Cristiano Ronaldo se hace eterno

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Con un sólo toque al balón, Cristiano Ronaldo consiguió algo que muy pocos jugadores pueden lograr. CR7 demostró que es uno de los elegidos.

Del portugués se podrá decir cualquier cosa, caerá mejor o peor, pero de lo que no hay duda es que está tocado por los astros. En Turín se echó el equipo a la espalda, comandó el ataque de los blancos y se convirtió en el capitán general del conjunto merengue. No contento con eso, Cristiano Ronaldo marcó un gol de museo. Cuando se retire, el gol por el cual su carrera se recordará será sin duda el que anotó a Gianluigi Buffon para poner el 0-2 en el marcador y finiquitar –a caso, de manera virtual– la eliminatoria de cuartos de final en la Champions League para el Real Madrid.

Su chilena a pase de Dani Carvajal estuvo llena de plasticidad, de belleza, de efectividad, pero también de magia. Porque la racha goleadora de Ronaldo en lo que llevamos de año tiene algo de mágica, le pese a quien le pese. El Real Madrid no es el mejor equipo ni el más sólido, pero gracias a los goles de Ronaldo desde que arrancó el 2018, si que puede considerarse el más solvente. Un equipo abocado al fracaso tras un terrible arranque de Liga y una eliminación hiriente en la Copa del Rey, está ahora agarrado con uñas y dientes a la ilusión de lo que sería la incontestable gesta de ganar tres Champions Leagues seguidas. Si eso no es magia, ¿qué es?

Liderados por el portugués los madridistas le marcaron tres al PSG en el Bernabéu, dos en el Parque de los Príncipes y, lo que parecía imposible, tres a la férrea defensa de la Juventus en Turín. Ronaldo estuvo hiperactivo e hiperefectivo de cara a gol, anotando en su primer disparo a los tres minutos para luego poner broche de oro a su noche con una joya de gol en el momento más indicado.

El Real Madrid salió a apabullar a su rival, se puso por delante en el marcador y dominó durante 20 minutos, pero a partir de ahí la Juventus demostró que es un equipo robusto y muy peligroso. Le robó el esférico al Real Madrid y se hizo el dueño del partido. Los blancos no encontraban la manera de romper el cerrojo de la Juventus, el mismo que hizo claudicar al FC Barcelona el año pasado en ese mismo estadio, y sólo Ronaldo pareció encontrar la llave.

Su gol dio rápidamente la vuelta al mundo. Pasarán años hasta que una chilena pueda realizarse de una manera tan estética, tan maravillosa, pero incluso si llegara a lograrse, seguramente no será para batir al legendario Buffon en su propio estadio y para desinflar a un Juve que llegaba envalentonada y con ganas de revancha tras la final de Cardiff el año pasado.

De la misma manera, pasaran los años y aparecerán grandes jugadores, quizás incluso mejores que Ronaldo, pero nadie podrá equipararse a los logros que ha conseguido Ronaldo luchando contra los elementos, a base de tenacidad y pundonor; de nunca levantar el pie del acelerador.

Mañana volverá el debate a la calle. Los memes dirán que por muy bueno que sea Ronaldo, nunca alcanzará a Messi, o a Maradona, o a Pelé… y seguramente tengan razón todos ellos. Pero nadie se equivocará si asegura que como Cristiano no hay ni habrá dos. Es un tipo especial, un depredador, un jugador tocado por la varita de los dioses y que, a pesar de haber cumplido 33 años, en Turín confirmó que le queda cuerda para rato.

Con Ronaldo en este estado de forma –marcando en 10 partidos consecutivos de Champions League, llegando a 14 goles esta temporada en la competición– el Real Madrid puede soñar con los ojos abiertos. Si su cierre de temporada el año pasado fue brutal, demoledor, ahora que es un año más “maduro”, más “añejo”, lo que se puede esperar de Ronaldo es impensable. Porque Cristiano no parece envejecer, él mejora como el buen vino.

Sin duda, no hay otro jugador en el mundo como Cristiano Ronaldo.

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