El llanto de la afición que poco le importa a los directivos del fútbol mexicano
Para muchos aficionados mexicanos fue una sorpresa que la franquicia de Lobos BUAP fuera llevada a la plaza de Ciudad Juárez con toda la transacción que involucró y que ocupó los principales titulares deportivos en los pasados días. Fue una tristeza sin duda para el puñado de aficionados de la BUAP.
Lobos desaparece de la Primera División, pero tendrá un lugar en la División de Ascenso hasta dos temporadas más porque ahora simplemente no “cumple con los requisitos” para un torneo que estrenará reglas, equipos y muchas cosas más. Como si fuera tan difícil evitar las reglas de la Federación Mexicana de Fútbol.
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El equipo poblano no tuvo buenos días en su breve estancia en la Liga MX, que contrastaron con la hazaña de vivir un ascenso que llamó la atención de propios y extraños al grado de crear y poblar su propia afición y ser un ‘benjamín consentido’ del fútbol mexicano.
Medios y aficionados apoyaron por dos años a un equipo que subió gracias a sus esfuerzos, pero que en la primera temporada bajó a la División de Ascenso en la que no jugó porque pagó los 120 millones de pesos que exige la FMF para permancer en Primera División.
El dolor de Manuel Lapuente por la inminente compra de la plaza de Lobos...
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Su siguiente temporada fue mejor y evitó números que pusieran en riesgo su estancia, su afición acudió al estadio, compró camisetas y apoyó al equipo cuando fue requerido. Nunca fue suficiente.
Un año después y de la misma forma que pudo permanecer en Primera por una temporada más, Lobos BUAP fue prácticamente borrado del fútbol mexicano, en un ejercicio financiero que dejó sin equipo a parte de la afición poblana y hasta el técnico mexicano, Manuel Lapuente, dejó con la boca abierta, pues se enteró de la venta del equipo gracias a los medios de comuncación.
¿Por qué cada vez menos niños se fijan en el fútbol mexicano?
¡POR LAS PORQUERÍAS QUE TIENEN QUE SOPORTAR DÍA A DÍA!
Esta niña llora porque Lobos Buap ya no son de primera, así es como se va matando la afición de los niños por sus colores.@gap_mar @CelisDeportes @Apfel_Kahn pic.twitter.com/nfKenl31wI— Los Expulsados (@losexpulsados) 11 de junio de 2019
Dentro de la afición poblana, noble y que ha aguantado la mediocridad de la Franja por más de dos décadas y la ilusión de tener otro equipo en Primera División, una pequeña no pudo ocultar su frustración al saber que los Lobos no jugarían más en el máximo circuito.
Una persona trata de consolarla, pero ni le hecho de que Puebla siga en la Liga MX, parece darle consuelo a la niña.
Situaciones parecidas se han dado con equipos con más tradición que Lobos. El Necaxa de los 70 cambió a Atlético Español y volvió a ser Necaxa años después con un título ganado como Toros, en una acción que respondió a un capricho de dueños, más que una necesidad de aficionados.
Lo mismo sufrieron aficionados del Irapuato, Unión de Curtidores, Jaguares de Chiapas, Atletas Campesinos, Ángeles de Puebla y muchos más, en situaciones parecidas basadas en transacciones financieras.
Es una pena para los aficionados de Lobos, un club que de alguna forma vive el karma de un fútbol mexicano, se queden sin equipo al menos por un año. Pero para lo que puede ser pérdida para unos, es ganancia pra otros. Aficionados de Ciudad Juárez volverán a vivir el fútbol de Primera Divisón tras varios años de ausencia.
En poco meses pocos recordarán toda esta novela trágica para Lobos y no podríamos saber hoy mismo si el equipo vuelva a ver actividad en Primera Divisón. Como se maneja el fútbol, no podríamos ni apostar por verlos en la División de Ascenso.
Pero el negocio es de pocos y con estos movimientos nos queda claro que el aficionado, que al final es quien compra las camisetas, paga un boleto, enciende un televisor, bebe un refresco, abre una bolsa de papitas, toma un vaso de leche y llora por sus equipos, es a quien menos se le toma en cuenta en el fútbol profesional de nuestro país.
La realidad es que según directivos de Lobos, el equipo no fue el negocio que esperaban.