El PP renuncia a tener relevancia alguna en Euskadi

Carlos Iturgaiz (izda.) es la apuesta personal de Pablo Casado (dcha.) para dirigir el PP vasco los próximos años.
Carlos Iturgaiz (izda.) es la apuesta personal de Pablo Casado (dcha.) para dirigir el PP vasco los próximos años. (Photo by Gari Garaialde/Getty Images)

Carlos Iturgaiz será elegido presidente del PP vasco en una junta convocada de urgencia por los populares para mañana mismo. Pero que nadie se lleve a engaño. El carácter "urgente" del que han dotado en el PP a la cita es decorativo. Lo justifican por la necesidad de “acabar con la interinidad” que arrastran desde la salida de Alfonso Alonso. Y si tiramos de hemeroteca, resulta que Alonso -elegido por los populares vascos- se desvinculó del partido minutos antes de que Pablo Casado lo hiciera por la fuerza en febrero. Hace casi 8 meses. Periodo en el cual, por cierto, han ocurrido 'asuntos sin importancia' como unas elecciones autonómicas

Esta desidia del PP en Euskadi -que Alonso resumió acertadamente en su despedida con in "estoy triste por el partido"- no acabará mañana con la reunión de la junta directiva regional. Sino que se va a prolongar unos cuantos años más. Porque quien va a ser confirmado en el cargo viene de lograr los peores resultados de la historia del PP en Euskadi. Apenas cinco escaños. Uno de los cuales, por cierto, pertenece a Ciudadanos, partido con el que los populares decidieron presentarse en coalición y que las urnas certificaron como error estratégico.

Viendo la apuesta por la vía de la debacle cosechada en los comicios de julio, se puede convenir ya que el PP renuncia a Euskadi. Que tira la toalla y que desiste de volver a intentar reflotar un partido que lleva 20 años ininterrumpidos perdiendo votos y más de una década sin apenas influencia en el Parlamento de Vitoria.

Una travesía en la que ha perdido importantes activos como Borja Sémper por utilizar Euskadi como tablero de juego de la confrontación para ganar apoyos en el resto de España. "Se pueden tener ideas firmes y respetar al adversario. Es más, es la forma más eficaz de defender las ideas propias", resumió un lacónico Sémper en su despedida.

¿Pero por qué ha tomado el PP esta decisión en Euskadi? Por un lado se debe a la venganza de su líder nacional, Pablo Casado, quien ha ido forzando la salida de toda la exdirectiva del partido en Euskadi y que apostó por Soraya Sáenz de Santamaría, y no por él, en las primarias del partido de hace dos veranos.

Y por otro, seguir la estrategia de Vox de plantear desde Euskadi políticas que le den rédito en el resto de España. Realizando mítines en poblaciones en las que apenas logra unos cientos de votos para, a cambio, copar los informativos con las imágenes de sus candidatos hostigados por los grupos radicales del nacionalismo vasco. Con discursos que plantean una idea de país pero en los que apenas se intuye un programa político de mínimos para el País Vasco. Insistiendo en políticas previas a la desaparición de ETA, con la única intención de seguir tensionando al electorado de extrema derecha en el territorio nacional y vendiéndose como dique de contención del nacionalismo.

El tiempo dirá si Casado logra retener ese voto de centro-derecha, pero su apuesta por perpetuar lo que no le funcionó en julio denota que el PP ha renunciado a Euskadi. Una renuncia similar a la de los tres presidentes que le han precedido a Iturgaiz al frente del PP vasco: Basagoiti, Quiroga y Alonso, han acabaron dimitiendo, cada uno con sus particularidades, por las imposiciones de Madrid en las decisiones a aplicar en Vitoria.

EN VÍDEO | El País Vasco dice adiós a ETA

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