Olvídate de ver a Cristiano en vivo otra vez; olvídate del deporte como lo conocíamos
No han pasado más de dos semanas desde que los eventos deportivos se suspendieron y casi tres desde que se jugaron los últimos sin público en las gradas en el mundo. Se tenían que cumplir fechas y los partidos lucían tristes, carentes de emoción. Las hordas que antes alentaban o reclamaban, teníamos que conformarnos con ver por televisión los encuentros.
Las decisiones tuvieron que tomarse rápido. El desconocimiento del nuevo coronavirus propició su propagación en Europa. Partidos como el Atalanta contra Valencia fueron un auténtico laboratorio bioquímico que detonó la enfermedad en Italia y España. El partido de vuelta en la península ibérica se jugó a puertas cerradas, como muchos otros de la Champions y Europa League, si no estuviéramos hablando de más contagios y muchos más decesos.
SI Daily Cover: How do you cover sports when their entire existence is being threatened by a global pandemic?
Introducing the latest reporting tool in SI's around-the-clock coverage: Coronavirus + Sports, a new daily podcast with host @lmechegaray https://t.co/W9ZtRZqzWA pic.twitter.com/6rhSIaHuQE— Sports Illustrated (@SInow) March 25, 2020
Portada de la revista Sports Illustrated. “¿Cómo cubres la fuente deportiva cuando toda su existencia es amenazada por una pandemia global?”
El ejemplo sirvió para que en el otro lado del mundo, el país que más deportes consume, tuviera que cancelar sus ligas, todas, sin excepción, porque casi toda la práctica deportiva que se ve en la televisión estadounidense es profesional, desde hockey hasta la recién incrementada liga mayor de fútbol. Los que tenían sus pases listos para la nueva temporada de béisbol tendríamos que esperar, y los fanáticos del fútbol americano seguían digiriendo el reciente campeonato ganado por los Kansas City Chiefs.
Porque por costumbre milenaria, la humanidad siempre ha abarrotado los recintos deportivos y es ahí en donde hemos dejado ver lo peor o lo mejor de nosotros como especie colectiva. En casos de una enfermedad, por obvias razones la aglomeración estática por más de dos horas en un lugar, es fórmula inequívoca para alcanzar el caos y una pandemia.
Los deportes no volverán a verse y sentirse igual, por lo menos por un buen tiempo. Como los Juegos Olímpicos no volvieron a ser igual tras la Masacre de Munich ocurrida en 1972, ni la Liga de Campeones de Europa (ahora Champions League) no volvió a ser igual tras la Tragedia de Heysel, en Bélgica, en 1985.
Porque por generación, nos tocó ver algo que parecía imposible: la postergación de unos Juegos Olímpicos. No tenemos, como público en general, ni la remota idea de lo que una justa tan breve y a la vez tan compleja, significa moverla un año solamente para que se lleve a cabo. Se prevé se pueda contener la pandemia y en unos meses “volver a la normalidad”, pero si no, quizá haya que cancelar estos juegos y muchos otros eventos más, como ya está ocurriendo.
Este escenario tan inverosímil, tan imposible de haber previsto, se refleja mucho más en las cadenas deportivas que han echado mano de sus videotecas y reviven documentales, partidos y eventos para llenar sus espacios auténticamente vacíos.
ESPN o Fox Sports son quienes no vislumbran aún la luz al final del túnel. Con canales especializados, la calidad de los contenidos se ve menguada, afectada al grado de tocar temas antiguos o escandalosos, dignos de una simple revista de chismes de farándula. Se cubren discusiones sobre si se les debe pagar, mucho o poco a jugadores multimillonarios. Grandes empresarios alzan la voz ante su temor de volverse pobres si no se retoman las ligas deportivas. Los analistas deportivos no tienen temas para discutir.
Algunos organismos ven con optimismo que todo pueda volver a realizarse con cierta normalidad para el mes de mayo. Qué más quisiéramos ver como aficionados. La oferta deportiva volvería al doble. Jornadas duplicadas, más de dos partidos en siete días. De vuelta la Champions, la Liga de España, la Liga Premier de Inglaterra, con partidos de media y fines de semana. Retomarían el camino las ligas de Norteamérica, la nueva temporada de la MLS con estrellas mexicanas y retomar el fútbol de la LigaMX que comenzaba a tomar un nuevo sabor.
Y así, podríamos escribir sobre todo lo que esperamos de cada deporte, del básquetbol, del hockey, disfrutar la temporada de Grandes Ligas que lucirá como si nada hubiese pasado, el béisbol en México y su emocionante liga.
Esto sin duda servirá para que los grandes corporativos aprecien, valoren y admitan la gran importancia del público, más allá del consumidor. No, no es lo mismo jugar partidos de Champions League con y sin gente. La televisión nunca sustituirá la experiencia de estar en un estadio, en una arena.
Y a su vez, el público también percibirá con una nueva visión a sus equipos favoritos.
Y no, no creemos que esta crisis sanitaria sirva para que los salarios de las deportistas igualen a los de los deportistas. No sabemos qué tendría qué pasar para que eso suceda.
Los resultados de las crisis son siempre un renacimiento. Hay que esperar con paciencia a que éste llegue al menos en lo que resta del aún largo 2020.