El jardín en el que se ha metido Disney y por el que activistas de toda Asia llaman a boicotear Mulán

Era sin duda uno de los grandes estrenos cinematográficos del 2020, pero se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para Disney. Mulán, el ‘remake’ con personas del clásico de animación de 1998, ya está disponible en la plataforma y viene cargado de controversia.

No solo porque la compañía de entretenimiento haya decidido estrenarla en Disney Plus por 21,99 euros, sino porque el film se ha metido en varios jardines políticos que están provocando llamadas al boicot por parte de los activistas.

Manifestantes defienden el boicot a Mulán.  (Photo by Simon Shin/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)
Manifestantes defienden el boicot a Mulán. (Photo by Simon Shin/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

Mulán cuenta la historia de una joven mujer que se disfraza de hombre para combatir en el Ejército chino en lugar de su padre. El objetivo es frenar el avance de los mongoles en su intento de conquistar China. Una historia que ha sido ampliamente difundida las dos últimas décadas y que siempre ha gozado de gran éxito entre el público. Sin embargo, parece que su versión animada lleva un camino distinto.

La primera controversia se produjo en 2019 cuando la actriz Liu Yifei, que da vida a Mulán, se pronunció a favor de la policía de Hong Kong en su represión, a menudo violenta, contra los manifestantes en defensa de la democracia.

En una publicación en sus redes sociales, la intérprete china manifestó: “Apoyo a la policía de Hong Kong. Todos podéis atacarme ahora. ¡Qué vergüenza para Hong Kong!”. Unos comentarios que no pasaron desapercibidos y que ya provocaron que se llamase al boicot de la película.

Cabe recordar que durante el año 2019 fueron numerosas y multitudinarias las protestas de los hongkoneses contra un controvertido proyecto de ley que iba a permitir la extradición de presuntos delincuentes desde Hong Kong a la China continental.

En los últimos meses además, China ha aprobado en la antigua colonia británica una ley de seguridad nacional que restringe los derechos y libertades de los habitantes de Hong Kong y que ha sido muy criticada por la comunidad internacional.

Liu Yifei en el estreno de Mulán (Photo by Ian Gavan/Getty Images for Disney)
Liu Yifei en el estreno de Mulán (Photo by Ian Gavan/Getty Images for Disney)

Pero estas declaraciones de Yifei no son el único problema con el que está teniendo que lidiar la película. También está recibiendo críticas por haberse rodado en Xinjiang, región en la que según denuncian las organizaciones de derechos humanos se están produciendo abusos sobre las minorías musulmanas, especialmente la uigur.

En los créditos finales del film, Disney ofrece un agradecimiento especial a ocho entidades gubernamentales en Xinjiang, entre las que se incluye la oficina de seguridad pública en Turpan, donde se ha documentado la existencia de campamentos de reeducación para las minorías.

También la compañía estadounidense da las gracias al departamento de publicidad del Comité de la Región Autónoma de Uigur de Xinjiang, que es el departamento de propaganda del Gobierno chino en la región.

Cabe recordar que según Amnistía Internacional, los uigures están sufriendo detenciones masivas e indiscriminadas y se ha encarcelado a centenares de personas. Las autoridades imponen restricciones para practicar su religión, hablar su lengua y expresar su cultura.

Tal y como revela la agencia AP, la persecución también llega a la natalidad, ya que las autoridades chinas están recurriendo a abortos, esterilizaciones y dispositivos intrauterinos (DIU) para reducir los nacimientos de esta minoría y frenar el crecimiento de su población. Esta represión sin precedentes ha provocado que cientos de miles de uigures hayan terminado en cárceles o centros de reeducación acusados de “signos de extremismo religioso”. Los expertos lo han descrito como un “genocidio demográfico”.

La filmación de la película se produjo en 2018, el mismo año en el que China intensificó su persecución a estas minorías con la construcción de campamentos. Una situación que ha provocado que los activistas le reclamen a Disney transparencia en sus tratos con las autoridades de Xinjiang.

Wall Street Journal reporta que la poderosa empresa estadounidense compartió el guion del film con las autoridades y consultó con asesores locales para garantizar que Mulán no sufriera la censura y pudiera distribuirse sin problemas en China.

El argumento también ha dado mucho que hablar debido a que han proliferado acusaciones de que se promueve el nacionalismo chino, mientras que retrata a las minorías oprimidas como los malos. Cabe recordar que la protagonista se enfrenta a los mongoles y que actualmente los habitantes de la región de Mongolia Interior están protestando por la introducción obligatoria del mandarín y el borrado gradual de su idioma y su cultura. Las llamadas al boicot han sido numerosas.

Así pues, a las dificultades normales de estrenar una película en mitad de la pandemia de coronavirus se unen ahora diversas polémicas con Mulán. Está por ver si el llamamiento al boicot en las redes sociales termina siendo exitoso o si, por el contrario el film termina triunfando.

EN VÍDEO I Una canción de los Miserables se convierte en el himno de las protestas en Hong Kong

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