Yahoo Noticias Encuentran en Sitges una portada gótica salmantina a la que perdieron la pista hace un siglo
Ha sido la labor de investigación y rastreo realizada por La gaceta de Salamanca la que ha dado con el paradero de la portada de estilo gótico de la antigua iglesia de San Adrián a la que se le perdió la pista a comienzos del siglo XX. Ahora, más de 100 años después, la han localizado como parte del edifico que alberga la colección de arte de Charles Deering en Sitges, en el Palau de Maricel.
Allí, en una pequeña plaza, con una escalinata de que da acceso al edificio, se encuentra integrada como parte del conjunto arquitectónico una portada que, según explican en el mencionado diario salmantino, fue víctima del “desinterés por el patrimonio y pura especulación que condujeron al desmantelamiento y expolio de numerosos monumentos arquitectónicos”.
La historia de este pórtico seguramente tenga similitudes con la de tantas otras obras de arte que acabaron perdidas en el tiempo por falta de cuidados y de inversión. El único consuelo que queda en este caso es que, aunque muy lejos de su origen, al menos el de la Iglesia de San Adrián ha perdurado en el tiempo y se conserva en buen estado.
Según relatan en La Gaceta de Salamanca, el origen de esta obra se remonta a comienzos del siglo XII. Levantada por orden de Pedro de Anaya, la primera mención registrada sobre esta iglesia está fechada en 1156. Varios siglos después, en el XV, la plaza que la albergaba, dado el señorío de la zona, fue empedrada y en 1480 los nobles Alfonso Enríquez de Anaya, regidor de la ciudad, y su mujer Isabel Enríquezo ordenaron la construcción de una capilla en el interior del templo para que sus restos fuesen albergados allí cuando llegase su hora.
Compuesta de tres naves y tejado a dos aguas, su portada norte era la que más destacaba por su diseño y ornamentación respondiendo al estilo gótico tardío. El paso de las tropas francesas por el territorio español y la guerra afectaron considerablemente al edificio, que, a mediados del siglo XIX, contaba con su bóveda hundida y una parte de la torre se había venido abajo.
Hacía falta inversión para recuperarla y que volviese a lucir como antaño en la plaza. En lugar de eso y aprovechando el proyecto en vigor para ampliar la calzada se optó por derruirla. El arquitecto municipal Tomás Francisco Cafranga firmó la condena municipal en mayo de 1852. Cuentan las crónicas de la época que el viaje hasta Salamanca de un grupo de estudiantes de Arquitectura de Madrid retrasó tres días el derribo, pero no más. 200 presos de Valladolid se encargaron de desmontar la iglesia.
La portada ahora encontrada en Sitges fue a parar al Hospital General de la Santísima Trinidad como entrada al cementerio de las religiosas del centro. En 1904 se construyó un nuevo hospital y este quedó abandonado a su suerte. 12 años más tarde otra hermandad religiosa, la de las Siervas de San José, adquirieron la antigua estructura y fundaron su colegio. Entonces, 1916, la portada de la iglesia de San Adrián ya había desaparecido sin dejar rastro.
Mientras, durante ese periodo de tiempo, un multimillonario agrícola llamado Charles Deering había logrado los permisos necesarios para levantar una suerte de museo en Sitges recopilando todo tipo de material artístico por España y dándole allí, en el edificio que encargó remodelar a Miquel Utrillo, una nueva vida. Las obras en la fachada se iniciaron en 1914 y fue entonces cuando se instaló en ella una portada que se dijo procedía de Salamanca sin más. De piedra arenisca, estilo gótico y como puerta principal del Palau de Maricel, que quedó abierto en 1916.
Se cree que el norteamericano Deering adquirió la portada en 1910 para su edificio y que una de las razones por las que se le perdió la pista durante tanto tiempo está en que hubo error en los archivos, ahora corregido tras la investigación de La Gaceta, que la situaba en origen en Cadalso de los Vidrios (Madrid).
