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Paola Espinosa y su ausencia en Tokio 2020: una historia de traición, grilla y bajo nivel deportivo

Mexican Diving Team member Paola Espinosa poses for a photo, in Mexico City, on January 26, 2020. - Espinosa is part of the Mexican athletes that will participate at the Japan 2020 Olympics Games. (Photo by Omar TORRES / AFP) (Photo by OMAR TORRES/AFP via Getty Images)
Paola Espinosa ganó bronce en Beijing 2008 y plata en Londres 2012, y ahora no asistirá a Tokio 2020. / Foto: Getty Images

Paola Espinosa es la clavadista más exitosa de México y pese a que ganó un lugar para Tokio 2020, no irá a los Juegos Olímpicos. Hoy le toca vivir las traiciones que están detrás de la carrera de los deportistas más exitosos del país.

Su caso es el reflejo de lo complejo del deporte olímpico en México, donde un día te beneficias por tus aliados, y otro, sales perjudicado.

El curriculum de Paola Espinosa habla por sí solo: en su cuello han colgado dos medallas olímpicas en pruebas sincronizadas (bronce en Beijing 2008 y plata en Londres 2012) y tres medallas mundiales (oro en 2009 y bronces en 2003 y 2011). Su debut olímpico se remonta a Atenas 2004, cuando tenía 18 años, y desde entonces había sido la cara de la selección mexicana de clavados, hasta que los conflictos internos la dejaron fuera de Tokio 2020.

Pero, ¿qué hizo o qué no hizo Paola para quedar fuera de Tokio 2020 cuando fue ella la que ganó el boleto?

La respuesta tiene varias vertientes…

“Bienvenida Ana”

A comienzos de 2019, cuando la ex corredora Ana Guevara fue nombrada directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Paola encabezó las muestras de apoyo con un video denominado “Bienvenida Ana” en el que destacaban que Guevara sería una buena dirigente porque era la primer mujer en este cargo y porque al haber sido atleta sabía de sus necesidades.

“Compartimos los mismos dueños, hagámoslos realidad. Confiamos en ti”, escribió Espinosa en su cuenta de twitter.

Paola Espinosa decidió -por su maternidad- que la prueba que haría en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sería el trampolín de 3 metros en su modalidad sincronizada junto a Melany Hernández, una atleta de 20 años surgida también de la escuela de Guadalajara. El primer paso era el Mundial de Gwanju, Corea del Sur, en 2019, donde clasificaron gracias a una asignación directa de la plaza por parte de la Federación Mexicana de Natación.

Paola y Melany terminaron en la tercera posición y consiguieron la clasificación a Juegos Olímpicos para el país, debido a que los criterios de la Federación Internacional de Natación establecían que los tres primeros lugares de las pruebas sincronizadas del Mundial lograban el boleto olímpico para su nación, e internamente se tenía que asignar los nombres de las dos clavadista que estarán en Tokio 2020.

En plena sintonía con la Federación Mexicana de Natación y la Conade, Paola respaldó públicamente a la directora Ana Guevara cuando decidió recortar la beca a los deportistas mexicanos, a pesar de que muchos de ellos se quejaron. El pronunciamiento de la clavadista le generó muchas enemistades que hoy salen a la luz, sobretodo entre deportistas afectados.

El 2020, el originalmente año olímpico, fue detenido en marzo cuando el calendario internacional de clavados aún no comenzaba, así que procesos selectivos y entrenamientos quedaron detenidos. Espinosa se contagió de Covid-19, junto a su hija Ivanna, a finales de 2020.

“Tuve que tomar un tratamiento de altas dosis de cortisona para poder desinflamar mis pulmones -por la neumonía-, después me hinché muchísimo del cuerpo, pero me empecé a curar de los pulmones, el neumólogo me decía que prefería verme subida de peso que morada”, recordó la clavadista.

La telenovela de Tokio 2020

Paola volvió a los entrenamientos e integró a la selección que estaría en la Copa del Mundo de finales de abril en Tokio. La competencia se retrasó unas semanas por los problemas sanitarios en Japón y finalmente se llevó a cabo los primeros días de mayo de 2020. En ese evento se repartieron los últimos cinco boletos a Juegos Olímpicos, pero las mexicanas, ya clasificadas por el Mundial de 2019, fueron solo para sumar fogueo, analizar rivales y encaminarse a Tokio.

Espinosa había comenzado ya una campaña en medios declarando que solicitaba que le asignaran la plaza a ella y Melany por ser la mejor pareja mexicana. En los reglamentos mundiales la asignación de plazas es una potestad de la Federación Nacional, la Federación Mexicana de Natación en este caso, la que tiene que avisar al Comité Olímpico Mexicano para hacer el registro oficial ante el Comité Organizador de Tokio 2020. En México, históricamente la Conade es consultada sobre los procesos a seguir, aunque legalmente no tiene facultades directas.

Según fuentes consultadas, con ese panorama, Paola acudió con Ana Guevara para solicitarle la plaza, pero ella le dijo que la ventanilla correcta era la Federación Mexicana de Natación. Después, en la Federación de Natación le dijeron que harían un selectivo interno. Y más tarde, cuando acudió al Comité Olímpico Mexicano para exponer su caso, la remitieron nuevamente con la Federación.

En paralelo, Espinosa y Guevara se distanciaron y ahora la clavadista argumenta que haber ido con el Comité molestó a Guevara.

La trampa de la grilla política

A finales de marzo se supo que Paola Espinosa apareció en el quinto lugar de la lista de candidatos plurinominales para ser Diputados Federales. Era candidata del Partido Verde Ecologista de México (un partido polémico por apoyar la pena de muerte, violar de forma reiterada las reglas electorales y sobrevivir vía alianzas con el mejor postor, ya sea de derecha o izquierda) y el estatus de plurinominal le permitía competir en la elección sin hacer campaña, únicamente grabando videos y promocionales.

Poco a poco empezó a aparecer como la vocera de ese instituto político.

En la Copa del Mundo de Clavados este año, Paola y Melany terminaron en la novena posición con 264.90 puntos, muy lejos de los lugares protagónicos. Semanas después se supo que Melany Hernández tuvo problemas en un oído y que le costó mantener el equilibrio, además de tener fuertes dolores de cabeza. Sin equilibrio era prácticamente imposible contar y saltar giros y vueltas en una competencia de alto nivel mundial.

La Federación Mexicana de Natación se negó definitivamente a otorgar la plaza a Espinosa y Hernández sin selectivo de por medio. Inicialmente se dijo que la evaluación sería la última semana de mayo, pero nunca lo confirmó. Esa desinformación complicó el ambiente de los clavadistas, que se encontraban concentrados en una burbuja en el Centro Nacional de Alto Rendimiento de la Conade, en la Ciudad de México.

Durante esa concentración las autoridades de Conade pidieron a Paola y el resto de los clavadistas mexicanos que firmaran una carta compromiso con reglas que debían cumplir para recibir apoyos. A Espinosa le molestó que el documento le prohibiera tener actividades políticas, porque de hacerlo perdería la beca. Ella nunca la firmó, aunque asegura que fue presionada para hacerlo.

“La peor administración…”

El dilema siguió en la fosa.

La Federación Mexicana de Natación anunció el 7 de junio que finalmente habría un control técnico para definir al equipo del 11 al 14 de junio. El anuncio violó el estatuto de la Federación que obliga a convocar a este tipo de eventos con 60 días de anticipación. El concepto ‘Control técnico’ se ha vuelto muy común en los clavados en los últimos años y eso significa que se realizan competencias, se registran las puntuaciones y luego, en una reunión entre federativos y entrenadores, se define a la selección para algún evento internacional.

Paola Espinosa, primero como parte del equipo de la entrenadora Ma Jin y luego de Iván Bautista, había tenido gran influencia en el pasado para definir a los nombres de los seleccionados y las decisiones polémicas también habían sucedido en los últimos años. El ejemplo más claro fue cuando decidieron que la pareja de Yahel Castillo y Juan Celaya fuera al Mundial de 2019 y a los Juegos Panamericanos de Lima en lugar de la pareja de Rommel Pacheco —su exnovio— y Jahir Ocampo en el trampolín sincronizado de 3 metros.

Con esa incertidumbre, el selectivo Tokio 2020 comenzó y el último día del evento, el 14 de junio, tocó el turno a la prueba sincronizada femenil. Paola Espinosa y Melany Hernández terminaron en el tercer lugar, de tres parejas, con 259.20 unidades. Dolores Hernández y Carolina Mendoza fueron primeras con 283.5 unidades y Paola Pineda junto a Aranosa Chávez segundas con 267.3 puntos.

Tres días después, el 17 de junio, la Federación Mexicana de Natación anunció la lista de seleccionados olímpicos y en todas las pruebas calificaron a Tokio 2020 los ganadores del control selectivo. Dolores Hernández y Carolina Mendoza representarán a México en Tokio 2020, mientras que Paola Espinosa, que solo había participado en en la prueba sincronizada, no podrá estar en los que hubieran sido sus quintos Juegos Olímpicos.

La molestia no quedó ahí. Paola lamentó la decisión de las autoridades y las redes sociales se dividieron entre críticas por su tercer lugar y apoyo por su legado.

"Yo me gané el lugar para ir a los juegos olímpicos de Tokio 2020 en la prueba de 3 metros sincronizados", recalcó Espinosa.

Después, dio una conferencia de prensa en la que acusó que la decisión era una venganza de Ana Gabriela Guevara porque la clavadista no quiso acompañarla en sus peticiones de apoyo cuando la directora del deporte fue acusada de corrupción.

Espinosa, ya distanciada de Ana Guevara, también aseguró que ha sido “la peor administración que hemos tenido” y pidió que se investigue a su ex aliada por irregularidades en la asignación y comprobación de 50.8 millones de pesos del fideicomiso Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) en 2019.

“Me hablaron hace un año para que yo pusiera en mis redes sociales el porqué no quería que desapareciera el Fodepar, y yo no podía hacer eso porque el presidente de México dijo que nunca nos dejaría sin apoyo, y más bien era una reestructuración”, declaró tras quedar fuera de los Juegos Olímpicos. “Así que no quería meter las manos al fuego por esa investigación que estaban haciendo de falta de transparencia en el fideicomiso y por parte de la directora de Conade”.

La respuesta de Guevara fue calificar de “un pataleo” las acusaciones de Paola Espinosa.

“El deporte es marcas, clasificación, tiempos y 'jueceo' y en este caso no le favoreció y no es el chismorreo de lo que ha dicho”, sentenció Guevara en W Radio.

Mientras estuvo en la élite del deporte y con los aliados correctos, Paola Espinosa disfrutó las mieles. Cuando su rendimiento bajó, se metió a la grilla política y se peleó con sus aliados, le tocó vivir las traiciones que se dan en el deporte mexicano. Para mala fortuna de ella, su último clavado no será en unos Juegos Olímpicos.

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