Neymar y la cabeza de cerdo

No sería extraño que en un futuro cercano, cuando el FC Barcelona reciba al Paris Saint Germain, volvamos a ver la cabeza de un cerdo aterrizar sobre el césped del Camp Nou. Esa es la imagen que muchos en la ciudad tienen cuando el calificado de “traidor” Luis Figo vino con el Real Madrid, después de dejar el equipo azulgrana, en el 2000. El clásico del cochinillo, así lo recuerdan. Entonces al portugués lo tildaron de “pesetero”, de “vende patrias”, de “no querer la camiseta”…

Y ese mismo camino es el que los medios de Cataluña están trazando para que los aficionados orienten el sentimiento de odio hacia Neymar Junior. Un chico de 25 años que, como cualquier otra persona, sólo quiso cambiar la ciudad en la que trabaja, por algo más de dinero claro, pero al que los gurúes de las redacciones catalanas señalan como culpable. ¡Faltaría más!

Entre otros, “¡Hasta nunca!”, tituló Sport. “Neymar se equivoca, pero prefiere la plata”, comentó Dagoberto Escorcia, editor de deportes de El Nacional.

Dejando al lado la polémica sobre el fútbol-negocio, el fútbol-industria, y toda la burbuja que se mueve dentro y fuera de este deporte (y todo el hedor que emana), y la inflexión que dentro de este mismo representa el fichaje del delantero brasileño por el PSG, pregunto: ¿es negativo que un chico quiera cambiar de aires y asegurar su futuro dentro del fútbol? ¿Es malo que cambie la camiseta del Barça por la de cualquier otro club? Parece que en la Barcelona abierta y libertaria del siglo XXI, ante esta cuestión, la única respuesta sea: sí. “No existe equipo más digno que el nuestro”. “Más que un club”, dice el eslogan.

Neymar se quiso ir de Barcelona. Y basta. Buscar otros aires y nuevos desafíos, como lo dejó claro en su carta despedida. La seducción llegó desde París. Y el muchacho de 25 años dijo sí. ¿Quién con esa edad -y por mucho menos dinero- le hubiera dicho que no a la capital francesa? Déjense o dejaos de embustes.

También te puede interesar:

Exjugador del Barça promueve el Walking Fútbol

Cobi: “Los Olímpicos del 92 fueron una maldición que Barcelona siempre pagará”

El peor FC Barcelona de todos los tiempos

El Mundial de Barcelona (España 82)