"Son indignos de ir en autobús": el presidente de un equipo obliga a sus jugadores a volver a casa andando tras una derrota

Jugadores del Lusitânia (azul marino) y el São João disputando la pelota. Foto: Facebook Lusitânia de Lourosa FC.
Jugadores del Lusitânia (azul marino) y el São João disputando la pelota. Foto: Facebook Lusitânia de Lourosa FC.

“¡Qué vergüenza! ¡Son unos vagos! ¡Tendrían que volver a casa andando!”. Cuántos aficionados al fútbol en todo el mundo no habrán dicho algo parecido, probablemente con palabras más gruesas, ante una actuación decepcionante de su equipo favorito en un partido como visitantes. Normalmente estas exageraciones se sueltan como consecuencia de la rabia por la derrota y no tienen mayor trascendencia.

Sin embargo, esta vez se lo han tomado al pie de la letra. Ha ocurrido en Portugal: los jugadores y el cuerpo técnico del Lusitânia de Lourosa se han visto obligados a regresar a pie tras su última derrota. “No son dignos de montar en el autobús”, dice la prensa local que bramó Hugo Mendes, el enfadadísimo presidente del club.

Y así fue: la delegación, incluyendo futbolistas y cuerpo técnico, se quedó sin vehículo, así que tuvo que completar el recorrido por sus propios medios, tal como atestiguan los vídeos grabados por personas que circulaban por la zona que se han compartido en redes como Twitter. Por suerte la distancia no era demasiado grande: aproximadamente cinco kilómetros cuesta arriba, que se pueden completar en una hora más o menos. Aun así, después de 90 minutos de esfuerzo en el campo de fútbol, no es plato de buen gusto.

El Lusitânia había caído por 1-0 contra el Sporting de São João de Ver. Ambos equipos militan en el Campeonato de Portugal, tercer nivel de la liga del país, aunque en grupos distintos; el enfrentamiento era de la primera ronda de la Copa nacional. El formato del torneo determina que la eliminatoria se juega a partido único, decidiéndose la sede por sorteo, así que los de Lourosa no tienen posibilidad de revancha.

Dos factores han irritado especialmente al mandatario del Lusitânia. El primero es que, al menos sobre el papel, su equipo es mucho más fuerte que el rival. Mientras que los rojiblancos del Sporting son un recién ascendido a la categoría desde la liga regional, los negriamarillos acabaron el año pasado subcampeones y se quedaron cerca de subir a Segunda.

Por otra parte, influye el componente de la rivalidad local. Tanto Lourosa como São João de Ver son dos freguesias (concepto equivalente al de las parroquias o pedanías de algunas regiones españolas) del mismo municipio. Concretamente, dependen del ayuntamiento de Santa Maria da Feira, en el distrito de Aveiro, aunque formando parte del área metropolitana de Oporto.

El Sindicato de Futbolistas portugués ha condenado los hechos, considerándolos “inaceptables”. “Esta actitud no tiene ninguna justificación y es una falta de respeto para los jugadores, profesional y personalmente”, dice el comunicado que ha publicado la entidad. Exige además disculpas inmediatas al dirigente del equipo.

Por su parte, Mendes dijo al Jornal de Notícias que no se trataba de una sanción, sino que “la decisión fue del grupo y del cuerpo técnico, en forma de autocrítica. No hubo ningún castigo”. En vista de los comentarios en redes sociales, no muchos aficionados se creen su versión.

De hecho, se ha generado controversia dentro de la propia hinchada lusitanista. En su propia página de Facebook se puede ver diversidad de opiniones al respecto. Hay quien está a favor de la medida, alegando que la actuación de los futbolistas había sido ridícula y que es lo que se merecen. Otros, sin embargo, creen que no es la forma adecuada, porque los problemas internos se deben resolver dentro del vestuario y porque actuar de esta manera solo ha servido para atraer la atención mediática internacional sobre el club por hechos muy negativos.

En la primera eliminatoria de la copa portuguesa recién disputada solamente participan equipos de tercera y cuarta categoría. A partir de la siguiente fase se incorporan los 16 clubes de segunda división (todos menos los filiales del Oporto y el Benfica), por lo que el São João de Ver tendrá ocasión de enfrentarse a rivales aún más potentes. Para ver en acción a los peces gordos de la Primeira Liga habrá que esperar a la tercera ronda. Nunca se sabe, pero no parece probable que los rojiblancos lleguen a disputar el reinado del Oporto, vigente campeón.

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