¿Por qué Arturo Vidal se siente más cómodo en el Barça que Busquets y de Jong?
Durante años se nos ha venido bombardeando con el famoso ‘estilo Barça’ desde la maquinaria propagandística azulgrana. Con el tiempo y los trofeos como sinónimo de éxito, el club catalán nos convenció de que sus centrocampistas podían ser bajitos y lentos, siempre que mentalmente tuviesen la lucidez suficiente para controlar en todo momento el espacio-tiempo y una técnica al alcance de muy pocos. No importaba la fortaleza, no existía el concepto “centrocampista defensivo”.
Ahora eso ya no vale. No cuando el ecosistema para tocar, presionar arriba y filtrar pases en una baldosa se ha caído. Ahora Arturo Vidal encaja mejor en el XI del Barça de Ernesto Valverde que un testigo privilegiado de tal época dorada como Sergio Busquets, o incluso un Frenkie de Jong que reúne todos los requisitos físicos y técnicos para ser uno de los centrocampistas más jerárquicos de toda Europa en los próximos años. El Barça se estrella ante defensas cerradas y batalladoras.
El equipo del ‘Txingurri’ no posee desborde y creatividad más allá de Leo Messi, tampoco un plan capaz de sobrevivir sin el argentino. La creatividad ha quedado aislada, recluida al talento del genio argentino, mientras que el centro del campo observa atónito como ha pasado de ser la parte clave que permitía entender el todo, a convertirse en una zona fronteriza de paso donde se genera lo justo para que los atacantes gocen de alguna ventaja que, si el ‘10’ rosarino no crea, será difícil de aprovechar por sus compañeros.
En el caso del mediocentro catalán, es cierto que su nivel ha ido descendiendo gradualmente y no se pueden justificar sus fallos a la hora de soltar el balón a compañeros que están a 5 metros, pero la realidad es que Sergio Busquets siempre ha sido un buen termómetro para medir la temperatura del juego culé. Cuando Busquets falla, es que algo va mal. Cuando Busquets llega tarde, parece lento, pesado, ingenuo y atiende impotente a los contragolpes del rival, es que el Barça sufre.
Miren este vídeo... y todavía sigo leyendo que el 5 de un equipo no tiene que jugar de espalda. Con ustedes Sergio Busquets.
Buenas noches!! pic.twitter.com/5phsqljvIn— Rorro (@Rorrocarballodt) August 10, 2017
El contexto que ha venido desarrollando el Barça del Valverde ha marcado un punto de no retorno para el ‘5’ culé. Un futbolista que brilla presionando hacia arriba, pero queda terriblemente expuesto cuando debe correr para atrás y estar disputando duelos individuales por todo el campo. Cuanto más largo es el Barça, más sufre Busquets.
En cambio, hay un futbolista que no duda en enfrascarse en batallas eternas y agonizantes. Es el caso del chileno Arturo Vidal, quien disfruta donde Sergio Busquets sufre. Corriendo, luchando, saltando por los aires, generando un gran roce con el rival por una pelota dividida. Es un perro de presa que nunca da la espalda a una batalla desigual.
Arturo Vidal es un centrocampista alejado del estilo pero cuyas virtudes pueden sumar en diversas situaciones diferentes, pero parece extraño que un conjunto que anteriormente se caracterizaba por reducir al rival a la nada a través del balón y el pase, deba compararse en brega a conjuntos de menor calibre para poder superarlos. Valverde camina en la indefinición. Y mientras, Busquets sufre, Vidal goza y de Jong trata de adaptarse.
Para la entidad del Camp Nou, su directiva, sus aficionados -y en especial para Valverde- queda la eterna pregunta en el tintero. ¿Qué quiere ser el Barça? Hasta el momento parece un equipo que presume de un estilo que luego no lleva a cabo y que, como resultado, tanto Sergio Busquets y de Jong se encuentran en problemas. ¿O bien quiere ser un equipo que debe recurrir a la incansable lucha de Arturo Vidal para igualar la intensidad del rival? ¿Qué Barça quieres, Valverde?