Objetivo Libertadores: los refuerzos “top”

“La Copa Libertadores es mi obsesión…”, suelen cantar las hinchadas de Sudamérica, sea en el idioma que sea, castellano o portugués.

Es que el prestigio, la proyección y sobre todo los ingresos que ser campeón genera son fundamentales a la hora de plantearse el objetivo.

Boca Juniors perdió hace ocho meses la final más dura de su historia ante River Plate. Es el equipo que más veces jugó la final de la Libertadores (11 en total, de las cuales ganó 6), pero el gran objetivo es no sólo ganar la séptima y así alcanzar al más ganador Independiente sino recuperarse de esa caída ante el rival de toda la vida.

Para eso trajo dos refuerzos de renombre. Uno es Eduardo Salvio, exjugador de selección argentina y que triunfara en el Atlético de Madrid y sobre todo en el Benfica portugués.

Pero sin duda el gran golpe lo dio con Daniele De Rossi, cumpliendo así el sueño del propio jugador y sorprendiendo con un futbolista italiano, campeón del mundo y de altísima jerarquía.

Otro que está dispuesto a dejar todo por ganar su segunda Copa en la historia es Flamengo. El club carioca trajo a Rafinha, de notable paso por el Bayern Munich y a Filipe Luis, figura en el Atlético de Madrid.

Y para continuar con esta nueva costumbre, se habló en las últimas horas de una posible llegada de Mario Balotelli, el polémico pero genial delantero italiano que tiene el pase en su poder. ¿Se dará?

Sin embargo no todo queda ahí. Sao Paulo, que hoy por hoy no juega ninguna Copa continental, comenzó su sueño de regresar a lo más alto de la consideración con dos incorporaciones rutilantes: Dani Alves, de indiscutible carrea y calidad, y Juanfran, el exAtlético de Madrid, que llega a Brasil como otra revolucionaria adquisición.

No hay grandes antecedentes de europeos llegando en la era moderna a Sudamérica. Sí lo hicieron a México.

En su momento fueron Pep Guardiola a Dorados y Emilio Butrageño a Celaya. Hoy día vemos a André-Pierre Gignac en Tigres, como el claro ejemplo de futbolistas del Viejo Continente jugando en nuestro suelo.