La hipnosis ayuda a un niño británico de 10 años que solo comía queso a superar sus miedos con la comida

Zachary Twigger es un niño de 10 años británico que cuando era solo un bebé y le tocaba comenzar a introducir alimentos sólidos a su dieta desarrolló una fobia que, aunque lo intentase, le impedía ingerir cualquier alimento nuevo. Durante años se ha alimentado de sándwiches de queso untado, como recogen Yahoo UK y Metro. Ahora, con la ayuda de la hipnosis, ha superado su miedo y es capaz de comer otras cosas.

Becky, de 38 años y madre de otros dos niños más pequeños, ha contado que su neofobia (literalmente miedo a lo nuevo) comenzó cuando su hijo tenía 18 meses. Empezaron a darle alimentos sólidos y este se atragantaba continuamente. Era incapaz de comérselos. Antes de eso ya había probado el queso Dairylea, así que le dieron eso.

“Esto se prolongó durante años y traté de que probara otros alimentos, pero no podía tragarlos físicamente. Se atragantaba y tenía que escupir comida y lo único que podía retener eran los sándwiches de Dairylea”, ha recordado Becky.

Fueron años muy difíciles, pero pese a su reducida dieta, el niño estaba sano. Los pediatras le decían que no tenía sobrepeso y que ingería muchas proteínas. Aún así, y pese a su fobia, Zachary tenía ganas de probar cosas nuevas. Como cuando al pasar por la puerta de un restaurante chino el olor despertó su apetito. Entraron, pero “cuando la probó, ni siquiera pudo llevarse la comida a la boca”, dice su madre.

Los problemas vinieron cuando el niño desarrolló diabetes tipo 1. No tenía nada que ver con su alimentación, pero requería de insulina y a la larga comer solo sándwiches de queso podía afectar drásticamente a su salud. El problema estaba, según recuerda su madre, en que su organismo no recibía suficientes grasas buenas.

Al final, desesperada y sabiendo que tenían que afrontar el tema de la fobia a la comida sin más dilación, recurrieron al hipnoterapeuta cognitivo conductual David Kilmurry. Tras su primera sesión de hipnosis, que duró dos horas, Zachary salió de la consulta cambiado.

Esa noche no cenó sándwich de quesos, sino verdura asada, con su salsa y todo. “Fue increíble, nunca pensé que sería capaz de comer verduras y salsa, pero después de estar hipnotizado, mi miedo se fue”, ha comentado sobre aquella noche en declaraciones recogida por Yahoo en Reino Unido.

Reconoce que se acostumbró a comer siempre lo mismo, pero que le gustaba el olor de algunas comidas y se preguntaba siempre a qué sabrían. “Ahora no puedo esperar para probar diferentes comidas. Quiero ir a Pizza Express porque mis amigos dicen que es increíble”, comenta entusiasmado ante el mundo de posibilidades culinarias que se le ha abierto.

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