Más del 70% de las nuevas enfermedades de los últimos 40 años provienen de animales

Mercados y ferias de animales son uno de los principales focos de infección y aparición de las nuevas enfermedades emergentes por zoonosis | imagen Narayan Maharjan/NurPhoto
Mercados y ferias de animales son uno de los principales focos de infección y aparición de las nuevas enfermedades emergentes por zoonosis | imagen Narayan Maharjan/NurPhoto

“Imaginad un club en el que estuvieran el nuevo COVID19, el virus del ébola, el del SIDA, el SARS o incluso el sarampión… ¿Cómo se llamaría ese selecto club?, la respuesta es Zoonosis”. Así inicia el divulgador Luis Quevedo en su nuevo programa en TVE la explicación de un concepto que, en estos días, se ha hecho muy popular por la brusca irrupción del coronavirus en nuestras vidas. Bajo la palabra zoonosis se esconden los vocablos griegos zoo (animales) y nosis (enfermedad) que nos proporcionan una idea sencilla: enfermedades que terminan en los seres humanos procedentes de diferentes especies de animales. Coincide esta explicación con la publicación de un reciente informe, titulado “Pérdida de Naturaleza y Pandemias”, publicado por World Wildlife Fund España y en el que se afirma que, según un estudio en Nature, más del 70% de las enfermedades humanas en los últimos cuarenta años han sido transmitidas por animales salvajes. A las más conocidas, el informe añade otras muchas, como la gripe aviar o la gripe porcina, hasta concluir que las zoonosis causan alrededor de mil millones de casos de enfermedades y millones de muertes cada año.

El artículo de Nature apunta a que un notable porcentaje de las nuevas enfermedades infecciosas emergentes que han surgido en las últimas cuatro décadas tiene su origen en fenómenos de zoonosis (60%) de las cuales, la gran mayoría (71.8%) se originan en la vida silvestre. Los autores apuntan un elemento aún más inquietante: tras analizar la aparición de 335 nuevas enfermedades infecciosas desde 1940 hasta 2004, llegan a la conclusión de que están aumentando significativamente con el tiempo.

Tanto el informe como los diferentes estudios en los que se basa, confirman que los orígenes de estas enfermedades infeccionas emergentes se conectan con aspectos socioeconómicos, factores ambientales y ecológicos, lo que además proporciona una base base para identificar regiones donde es más probable que se originen, a las que denominan “punto críticos de enfermedades emergentes”.

En un artículo, publicado en esta sección a mediados de enero y titulado “Virus, epidemias y el peligroso encanto de los mercados exóticos”, ya identificábamos algunas de las pautas y amenazas de esos puntos críticos. Luis Suárez, coordinador de conservación de WWF y uno de los autores del informe, amplía ahora aquella información con cuatro factores clave relacionados con los nuevos virus zoonóticos, las diferentes pandemias que hemos vivido en las últimas décadas y los rápidos cambios que se han producido en la Naturaleza durante ese tiempo.

La destrucción de numerosos ecosistemas y la pérdida de biodiversidad son los primeros elementos a tener en cuenta. Estamos reduciendo el hábitat de muchas especies y con ello “el riesgo de entrar en contacto con un patógeno es mucho mayor, como ha ocurrido, por ejemplo, con el ébola". La intensificación de la agricultura y la ganadería también se citan como punto de atención puesto que están contribuyendo a la proliferación de bacterias más resistentes a los antibióticos”, algo que también analizamos hace unos años en esta sección.

El tráfico ilegal de especies y el comercio sin limitaciones en numerosos mercados aumentan el peligro ya que se entra en contacto con diferentes especies que, como el murciélago, actúan como reservorio natural de virus. La captura, transporte y comercialización de estos animales es un riesgo de zoonosis como hemos comprobado en el caso de COVID19. El cuarto elemento es, por supuesto, el cambio climático que actúa como potenciador del resto de factores de riesgo.

Por supuesto existen muchos otros elementos que influyen en este importante aumento de enfermedades infecciosas, como la globalización que dificulta el cerco al virus en un solo lugar o región y consigue una extensión veloz por el resto del planeta. Sin embargo, muchos de estos elementos se pueden reducir, o incluso en algunos casos eliminar, con actuaciones firmes y propuestas legales. Otros de los factores son complicados de atajar, pero tenemos en nuestra mano aprender de esta pandemia y actuar sobre los comportamientos y costumbres humanas que elevan el peligro.

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Referencias científicas y más información:

Informe de WWF España “Pérdida de Naturaleza y Pandemias

Jones, Kate E., et al. “Global Trends in Emerging Infectious Diseases” Nature, vol. 451, DOI:10.1038/nature06536.