Pobreza: Daniel Arroyo reaccionó a las críticas y enfocó su discurso en el trabajo

El ministro Daniel Arroyo
El ministro Daniel Arroyo

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, dio un volantazo esta semana y la energía que había puesto en el anuncio de la ampliación de la Tarjeta Alimentar la redirigió a comunicar iniciativas vinculadas a la generación de trabajo, a los fines de calmar las aguas entre la militancia social, en donde no cayó bien el desembolso millonario que se hizo para reforzar el plástico.

“Esto no es inclusión social”, “es una política estúpida”, calificaron, a pocas horas del comunicado oficial, Emilio Pérsico y Juan Grabois –respectivamente–, dirigentes que juegan dentro y cerca del Gobierno. “Es un plan que estructuraliza la pobreza, no genera bienes durables”, agregó un integrante del Movimiento Evita cercano a Pérsico. En lugar de iniciativas “asistencialistas”, los referentes sociales exigieron empleo para los más de seis millones de trabajadores de la economía popular, número que en el ministerio reducen a cuatro millones.

Una semana atrás, Arroyo acompaño a Fernández en el anuncio de la ampliación de la Tarjeta Alimentar para las madres y padres con hijos de hasta 14 años; la medida generó revuelo entre los dirigentes sociales, quienes exigieron trabajo por sobre "asistencialismo"
Presidencia


Una semana atrás, Arroyo acompaño a Fernández en el anuncio de la ampliación de la Tarjeta Alimentar para las madres y padres con hijos de hasta 14 años; la medida generó revuelo entre los dirigentes sociales, quienes exigieron trabajo por sobre "asistencialismo" (Presidencia/)

El Gobierno tomó nota. Desde el lunes, en la cartera que conduce Arroyo volcaron los ánimos en remarcar los avances del programa Potenciar Trabajo –que alcanza a unas 870.000 personas– y avivaron canales de diálogo con los principales dirigentes sociales, incluso, con quienes tienen sede en la calle. El miércoles por la noche, el ministro se reunió con los grupos piqueteros y puso freno a un “plan de lucha con características extraordinarias”, que, según la izquierda, se iba a desatar a partir del jueves en todo el país. Hicieron las pases hasta junio, con la promesa de que la cartera incorporaría a 50.000 personas en el Potenciar, para que cumplan con jornadas de cuatro horas de trabajo en proyectos productivos, comunitarios o sociolaborales y cobren, como contraprestación, la mitad del salario mínimo –$12.200–.

En la mañana del sábado, Arroyo volvió a convocar a las agrupaciones a un foro titulado “Economía social, economía popular y creación de trabajo. ¿Cómo avanzamos?”. El encuentro semipresencial se extendió durante tres horas, en las que el funcionario, escoltado por Pérsico –en un gesto de conciliación–, prestó el oído a referentes de movimientos sociales, sindicatos, cooperativas, cámaras empresariales, iglesias y académicos; entre otros, al Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Unión Obrera Ladrillera, la organización Cáritas y la Confederación Empresaria de la República Argentina (Cgera).

Arroyo encabezó en la mañana del sábado un foto titulado “Economía social, economía popular y creación de trabajo. ¿Cómo avanzamos?”, en el que convocó a agrupaciones sociales, sindicatos, empresarios e iglesias
Arroyo encabezó en la mañana del sábado un foto titulado “Economía social, economía popular y creación de trabajo. ¿Cómo avanzamos?”, en el que convocó a agrupaciones sociales, sindicatos, empresarios e iglesias


Arroyo encabezó en la mañana del sábado un foto titulado “Economía social, economía popular y creación de trabajo. ¿Cómo avanzamos?”, en el que convocó a agrupaciones sociales, sindicatos, empresarios e iglesias

La mejor salida es el trabajo. Y para eso es clave la presencia del Estado, con políticas sociales transformadoras, que den vuelta de verdad la situación social de la Argentina”, decía la convocatoria. En diálogo con LA NACION, el ministro afirmó algo similar: “Mi objetivo claro es reforzar la creación de trabajo. Estamos llevando adelante muy fuerte la transformación de planes sociales en trabajo”.

Aunque negó que su agenda de la semana se haya montado en respuesta a los cuestionamientos recibidos, el funcionario repasó a este medio su itinerario, en el que todas las actividades tuvieron que ver con la generación de empleo. “Estuve en Trelew [Chubut], con los trabajadores de invernaderos, y visité una incubadora de productores; también en Rosario [Santa Fe], con [el gobernador Omar] Perotti, en un barrio Fonavi, en donde participantes del Potenciar Trabajo hacen mantenimiento de edificios”, detalló. Además, hizo mención al convenio que firmó el lunes con Victoria Tolosa Paz, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (Cnps), para que la dependencia se incorpore a las unidades de gestión que habilitan vacantes para quienes se suman al programa de trabajo. Por último, destacó su visita a Berazategui, en la que entregó maquinaria y herramientas a emprendedores junto al intendente Juan José Mussi.

Con un presupuesto que de momento descarta ampliar, Arroyo tocó la puerta del Ministerio de Trabajo y acordó con su par Claudio Moroni inyectar recursos en la formación de los titulares del Potenciar. “En junio lanzaremos un plan de refuerzo de las capacitaciones y los cursos en oficios, que van a ser gestionadas y certificadas por el Ministerio de Trabajo. Por ejemplo, para que haya gasistas matriculados”, adelantó a LA NACION el titular de la cartera social.

En el entorno de Moroni dieron más detalles sobre los planes para el próximo mes. “Se trata de una política integral para la mejora de la empleabilidad de trabajadores y trabajadoras en situación de vulnerabilidad, basada en la idea de generar capacitación e inserción laboral en las personas que hoy tienen bajas posibilidades de acceder a un empleo de calidad. La idea es también que existan incentivos para los empleadores para que contraten a estas personas como asalariados formales”, explicó Diego Schleser, subsecretario de Planificación, Estudios y Estadísticas. Y amplió: “Es un proyecto muy ambicioso, que se trabaja hace muchos meses”.

Schleser indicó que el plan interministerial abarcará “en principio, a los desocupados y a los informales”, un universo que contempla a los trabajadores de la economía popular y supera las 7,5 millones de personas, según estadísticas de la subsecretaría que gestiona. Significa un 45% de la población económicamente activa.

En paralelo, en la cartera que conduce Moroni ya dieron el visto bueno para que la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) obtenga representación colectiva. Mientras avanza en trámites formales, el gremio que se encolumna detrás de Esteban Castro aspira a llegar a fin de año con un millón de afiliados, casi el mismo número que suman los empleados de comercio en el mayor sindicato de la Confederación General del Trabajo.

Entre todas estas cifras, el Potenciar Trabajo, aquel caballo de batalla que Arroyo reflotó ante las críticas de los dirigentes sociales y con el que se espera que siga dando pelea al reclamo laboral, de momento da respuesta a solo un 12% de los desempleados e informales. “Con la pandemia hay más gente que crea su propio trabajo, pero aún así no le alcanza para comer, por el precio de los alimentos. Por eso queremos incorporarlos al programa”, concluyó el ministro, quien tiene un largo recorrido por delante.