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Racing y su déficit ofensivo, la materia que debe más allá de estar casi clasificado a octavos de la Copa Libertadores

El juvenil Tiago Banega pisó el área con decisión a los 87 minutos de juego y con un derechazo firme logró disimular la falta de precisión en la definición de Racing. Con ese grito del juvenil de 21 años, la Academia logró con justicia ponerse en ventaja ante Alianza Lima, como visitante. Un par de minutos después Benjamín Garré marcó el 2 a 0, que le deja el camino allanado para la clasificación a octavos de la final de la Copa Libertadores, con tres triunfos en cuatro juegos.

El jueves pasado, en su primera presentación tras seis meses de parate, era una incógnita qué Racing se iba a ver. Anoche, al igual que ante Nacional, se vio algo parecido a lo que había mostrado el equipo hasta mediados de marzo, cuando la pandemia interrumpió el calendario. Lo bueno, como la voracidad para recuperar, el circuito de juego estacionado en las bandas y los movimientos mecanizados para atacar seguían ahí. Pero también estaban los ítems que estaban en el debe, como la falta de contundencia. Sin contar la cantidad de goles desperdiciados ayer, sólo con los primeros tres juegos de Copa, la Academia tenía apenas el 15 por ciento de las chances convertidas y apenas el 6,3% de los remates, según las estadísticas que Opta provee a Conmebol. Ante Alianza ese porcentaje se acercó aún más al cero.

Es que esa falencia también se la llevó a Lima. En el primer tiempo, ya había convertido en figura a Leao Butrón: pateó seis veces dentro del área, incluyendo el penal que el arquero peruano le tapó a Nicolás Reniero. Además, al paraguayo Lorenzo Melgarejo el palo le negó un gol después de un buen zurdazo. Y Héctor Fértoli cabeceó al travesaño cuando el partido recién comenzaba. A esta altura la poca capacidad de convertir las situación en gol parece un problema serio para Racing.

En siete de los doce partidos que lleva Beccacece sentado en el banco académico, su equipo convirtió solo un gol, pese a que llega seguido al arco rival. Ni Lisandro López ni Dario Cvitanich, las dos referencias de área que tiene el plantel, convirtieron. Jonatan Cristaldo apenas tiene un grito. Y Nicolás Reniero es uno de los goleadores del ciclo, con dos tantos en los cuatro partidos que lleva Racing en la Libertadores. El ex San Lorenzo anoche estuvo errático no sólo desde los doce pasos, una manera de justificar el 0 a 0 al entretiempo. Para la segunda mitad, Reniero ni salió a jugar. En la derrota ante Nacional, buena parte del resultado se podía explicar desde la imprecisión de Cvitanich para definir dentro del área chica. Acaso por ese antecedente, el entrenador apostó con Melgarejo como falso nueve luego del entretiempo.

En esta reanudación tras el parate, el capitán López tuvo media hora ante el equipo uruguayo. A Perú no viajó por una molestia muscular. Durante los primeros diez partidos del ciclo de Beccacece, más allá del convencimiento que tiene con el trabajo del entrenador, en la cancha no se lo logró ver cómodo como referencia del 4-3-3. La del centrodelantero parece ser la última pieza que falta acomodar en el engranaje académico. En definitiva, fueron dos jóvenes ingresados desde el banco los que consiguieron romper el cero que parecía convertirse en una nueva frustración.

Más allá de lo costoso del resultado, la Academia volvió a mostrar sus virtudes, incluso con una disposición táctica distinta. El cuerpo técnico preparó el partido para aprovechar las malas salidas desde el fondo del local. Así se explica la inclusión de Héctor Fértoli en lugar de Benjamín Garré, o la aparición de Melgarejo en la sorpresiva posición de segundo punta. La diferencia entre ambos equipos fue notoria. El rival no llegaba en las mejores condiciones. En medio de un enrarecido clima interno tras acumular 11 partidos sin victorias (sólo sumó tres puntos ante Binacional, en un partido que no se resolvió en la cancha) y el de ayer fue su cuarto partido en una semana: el miércoles pasado cayó ante Estudiantes de Mérida, en Venezuela; el sábado sumó un empate 1 a 1 ante Sport Huancayo por el torneo peruano y el lunes obtuvo el mismo resultado contra César Vallejo.

Perú es el sexto país con más contagios de Covid-19 en todo el planeta y tiene el triste récord de ser el país con tasa de mortalidad más alta por cada 100 mil habitantes. Ante la crisis sanitaria, en Lima hay toque de queda a partir de las 23. En ese contexto jugó River el pasado martes y anoche Racing, que apenas terminado el partido se dirigió al aeropuerto para subir al avión y volverse a la Argentina, con la garganta cascada por ese festejo que se hizo desear.