Opciones y efectos secundarios tras la lesión de Kevin Durant

Todo lo bueno se acaba y a Kevin Durant y Golden State Warriors se les acabó el idilio de la temporada regular.

La lesión del alero es fatal, pero no determinante. El esguince medial colateral en el ligamento y la lesión ósea de su rodilla izquierda prevé que estará fuera de las canchas durante un periodo de cuatro semanas. Si se cumpliera el pronóstico y no se produjera ningún retraso, el regreso de Durant estaría previsto para comienzos de abril, después de perderse en torno a 16 encuentros y a falta de seis citas para el final de la temporada regular.

En caso de producirse un retraso en su vuelta, algo que puede suceder como medida preventiva, la temporada regular podría esfumarse sin el alero en liza y se vería obligado a agarrar la forma con el equipo envuelto en los playoffs.

La prioridad en estos casos es que el jugador esté a tono para la postemporada. La prisa es arriesgada y el sosiego, recomendado. Es necesario no forzar, porque una recaída sería absolutamente determinante y lo último que quieren en los Warriors es que Durant juegue con miedo, con inestabilidad o incluso que no juegue, por eso, si es necesario sobrevivir sin él hasta avanzada la postemporada, mejor. Menos riesgo y más fresco para los momentos decisivos, son los pros de esta estrategia. La falta de ritmo, un contra. Es en esa fina línea donde tendrán que navegar los servicios médicos y el cuerpo técnico de los Warriors.

Y no es que en Golden State tengan la flaqueza de depender enteramente de un jugador. Cuando Durant se lesionó en el pasado con Oklahoma City Thunder, su baja era de lo más sensible en un equipo guiado por él y Russell Westbrook. Cuando ambos cayeron en el dique seco, era Serge Ibaka el que tomó las riendas del liderazgo. En este caso, la gama de excelencia es total. Como si los Warriors no supieran jugar y, lo más importante, triunfar, sin Durant en la plantilla. Sin él lograron un campeonato y llegaron a las Finales el año pasado, y sin él deberán luchar por atar la ventaja de campo para unas potenciales Finales con el factor Oracle Arena de su lado.

Aunque todo esté en el aire todavía y el baile de números, días y semanas aún tenga algunas imprecisiones, en los Warriors ya hay plan B, sin embargo, también quieren apegarse a la posibilidad de que regrese de cara al tramo final de la campaña y así llegar con ritmo a la postemporada. El revés es innegable, aunque hay muchas variables que podrían hacer que esta historia tenga un final feliz.

Lo que no ha sido un periplo feliz en Los Angeles Lakers ha sido el José Calderón y precisamente la lesión de Durant merma sus esperanzas de recalar en los Warriors. La organización angelina prescindió del base español hace dos días y tan solo faltaba rubricar la firma con los vecinos del norte. Con el nuevo panorama, la necesidad de un alero más en el plantel hizo que Matt Barnes recalara en el conjunto de la bahía de San Francisco y la presencia de Calderón se aleja.

Efectos secundarios de una lesión de lo más fortuita.

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