancha más lenta y bolas más pesadas, puede ayudar al juego de Nole. El serbio tiene muy buenos registros en indoor: 152 triunfos, 42 derrotas, 78,4% efectividad y 13 títulos, todos en canchas duras.

Ahora bien, las marcas de Nadal muestran un desarrollo diferentes, con 89 éxitos, 38 derrotas, con una efectividad del 70.1% y sólo dos títulos bajo techo. Sin embargo, uno de estas dos conquistas fue en un torneo en el que la cancha tiene condiciones similares a las que presenta el Philippe Chatrier, ya que Nadal ganó en 2013 el torneo de San Pablo. El otro torneo que ganó fue en 2015, en Madrid, pero en cancha dura.

El techo retráctil es la joya de la corona en la cancha central de Roland-Garros. Completamente renovada, la estructura, que pesa 3500 toneladas y cubre 10.000 metros cuadrados, se puede cerrar en unos 15 minutos. Ahora bien, poder utilizar el techo está siempre bajo el criterio del árbitro del torneo que decidirá el mejor momento para cerrar el techo.

Antes del inicio del primer partido del día, el árbitro comprobará el pronóstico del tiempo y decidirá si el primer partido comenzará con el techo abierto o cerrado. Cualquier partido que comience con el techo cerrado continuará así hasta el final del partido. Si el tiempo mejora y el juego puede continuar al aire libre, el árbitro puede decidir abrir el techo al final del partido para el siguiente encuentro.