Peyton Royce, la promesa de la WWE a la que traicionó su salud mental

La luchadora australiana Peyton Royce durante su paso por la WWE, antes de ser despedida en abril de 2021.

Peyton Royce, cuyo nombre real es Cassie Lee, abandonó la WWE en plena ola de despidos del mes de abril. La australiana dejó de golpe y plumazo la compañía wrestling más importante del mundo, en la que había ido escalando posiciones, llegando incluso a tener un push para acabar siendo aspirante al título de la división femenina. Sin embargo, de la noche a la mañana dejó de contar para los intereses de la empresa. Una marcha que causó especial revuelo y que está rodeada de agentes extradeportivos y personales ligados con la salud mental de la luchadora.

En el estreno del podcast de Peyton Royce y Billie Kay, componentes del dúo IIconics, la luchadora australiana se sincera con sus fans. “Me solía poner enferma en los aeropuertos. No me resultaba fácil tomar un avión, y en ocasiones hasta vomitaba antes de viajar. Iba a peor cada semana”, admite una Royce a la que la presión de trabajar para la WWE le fue pasando factura con el tiempo. “Si viajo por placer todo está bien, pero si es por trabajo lo pasaba mal. Sabía que no volvería a casa hasta dentro de cinco días, y después sólo tendría dos noches para lavar la ropa, reorganizar la maleta, hacer mis tareas y, a lo mejor, medio día para dedicarlo a mi prometido, a mis perros y a mí. Todo eso realmente me pasó factura en lo referente a mi salud mental”.

Precisamente eso, la eterna olvidada en el deporte, la salud mental, acabó afectando en exceso a una Peyton Royce absolutamente sobrepasada por su día a día como luchadora de la WWE. “Mentalmente no es tan fácil como parece”, confiesa, al tiempo que admite que tuvo que ponerse en manos de profesionales para intentar encontrar una forma de gestionar todo lo que la estaba machacando psicológicamente.

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Aun así reconoce que hizo todo lo posible para dar el 100% en todos y cada uno de los shows en los que participó. Motivo por el cual su despido la pilló por sorpresa y la afectó muchísimo. “Fue un shock. Sé que la WWE hace recortes en su presupuesto cada año, pero no lo vi venir. Quizás tendría que haberme dado cuenta que iba a pasar”, relata la luchadora australiana en su podcast. “Fue un shock total y aún me duele. No lo entiendo”.

Un lastre más común de lo deseado

Sin embargo, Peyton Royce no es la primera persona relacionada con la WWE que habla abiertamente de problemas con su salud mental. Varios son los luchadores de la compañía que han admitido haber pasado, por ejemplo, por episodios de depresión.

Sasha Banks confirmó en el podcast del legendario Stone Cold que pasó por una situación muy similar a la que está viviendo ahora Peyton Royce. Los constantes viajes y la falta de días libres y de descanso hicieron que cada vez fuese más complicado rendir en su profesión. Además, la gota que colmó el vaso fue su ‘crisis de identidad’. “Durante más de siete años no he escuchado mi nombre real”, explica Banks (Mercedes Justine Kaestner-Varnado). “Llegué incluso a olvidarme de quién era”.

Algo similar afectó también a Braun Strowman, que admite haber pasado largos periodos de depresión durante 2019, lo que le mantuvo apartado de los cuadriláteros durante mucho tiempo e incluso romper su relación sentimental con su pareja en aquella época.

Aunque el caso más llamativo del Universo WWE actual es el de Bray Wyatt. Una de las mentes más privilegiadas y creativas de la lucha libre profesional no es precisamente ajena a estos asuntos. La muerte de su buen amigo Brodie Lee le ha afectado hasta el punto de verse sumido en una depresión que ha frenado en seco la marcha de su personaje The Fiend en la empresa. No ha vuelto a aparecer en el ring desde la pasada edición de Wrestlemania.

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