Cómo es Oklahoma City Thunder, la franquicia de la NBA en la que jugará Gabriel Deck

Gabriel Deck, en lo más alto: de Real Madrid a la NBA.
Tolga Adanali

La noticia sobre la llegada de Gabriel Deck a Oklahoma City Thunder revolucionó las redes sociales el 8 de abril, pero aunque pasaron semanas desde el anuncio, el basquetbolista argentino sigue sin haber debutado en la NBA. ¿Por qué? Su situación es bastante particular. Primero, porque debió cumplir con los trámites laborales habituales exigidos en los Estados Unidos. Y una vez arribado debió hacer cuarentena.

La franquicia del estado de Oklahoma City ya se encuentra fuera de la lucha por entrar a los playoffs y, entonces, le restan unos pocos partidos de la etapa regular del torneo. En este escenario, y según los últimos reportes, Tortuga podría tener su estreno este jueves, siempre que todas las condiciones están dadas, como local, frente a New Orleans Pelicans a las 22 de Buenos Aires.

A la expectativa de que haga su presentación absoluta el 14º argentino en la mejor liga de básquetbol del planeta, bien vale un repaso de cómo es la franquicia con la que el alero santiagueño se comprometió por los próximos 4 años (aunque de manera condicional). Una de las organizaciones de historia más interesante, y particular, del deporte estadounidense.

El inicio

El pasado de Oklahoma City Thunder se remonta a 1967, cuando Sam Shulman, un reconocido empresario, y un grupo de accionistas lograron un cupo para establecer una franquicia de NBA en Seattle. El equipo llevó el nombre “Seattle SuperSonics”, en referencia al primer avión supersónico que iba a ser construido en Estados Unidos. Los primeros años fueron muy difíciles para el equipo blanco, verde y dorado. No consiguió clasificarse para los playoffs hasta que Bill Russell, histórico jugador de Boston Celtics y 11 veces campeón de la NBA, logró como director técnico llevarlo a esa instancia en la temporada 1974/1975. Cinco años más tarde, en 1979, Seattle obtuvo su único anillo, de la mano del entrenador Lenny Wilkens, que había sido uno de los mejores jugadores en la corta historia de la franquicia. Tras la conquista se dieron años irregulares para SuperSonics, que llegaba a playoffs pero no reconquistaba el título.

Su única corona

La irregularidad dejó paso a un tiempo de alta figuración cuando en los drafts de 1989 y 1990 Seattle eligió a Shawn Kemp y Gary Payton, que se transformaron en piezas clave. Junto al DT George Karl, toda una referencia de Supersoncis, devolvieron la emoción a la ciudad de Seattle y desplegaron un juego dinámico y espectacular. En la temporada 1995/1996 el equipo terminó la etapa regular con 64 victorias y 18 derrotas y se ubicó como el número 1 en la Conferencia del Oeste. En los playoffs derrotó a Sacramento Kings en la primera rueda, luego se deshizo de Houston Rockets y en la definición de la conferencia venció a Utah Jazz. La final de la NBA lo enfrentó con el Chicago Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen, que había terminado la rueda inicial con un récord de 72-10 (el mejor de la historia hasta hace cinco años).

La final contra Michael Jordan

Los Sonics cayeron por 4 a 2 pese a los esfuerzos de “El Guante” Payton por contener a Jordan. Tras la derrota, Seattle afrontó una larga reconstrucción, profundizada en el tiempo por las futuras salidas de sus dos figuras. En 1997 Kemp se fue a Cleveland Cavaliers y en 2003, por enfrentamientos con el propietario, Payton fue traspasado a Milwaukee Bucks a cambio de Ray Allen, la última gran figura que jugó en Seattle. En medio de ese proceso, en el año 2000 Rubén Wolkowyski se convirtió en esta franquicia en el segundo argentino en la historia en jugar un partido de NBA; el chaqueño debutó unos minutos después que Juan Ignacio “Pepe” Sánchez, de Philadephia 76ers, en la misma noche.

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La etapa de transición se vio marcada por el cambio de propietarios de la franquicia, en 2006. Clay Bennett la adquirió por 350 millones de dólares y tenía como objetivo construir otro estadio, pero las autoridades del estado de Washington (noroeste del país, donde está emplazada Seattle) se negaron a proporcionar dinero público. Entonces los dueños decidieron reubicar la franquicia, en Oklahoma City, la capital del estado de Oklahoma. La decisión no fue bien vista por los aficionados a la NBA pero sí aprobada por 27 de los entonces 29 propietarios; quienes se negaron a la desaparición de los Sonics fueron Mark Cuban (Dallas Mavericks) y Paul Allen (Portland Trail Blazers).

Kenrich Williams y Aleksej Pokusevski, de Oklahoma City Thunder, son superados por Ben Simmons, de Philadelphia; el presente de la organización que pasa a integrar Gabriel Deck no es alentador.
Kenrich Williams y Aleksej Pokusevski, de Oklahoma City Thunder, son superados por Ben Simmons, de Philadelphia; el presente de la organización que pasa a integrar Gabriel Deck no es alentador.


Kenrich Williams y Aleksej Pokusevski, de Oklahoma City Thunder, son superados por Ben Simmons, de Philadelphia; el presente de la organización que pasa a integrar Gabriel Deck no es alentador.

La nueva era

Ya en su nuevo hogar, el equipo cambió por completo. Tomó los colores azul, blanco y naranja, y el nombre “Thunder” (”Trueno”) fue elegido por las tormentas fuertes típicas de Oklahoma City, que se encuentra en la zona conocida como “Tornado Alley”. Pronto, en el draft de 2007, OKC seleccionó a un futuro crack, Kevin Durant, en el puesto Nº 2.

La primera temporada en la nueva ciudad fue la 2008/09 y en ella arribó, también vía draft, Russell Westbrook, un base muy atlético y explosivo, destacado en UCLA en el básquetbol universitario. El registro en esa etapa regular fue muy malo (23 éxitos, 59 reveses; 28% de efectividad), lo que le permitió obtener una posición de privilegio en el draft de 2009. En esa ocasión eligió a James Harden, un gran anotador proveniente de la Universidad de Arizona.

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En la siguiente campaña, ya con el trío Durant-Westbrook-Harden, el equipo accedió a los playoffs, como el octavo del Oeste, pero perdió en la primera rueda ante el Los Angeles Lakers de Kobe Bryant, campeón de ese año. El crecimiento de OKC fue continuo de la mano de sus jóvenes estrellas: Durant fue premiado como jugador más valioso (MVP) de la temporada 2013/2014 y Thunder participó en los playoffs en cuatro de los cinco años siguientes. En medio, llegó a protagonizar una final de NBA, la que perdió (4-1) en 2012 ante el Miami Heat de LeBron James-Chris Bosh-Dwyane Wade.

La final contra LeBron

El traspaso de Harden a Houston Rockets en la 2012/2013 fue un indicio de lo que podía pasar más adelante con Durant y Westbrook. Ambos eran superestrellas y pedían papeles protagónicos en el equipo. En la 2015/16 los rumores acerca de problemas entre ambos jugadores-franquicia comenzaron a perjudicar el vestuario pese a los muy buenos resultados. La eliminación a manos del Golden State Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson (que en la etapa regular había conseguido el récord de 73-9) en el desenlace del Oeste, pese a una ventaja de 3-1 en la serie, desató un caos en la franquicia. Durant decidió no renovar y firmó con el propio Golden State en busca del anillo que le fue esquivo en OKC.

Westbrook, el único integrante que quedó del trío estelar, fue el líder del equipo en la nueva etapa. Y se convirtió en el segundo jugador en la historia en promediar un triple-doble en el tramo regular de una temporada (Oscar Robertson lo había logrado en 1962), al proporcionar 31,6 puntos, 10,4 asistencias y 10,7 rebotes por partido, y fue distinguido como MVP de la campaña. Sin embargo, no pudo consiguió la corona, que quedó en manos de... Warriors y Durant.

Darius Bazleyde, de Oklahoma City Thunder, en una panorámica imagen frente a Philadelphia 76ers; OKC carece de estrellas: apenas un menguante Al Horford y Mike Muscala tienen algo de cartel.
JESSE D. GARRABRANT


Darius Bazleyde, de Oklahoma City Thunder, en una panorámica imagen frente a Philadelphia 76ers; OKC carece de estrellas: apenas un menguante Al Horford y Mike Muscala tienen algo de cartel. (JESSE D. GARRABRANT/)

A pesar de la llegada de jugadores de renombre, como Paul George y Carmelo Anthony, Oklahoma City y Russell Westbrook no cumplieron el objetivo de darle un anillo a la ciudad y decidieron separar sus caminos. Antes de la 2019/20 el base se fue a Houston Rockets en pos del campeonato y para reencontrarse con Harden, y Thunder comenzó un proceso de reconstrucción centrado en el desarrollo de talento joven. Pero esa campaña superó las expectativas de los hinchas, ya que de la mano del veterano base Chris Paul (canjeado por Westbrook), el conjunto sorprendió con un registro de 44 victorias y 28 derrotas, que lo ubicó quinto en el Oeste. Por la pandemia de Covid-19, la NBA organizó todos los playoffs en una burbuja sanitaria cerca de Orlando. OKC volvió a tomar de su propia medicina: fue eliminado por el Houston de Harden y Westbrook (4 a 3).

La mirada puesta en el futuro

Oklahoma City apostó ahora plenamente a los jóvenes y traspasó a Paul a Phoenix Suns a cambio de múltiples elecciones de primera rueda del draft. En la actual temporada los resultados son malos: 21 triunfos, 41 traspiés (33,9%). Pero el objetivo principal de la franquicia se cumple: desarrollar a los jugadores nuevos. Shai Gilgeous-Alexander (22 años) se transformó en un gran anotador; Luguentz Dort (21) ya es considerado como uno de los mejores defensores de la NBA; Aleksej Pokusevski (19) es una joya serbia capturada en el último draft y es un diamante por pulir.

En ese contexto aparece Gabriel Deck a sus 26 años, que aportará su capacidad defensiva, su versatilidad y la experiencia colectada en Real Madrid. Tortuga, una de las figuras del seleccionado argentino y subcampeón mundial en China 2019, tiene condiciones como para resultar valioso para OKC.

Deck se destacó en Real Madrid; el desafío, ahora, es ser competitivo en un equipo poblado de jóvenes, pero en la NBA.
Tolga Adanali


Deck se destacó en Real Madrid; el desafío, ahora, es ser competitivo en un equipo poblado de jóvenes, pero en la NBA. (Tolga Adanali/)

Un punto clave para el crecimiento del equipo será el de las selecciones de los próximos drafts. Sam Presti, el gerente general de Oklahoma City Thunder, hizo un gran trabajo en ese aspecto y adquirió vía traspasos numerosos turnos de elección. En los próximos siete años tendrá a disposición 34 picks, de los cuales 17 serán en primeras ruedas, con muchas chances de que sean turnos tempranos.

Este martes el conjunto del medio oeste tuvo una buena noticia. Más bien, la provocó: se impuso en el Boston Garden a Celtics por 119 a 115 y cortó una seguidilla de 14 reveses. Una 15ª caída consecutiva habría establecido un récord –negativo, claro está– para la franquicia. Luego de tantos golpes, una sonrisa, como para que Deck encuentre un ambiente algo mejor cuando esté a las órdenes para pisar un parquet de NBA por primera vez. En caso de hacerlo este jueves contra Pelicans, le quedarán diez partidos en la temporada como para aclimatarse y tomar confianza. La mirada, lógicamente, debe estar más allá.

En todo caso, el futuro de mediano plazo de la franquicia suena alentador y depende del desarrollo de jugadores. Deck, que firmó por cuatro temporadas, se establece en uno de los equipos que más deberían crecer en los próximos años.