Operadores de swaps en Colombia cuestionan tasa en mínimo récord

(Bloomberg) -- El banco central de Colombia está empezando a sentir la reacción de los mercados ante su postura de política monetaria, cuando la peor crisis política del país en años intensifica los riesgos de inflación y alienta a los operadores a apostar por aumentos de tasas.

Las protestas callejeras y la decisión del Gobierno de retirar un plan tributario diseñado para ayudar a salvaguardar la calificación crediticia del país han generado preocupación entre los operadores de bonos sobre la creciente carga de deuda de la nación. Los diferenciales de crédito soberanos se han ampliado y los disturbios también han impulsado una de las mayores liquidaciones de divisas del mundo para el peso en la última semana.

Eso, combinado con la inquietud por la espiral del gasto público y el aumento de los precios mundiales de los productos básicos, se suma a los temores de inflación. Y los operadores ahora se preguntan si los funcionarios del banco central podrán mantener la tasa de interés de referencia del país en un mínimo histórico de 1,75% durante mucho tiempo, incluso cuando la economía sigue sufriendo.

El escepticismo sobre la capacidad del banco central para mantener las tasas sin cambios es evidente en el mercado de swaps. La curva del Indicador Bancario de Referencia, conocido como IBR, ha aumentado más de 60 puntos base en las últimas tres semanas, cuando quedó claro que el proyecto de ley tributario del Gobierno enfrentaría resistencia en el Congreso. Es un cambio grande e inusual para el mercado de tasas colombiano.

La curva ahora está descontando un alza inicial de la tasa de referencia de un cuarto de punto dentro de tres meses, y un total de alrededor de 1,5 puntos porcentuales durante el próximo año. Eso se anticipa mucho a los pronósticos de economistas que, en promedio, consideran que el ajuste comenzará en enero de 2022, según la encuesta mensual del banco central.

Colombia mantuvo en abril su tasa clave en un mínimo histórico por séptimo mes consecutivo para apoyar la débil economía, que aún se ve afectada por el desempleo masivo, pobreza y un aumento de los casos de covid-19. Pero, como en muchos otros países en desarrollo, la política monetaria expansiva de Colombia ahora está en riesgo por los déficits que se dispararon durante la pandemia. Su déficit fiscal se ampliará a más de 8,5% del producto interno bruto este año, desde 2,5% en 2019.

Si bien la inflación sigue debajo del rango objetivo del banco central de 2% a 4%, la lectura más reciente mostró que se está acelerando más rápido de lo que los analistas habían anticipado y existe el riesgo de que comience a repuntar.

El propio banco central está comenzando a reconocer los riesgos, incluso uno de sus miembros votó a favor de un recorte de tasas el mes pasado. El gerente general, Leonardo Villar, ha dicho que la incapacidad para ajustar los desequilibrios presupuestarios limitaría la capacidad de la junta para mantener un nivel de tasa tan expansivo, y esta semana, la codirectora Carolina Soto se hizo eco de esa percepción.

Para Soto, hay una mayor percepción de riesgo, un aumento en las primas de riesgo de la nación, una mayor depreciación de la moneda que están dando menos espacio para la postura monetaria actual.

Nota Original:Colombia’s Swap Traders Question Record Low Rates Amid Upheaval

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