El origen de llamar ‘ultras’ a los seguidores más extremistas de un equipo deportivo o tendencia política

Durante los últimos años ha sido muy habitual escuchar el término ‘ultra’ para referirse a aquellos grupos, individuos o partidos que son partidarios y/o seguidores de posturas más radicales o extremistas, ya sea en el mundo del deporte (por ejemplo los ultras de un equipo de fútbol), la política o religión, apareciendo también en forma de prefijo (ultra-) y acompañando alguna definición ultraderecha, ultraizquierda, ultraortodoxo, ultracatólico

Manifestación ultraderechista (imagen vía Wikimedia commons)
Manifestación ultraderechista (imagen vía Wikimedia commons)

También podemos encontrar que no solo ha sido utilizado para referirse a los extremos sino a aquello que se encuentra o proviene desde algún lugar muy lejano (ultramarino, ultramar, ultratumba, ultravioleta…).

Y es que el término ‘ultra’ proviene del latín (escrito del mismo modo) y cuyo significado es ‘más allá’ y hacía referencia a todo lo que se encontraba más allá de unos límites geográficos o de la lógica y entendimiento.

Por ejemplo, se referían a la ‘ultratumba’ como algo que estaba más allá de la muerte o una tienda de ‘ultramarinos’ era un comercio en el que se encontraban productos que provenían del otro lado del océano.

Pero la referencia a la conducta extremista de un individuo o colectivo podemos encontrar que empezó a utilizarse durante la Edad Media en Italia, en la que, durante los conflictos en los que vieron inmersos los Estados Pontificios, se empezó a denominar como ‘ultramontanos’ a aquellos que eran o provenían del otro lado de los Alpes (ultra= más allá, montano= montaña). El ultramontanismo hacía referencia a los galos y germanos del otro lado de los Alpes y con los que el Vaticano tenía algún tipo de conflicto.

Avanzando en el tiempo y tomando como base de extremismo y conflictividad que se le había dado al prefijo ‘ultra-‘, se empezó a emparejar con todo tipo de tendencia ya no solo religiosa sino también política, pudiéndonos encontrar que ya en el siglo XIX, durante la caída de Napoleón Bonaparte y la restauración de la monarquía borbónica en Francia, los revolucionarios utilizaron para llamar 'ultraroyalistes' (ultrarrealistas) a los partidarios de la monarquía (que provenía de las fuerzas contrarrevolucionarias) y que acabaron denominando con el apocope ‘ultra’.

A partir de entonces, se fue extendiendo la costumbre de utilizar el apelativo ‘ultra’ para referirse a los individuos o grupos más reaccionarios, conservadores, absolutistas o retrógrados, al mismo tiempo que se les vinculó con la parte más violenta de la sociedad y asociándolo a los seguidores más radicales de los equipos de fútbol y otras disciplinas deportivas.

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

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