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Racing Point, el "Mercedes rosa" que genera desconfianza en la Fórmula 1, y la venganza de Renault

Más puntos significa una mejor posición y también mayores ingresos. El prestigio de los equipos de la Fórmula 1 viaja a la par de los títulos, la gloria de los pilotos, las batallas en las pistas, los diseños de los modelos... Mercedes marca el pulso en la temporada 2020, una referencia que no es novedosa, porque el conjunto que lidera Toto Wolff repite el dominio desde 2014; con Ferrari confundida desde la conducción y con sus pilotos Charles Leclerc y Sebastian Vettel protagonizando escenas de principiantes y con Red Bull Racing sin tomar con firmeza el segundo lugar de la grilla, el avance de McLaren, escolta entre los Constructores, no toma por sorpresa, después de los resultados logrados el año pasado Carlos Sainz y Lando Norris.

La irrupción de Racing Point entre las estructuras de avanzada, en cambio, agitó el Gran Circo: el Mercedes rosa, como lo tildaron por las similitudes con el W10 con el que Lewis Hamilton logró la sexta corona, causó revuelo en los test de febrero, en Montmeló, y generó un estallido después del Gran Premio de Estiria, el domingo pasado, con la denuncia que presentó Renault ante la Federación Internacional del Automóvil (FIA): la marca francesa sospecha que el equipo del multimillonario Lawrence Stroll quebrantó el reglamento al comprar determinadas piezas o sus desarrollos a otra escudería, en este caso Mercedes, aunque el reclamo también es un cobro por la desclasificación sufrida en el Gran Premio de Japón 2019, debido a una protesta que ensayó Racing Point.

La lista de piezas que cada escudería debe desarrollar y fabricar cambió de 2019 a 2020: las entradas de aire, definidas como tomas de freno en el Reglamento Técnico -artículos 11.4, 11.5 y 11.6- es el sustento de la presentación que realizó Renault sobre Racing Point. Copiar los elementos de otro competidor no está prohibido, aunque replicar las tomas de refrigeración de los conductos de freno a partir de imágenes es una tarea prácticamente imposible para los ingenieros; al momento de una denuncia por sospechas e irregularidades hay que demostrar que el desarrollo es propio o de un proveedor externo a uno de los participantes del campeonato de F.1. En ese punto, el rendimiento de Racing Point es opuesto al de la escudería Haas, que sufre con los problemas de refrigeración de los frenos, porque en 2020 debió prescindir de los que le suministraba Ferrari y elaborar unos propios.

El avance de Racing Point desacomoda al resto y Christian Horner, jefe del equipo Red Bull Racing (RBR), lo puntualizó después del último GP: "Todo el mundo debería estar preocupado: [Sergio Checo] Pérez fue más rápido que Mercedes en un momento de la carrera; Valtteri Bottas tenía neumáticos prácticamente con el mismo desgaste y Pérez fue entre tres y cuatro décimas más veloz".

Menos dramático fue Andreas Seidl, jefe de equipo de McLaren: "El Mercedes de hace un año era un auto rápido y nosotros como equipo dimos un paso para acercarnos; si Racing Point, que está bien gestionado, logra mejoras, para nosotros será más complicado, por eso debemos seguir actualizando lo nuestro y aprovechar las oportunidades con nuestros pilotos y nuestras estrategias", apuntó el alemán.

Desconfianza desde Barcelona a Spielberg

En las pruebas en Montmeló, el jefe técnico de Racing Point, Andrew Green, no escondió el proyecto ni la meta: "Superamos las expectativas. Internamente, nos vemos por encima de Ferrari y no muy lejos de RBR; todo el diseño lo hicimos nosotros", aventuró cuando fue consultado por el parecido al W10 de Mercedes, al que copiaron a través de fotografías. La FIA viajó a verificar el diseño del RP20 y lo comparó con el de Mercedes de 2019. "Están completamente satisfechos de que el diseño es nuestro: puede tener similitudes, pero no es igual. Y, por lo tanto, no hay protesta que valga. Podrán gritar y gritar, pero creo que lo que realmente están gritando es que se perdieron un truco y eso les molesta", se defendió el ingeniero británico.

En el pasado reciente, Racing Point tenía como modelo aerodinámico a RBR, aunque las piezas que compraban a Mercedes no encajaban y los rendimientos eran escasos. "Mercedes siempre fue un coche con poca altura. La caja de velocidades y las bisagras de la suspensión trasera estaban hechas para una zona trasera también baja, por lo que la aerodinámica no se ajustaba a la geometría de la suspensión. Fue una mala idea", explicó Green. Para 2020, Stroll compró motor, caja de velocidades, hidráulica y suspensiones a Mercedes y le agregó la copia del diseño aerodinámico.

La desconfianza del paddock se hizo realidad con la protesta de Renault, que no incluye los puntos que cosechó Racing Point en la apertura del calendario, en el Gran Premio de Austria: la FIA no incautó las piezas, aunque las imágenes podrían demostrar que son las mismas que se utilizaron en el GP de Estiria. La escudería francesa esperó a ensayar el reclamo al observar que la diferencia en el Campeonato de Constructores empezaba a estirarse: después del estreno, apenas cuatro puntos separaban a Racing Point de Renault (8 a 4); tras la segunda carrera, la diferencia creció a 14 unidades (22 a 8). Si el fallo es favorable a los del Rombo, Lance Stroll y Checo Pérez serán excluidos y la escuadra británica perderá los 14 puntos, producto del 6º puesto del mexicano y el 7º del canadiense, mientras que Renault ganará cuatro unidades con el avance de Daniel Ricciardo.

Otros puntos favorables para Renault si la sentencia avala la denuncia sería una caída en el funcionamiento del RP20, debido a que en la sede de Silverstone tendrán que diseñar y desarrollar las piezas, lo que conllevaría un retraso y el alivio que supone para un equipo con motores propios no ser avasallado por una escudería que se ofrece como equipo-cliente. Esta modalidad era muy recurrente en los años 70: un equipo privado o un piloto compraban un modelo anterior y se exhibían más competitivos y a un menor costo que aquellos que realizaban desarrollos.

La revancha de Suzuka 2019

La batalla entre Renault y Racing Point tiene un antecedente, cuando el team de Lawrence Stroll presentó un dossier de 12 páginas donde documentaba un supuesto sistema ilegal de ajuste automático de los frenos del RS19. La FIA realizó la investigación y los coches de Daniel Ricciardo y Nico Hülkenberg fueron desclasificados del Gran Premio de Japón, que se desarrolló en el autódromo de Suzuka, el 13 de octubre de 2019.

La revisión de los técnicos de la FIA concluyó que el sistema de frenos del RS19 recibía ayuda externa mecánica, lo que violaba el Artículo 27.1 de las regulaciones técnicas de la F.1. "El sistema de ajuste del balance de frenado actúa como ayuda en la conducción y evita que el piloto tenga que ajustar el reparto de frenos varias veces durante la vuelta; sustituye las habilidades del piloto y va en contra del reglamento", señaló el comunicado de la FIA.

Con la desclasificación, Renault ensombreció un campeonato que resultó incómodo para la conducción de Cyril Abiteboul: en Japón, tras la sanción, cedió nueve puntos; no logró batallar por el cuarto puesto entre Constructores con McLaren, que lo terminó vapuleando con una diferencia de 54 unidades (145 a 91) y debió contentarse con superar por solo seis puntos a Toro Rosso (actualmente Alpha Tauri), la escudería subsidiaria de RBR.