Por qué el huracán María dejó a Puerto Rico sin energía eléctrica

Por Lyan Babilonia/ESPECIAL PARA YAHOO-. El huracán María azotó con toda su furia a Puerto Rico dejando devastación en los cuatro puntos cardinales del país.

La isla está incomunicada y sin servicio de energía eléctrica desde horas antes del paso de fenómeno atmosférico. Hoy, la espera es un calvario para los familiares que se encuentran en el exterior.

El ciclón agarró a los boricuas completamente desarmados. Y ahora el mayor reto de las autoridades es restablecer la comunicación telefónica, reconstruir los pueblos afectados y devolver la luz al 100% de los usuarios que se encuentran a oscuras.

Vista de los daños causados tras el paso del huracán María hoy, viernes 22 de septiembre de 2017, en el barrio de La Perla de San Juan (Puerto Rico). EFE/Thais Llorca
Vista de los daños causados tras el paso del huracán María hoy, viernes 22 de septiembre de 2017, en el barrio de La Perla de San Juan (Puerto Rico). EFE/Thais Llorca

Puerto Rico, de la luz a la oscuridad

Personas ajenas a la realidad creerían que para devolver la energía solo hay que apretar un botón, pero la situación es caótica.

Desde hace unos años se hablaba de que el sistema de energía eléctrica no aguantaría un huracán de gran categoría. Inmediatamente, las autoridades pertinentes comenzaron a preocuparse, pero se les olvidó ocuparse durante años.

Con un país en quiebra que adeuda 70 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos y un nivel de pobreza de 45%; reparar el sistema eléctrico se convirtió en un monstruo de siete cabezas.

La matemática es simple: si no hay dinero para las necesidades básicas de los ciudadanos, menos habrá para reparar un sistema de electricidad obsoleto que se construyó en 1940.

La furia de la naturaleza parece haberse ensañado con Puerto Rico, pero está claro que otros factores han hecho que el impacto sea más dañino.

Dos personas pasan junto a unas casas dañadas por el huracán María en una calle inundada del municipio de Cataño, el jueves 21 de septiembre en Puerto Rico (AFP | Héctor Retamal)
Dos personas pasan junto a unas casas dañadas por el huracán María en una calle inundada del municipio de Cataño, el jueves 21 de septiembre en Puerto Rico (AFP | Héctor Retamal)

Carlos Díaz Olivo, excandidato a la alcaldía de San Juan por el Partido Nuevo Progresista (PNP), explicó en su programa radial que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), conocida antiguamente como Fuentes Fluviales, despegó con mucha fuerza porque la isla se encontraba en plena época de industrialización.

En los años 60 se buscaba hacer crecer la industria manufacturera y lograr una mayor inversión por parte de compañías estadounidenses. Por eso, el sistema recibió una buena inyección de dinero local y federal. Además, en aquel entonces, se estaba urbanizando la isla fuera del área metropolitana y se construyó un sistema ideal para las necesidades de la época.

Podría decirse que esta fue la era de oro de la agencia. Sin embargo, más de 70 años después el sistema eléctrico está en un estado casi vegetativo.

El segundo factor destructivo para la institución ha sido la corrupción. El caso más reciente se destapó el año pasado cuando se dio a conocer que varios empleados de la agencia acostumbraban a robar materiales y autorizaban horas extras a empleados de alto rango allegados a ellos, elevando el gasto público a 3.6 millones de dólares adicionales por año.

También en 2016 el pastor José Figueroa Irizarry, quien trabajaba en la división de control del Banco Santander, fue acusado de transferir 80.310 dólares de una cuenta de la AEE a la suya. Lo triste es que historias similares a esta se han repetido cuatrienio tras cuatrienio. Esto, sin contar el uso de influencias para acomodar a los simpatizantes del gobierno de turno en puestos claves de la AEE, pues se trata de una entidad pública.

Después de los años 60 la inversión al sistema se fue diluyendo y entró en juego otro problema. Con un país que atravesó un nivel de crédito chatarra comenzó la llamada fuga de talentos en todos los sectores profesionales, incluyendo la AEE.

Asimismo, se creó un plan de retiros tempranos para cortar gastos de nómina. Pero la queja de muchos puertorriqueños es que por un lado se hizo una reducción de personal y por otro se contratan agencias privadas para asistencia en caso de emergencias. Ninguna de las dos acciones ha logrado una solución a largo plazo.

Si a todo esto le sumamos que Puerto Rico tiene uno de los mayores costos de electricidad en relación a todas las jurisdicciones del Este-Sureste de Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe, es increíble la falta de mantenimiento. Pero esta contradicción tampoco la entienden los habitantes de la isla que hoy esperan ayuda.

DPA<strong>.</strong>
DPA.

La obra de reconstrucción

Ante el panorama actual, el director ejecutivo de la AEE, Ricardo Ramos, informó que hay sectores en los que tardarán hasta tres meses en reconectar el servicio de electricidad.

El gobernador Ricardo Roselló ya pidió la asistencia de Washington y la de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), una entidad que se creó luego de que la isla, con carácter político de Estado Libre Asociado, enfrentara una de las peores crisis financieras de su historia.

La Junta autorizó al mandatario 1.000 millones de dólares del presupuesto vigente a las tareas de respuesta y de emergencia necesarias para la recuperación de Puerto Rico.

El presidente Donald Trump declaró a la isla “Zona de Gran Desastre”, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para los los damnificados, permitiéndoles obtener ayuda de FEMA.

Gobernantes, artistas y gente común no tienen dudas de que Puerto Rico se va a recuperar y todos los servicios se van a restablecer, pero la esperanza es que no se repitan los errores del pasado.

EN FOTOS: Así quedó la Isla del Encanto tras el paso del huracán María >>