El presidente de la Conmebol promete restituir glorias deportivas tras cinco años de gestión

Asunción, 26 ene (EFE).- El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, manifestó este martes que se mantiene en la meta de que "Suramérica alcance de nuevo las más altas glorias deportivas", en un mensaje en el que hizo un balance de sus cinco años de gestión del organismo.

"Hoy hace cinco años, después de mucha reflexión y diálogo con mi familia, asumí el desafío más grande de mi vida profesional", dijo Domínguez al recordar que con el apoyo de todas las asociaciones se convirtió en presidente "el 26 de enero del 2016, en el Congreso realizado en Asunción".

Agregó que ese entonces la Conmebol "se hallaba golpeada y desprestigiada" por "antiguos dirigentes (que) la habían convertido en una máquina de recaudación personal, con manejos turbios y oscuros".

Se refirió al escándalos de soborno, fraude y corrupción conocido como Fifagate, que estalló en 2015, y que involucró a directivos de Suramérica como sus antecesores paraguayos Nicolás Leoz, muerto en 2019 en Asunción, y Juan Ángel Napout, que cumple condena en EE.UU por esos delitos.

Añadió que los que le precedieron "se habían olvidado del fútbol" y que la recuperación del organismo "hacia sus verdaderos propósitos, devolverla a sus raíces, a trabajar por y para el fútbol suramericano, iba a demandar un enorme esfuerzo".

Sin embargo, consideró que con el respaldo de sus colaboradores ha sentado las bases de una "administración transparente y profesional, partiendo de auditorías independientes", cuyo resultado fue la recuperación de 55 millones de dólares "de manos de la corrupción".

Resaltó que hoy día, y bajo el principio de que "lo que el fútbol genera debe reinvertirse en el fútbol", "más del 95% de los recursos generados por las competiciones regresa a las asociaciones miembro y a los clubes".

En este sentido, detalló que eso se refleja en que de 92 millones de dólares invertidos en la Libertadores en 2016, la cifra se elevó a más de 168 millones en 2020, con algo parecido en la Suramericana, el torneo de clubes de segundo orden, que de 33 millones repartidos en 2016 pasó a 47,2 millones en 2020.

Destacó que el formato de final única implementado en los mismos frente a la de ida y vuelta como en el que definía no solo aseguró equidad sino que también "nos brinda la oportunidad de convertir la final en una verdadera fiesta".

Con respecto a la pandemia de coronavirus, dijo que no hubo otra opción que parar la pelota, y resaltó que la Conmebol fue la primera en suspender sus competiciones para planificar una vuelta segura con protocolos sanitarios.

"No descansaremos hasta que Suramérica alcance de nuevo las más altas glorias deportivas", subrayó Domínguez, de 49 años, al tiempo de agradecer la confianza de las diez asociaciones y a todos los sectores que rodean el mundo del fútbol.

Ello a las puertas de "de una histórica final única de la Libertadores en Río de Janeiro" este sábado entre los equipos brasileños Santos y Palmeiras.

(c) Agencia EFE