Divorcio inminente entre Phil Jackson y Carmelo Anthony

Las diferencias entre Phil Jackson y Carmelo Anthony son las propias de un dirigente al que no le tiembla la voz a la hora de criticar y de un jugador acostumbrado a que le besen los pies allá donde va. La interacción en público de ambos no supera la cordialidad, en privado, los dos se piden explicaciones mutuamente. La tensión es palpable y cuando tan solo restan dos semanas para que se cierre el plazo para intercambiar a jugadores, la salida de ‘Melo’ sigue siendo una posibilidad más que viable.

El último capítulo de el melodrama de los New York Knicks se vivió cuando un Tweet del presidente de la entidad volvió a levantar las iras del alero. En esta ocasión, Jackson comparó la situación de Anthony con la de uno de los pupilos que tuvo en 1986, cuando entrenaba a los Albany Patroons. El jugador en cuestión es Michael Graham y tras una discusión con el por entonces entrenador, el joven acabó siendo expulsado del equipo.

Jackson dijo de aquel incidente que nunca pudo acceder a una zona en la que su pupilo se mostraba inaccesible. En el caso de Anthony el símil reside en su poca visión de grupo, en un deseo de ganar un anillo inexistente. Una cosa es querer llegar a lo más alto y la otra es demostrar que uno está dispuesto a sacrificar lo que haga falta para conseguirlo. Lo que al dirigente no le gusta es lo que sí encontró en el pasado en jugadores como Kobe Bryant y Michael Jordan: un ansia irremediable de victoria.

Ahí chocan. El uno porque su ego se malacostumbró a recibir florituras cuando nunca ganó nada a nivel de NBA, el otro porque se siente en la obligación de formar un grupo aspirante. En ese deseo, Jackson ha hecho todo lo posible para adaptar los Knicks a Carmelo, pero lo que recibió en retorno fue poco, muy poco.

Por eso, entre los dos hubo dos reuniones clave. La primera se llevó a cavo en diciembre, cuando el presidente de los Knicks declaró en una entrevista que Carmelo tenía una tendencia a aguantar demasiado la pelota y el veterano le recriminó que por qué siempre hablaba de él en las entrevistas. La segunda se produjo este martes, cuando al jugador tampoco le sentó bien la comparación con Graham.

Los rumores sobre que los Knicks quieren hacer que Anthony cambie de equipo (Cleveland Cavaliers, Los Angeles Clippers, Toronto Raptors o Boston Celtics) son constantes y las acciones de Jackson van encaminadas en esa dirección. La franquicia se encuentra con un problema, y es que cuando en 2014 extendieron el contrato del ganador de cuatro medallas en los Juegos Olímpicos por cinco años y 124 millones de dólares, en el acuerdo se incluyó una cláusula de no traspaso que sólo Carmelo puede romper.

Por eso Anthony no puede ser el próximo Graham. Sin embargo, a Jackson, el sabio de la NBA, le sobran recursos para conseguir su propósito. Su relación es la antesala de un divorcio inminente.