Un problema llamado Sergi Roberto

El Barcelona tiene un problema con Sergi Roberto. No ha salido de la lesión en su mejor forma y eso, siendo un jugador cuya principal arma es el pulmón, se paga caro. La confianza ciega de Koeman en él ha debilitado la imagen que conservaba la afición culé de unos de los mejores productos de La Masia del siglo XXI.

El multiusos por excelencia deja de tener tantos cuando las piernas no responden al mismo nivel que la voluntad. Ronald Araújo tuvo que ser sustituido en el minuto 46, debido a un golpe en su tobillo izquierdo, y en su lugar entró Sergi Roberto, que sigue acusando su reciente lesión en el recto femoral del muslo derecho. Falto de frescura aún, Koeman le daba salida antes que a Dest o Mingueza. Lo pagó caro y le expuso a la crítica, aunque el error más grave que tuvo fue de concentración y eso el barcelonismo no lo perdona. Algunos hasta piden su cabeza.

Lo cierto es que el Barça tiene un problema con él. Es un hombre de la casa, muy querido y que nunca ha dicho una palabra más alta que otra, pero su nivel defensivo siempre ha estado cuestionado. De siempre fue volante, pero para sobrevivir en el club de sus amores tuvo que reconvertirse a lateral derecho. Ahora rota entre ambas posiciones según el encuentro y el momento, pero la realidad es que tanto en el lateral como en el centro del campo, en un Barça que aspire a ocupar el trono europeo, no tiene sitio.

Goza de un salario bruto de unos 9 millones y, en plena crisis en la entidad azulgrana, podría convertirse en una carga atendiendo a sus prestaciones, a sus 29 años, y a la irrupción de Mingueza y Dest, por un lado, y de Pedri e Ilaix por otro.

Un sector influyente de la afición lo tiene claro:

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