Pedri se consagra en silencio como la última estrella generacional de España

Spain's forward Pedri kikcs the ball during the UEFA EURO 2020 round of 16 football match between Croatia and Spain at the Parken Stadium in Copenhagen on June 28, 2021. (Photo by Jonathan NACKSTRAND / POOL / AFP) (Photo by JONATHAN NACKSTRAND/POOL/AFP via Getty Images)
JONATHAN NACKSTRAND/POOL/AFP via Getty Images.

No es Mbappé. No es Haaland. No es Cristiano Ronaldo, ni Benzema, ni Lewandowski. Porque Pedri González sí que estará en los cuartos de final de la Eurocopa 2020.

Ahora que por fin existe un consenso asumido sobre la situación nacional con respecto a la cosecha de talento, ahora y solo ahora, España tiene derecho a volver a ilusionarse. Tiene a un Pedri, que es casi tan importante, si no más, como tener una superestrella de las que te ganan los partidos, destino que veremos si Ansu llega a cumplir algún día.

Por el momento, la Selección ya ve en Pedri a su nuevo hijo pródigo. A su vez prodigio porque, por narices, tiene que haber nacido con el fútbol dentro. Si no ha tenido vida para aprender tantas cosas, joder. Pedri es de los que lo hace todo bien y parece que todo lo sabe. Siempre en el sitio y el lugar. Nunca escucharás que uno de sus pases "era una buena idea". Todos lo son. Y si no es buena idea, no le verás intentarlo. Porcentajes de decisiones correctas que se escapan de las métricas. Si me entras por aquí, me escapo por allí. Toco y me voy. Al final me quedo. Eh, oye, mira, que la vuelvo a tener... vaya, tarde, ya la he soltado.

Pedri camina entre las dos trincheras que han formado los "antis" y los "anti-antis", con Luis Enrique como mártir, héroe y villano, todo al mismo tiempo. Camina consciente, pero ajeno. Un poco como en la portada de El pianista de Polanski. Música en tiempos de guerra. Flores entre ladrillos. La parte ñoña de un grafiti de Banksy. Silencio en un momento de ruido y susurro en un mundo de gritos. La frontal es zona de paso y donde cualquiera ve una marabunta de piernas que le intentan quitar el balón, Pedri se frota las manos pensando en los compañeros liberados que podrán aprovecharse de la situación.

SEVILLE, SPAIN - JUNE 23: Pedro Gonzalez Pedri of Spain looks on during the UEFA Euro 2020 Championship Group E match between Slovakia and Spain at Estadio La Cartuja on June 23, 2021 in Seville, Spain. (Photo by Fran Santiago - UEFA/UEFA via Getty Images)
Fran Santiago - UEFA/UEFA via Getty Images.

Para definir el fútbol de Pedri hay que acudir a lo más bonito que se puede decir de alguien que se dedica a este deporte. No, no mete muchos goles. Ni regatea como un demonio, ni le verás recorrer 50 metros a la velocidad de la luz. Lo mejor –y, en este caso, lo más justo– que se puede decir de Pedri es que juega muy bien. Todo el rato. Fiesta del fútbol-fluidez. Fácil, sencillo. Simple y natural. Soluciones por doquier. Casi sin quererlo, dándole a su equipo y a los que lo forman aquello que necesitan, cuando lo necesitan y cómo lo necesitan, aunque a veces ni lo sepan. Cualidades tiene muchas, sí, como otros tantos de su quinta, pero ninguno las utiliza para jugar tan bien.

La caída de Francia no hace más que recordarnos que este juego es infinito y que, de un color u otro, todos pueden sangrar por más extraterrestres que sean. Claro, la Selección española, mucho más humana y terrenal, también duda. No hay partido sin su incógnita y a su orilla florecen los debates. La Selección es de todos y que si Morata para arriba, Unai Simón para abajo, qué pasó con Moreno y Llorente... Por eso, Pedri nunca es el tema. Uno farda de lo grande que es la tele y de las llantas del coche. No de lo bien que le funciona el Wi-Fi ni de lo mucho que enfría su congelador. Pedri es una de esas comodidades a las que te acostumbras rápido sin las que luego no puedes vivir.

En silencio, desapercibido, rodeado de dudas, caos y alboroto, también de un poquito de ilusión, de "ojo, que igual sí...", Pedri se ha colado en cuartos de final. El primero de muchos. Un talento generacional en una generación, de momento, escasa de talento.

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