Neymar: la final de “videojuego” con su amigo Lionel Messi y el insulto a los brasileños que hincharán por Argentina

Lionel Messi y Neymar formaron parte de la delantera MSN que brilló en Barcelona; ahora se cruzan en la final por la Copa América y quieren ganarla como si enfrente no estuviera su amigo.
Lionel Messi y Neymar formaron parte de la delantera MSN que brilló en Barcelona; ahora se cruzan en la final por la Copa América y quieren ganarla como si enfrente no estuviera su amigo.

RÍO DE JANEIRO.– En la definición de la improvisada Copa América que se cerrará hoy, con el esperado duelo entre Argentina y Brasil en el Maracanã, las obligaciones parecen pesar mucho más por el lado de los visitantes, que deberán quitarse de encima una pena de 28 años y, en consecuencia, complacer el deseo de su máximo referente actual, Lionel Messi. Eso está claro y ya se ha repetido hasta el hartazgo.

Por otro lado, y analizándolo de una manera superficial, se ha dicho que los anfitriones no tienen “nada que perder”, por lo que esta definición en Río de Janeiro debería tener aires de fiesta, un compromiso tan liviano como un samba de domingo en algún boteco de Santa Teresa. Sin embargo, la actual versión de la verde-amarela también pondrá varias fichas en juego, desde lo colectivo e individual.

Como se esperaba, Neymar está siendo para Brasil una estrella en la Copa América.
MAURO PIMENTEL


Como se esperaba, Neymar está siendo para Brasil una estrella en la Copa América. (MAURO PIMENTEL/)

En primer lugar, porque el equipo dirigido por Tite tiene la necesidad de reconquistar a un público que, tal vez por primera vez en el certamen, le estará prestando atención real durante dos horas, sin entregarse al ejercicio del zapping. Además, Neymar, su principal figura, no llega a la definición mucho más aliviado que Messi, ya que con el seleccionado nacional apenas conquistó la Copa de las Confederaciones 2013, en la antesala del Mundial de Brasil, en 2014, que terminó en humillación.

Por una lesión, el crack de Paris Saint-Germain no estuvo en la Copa América de 2019, cuando los brasileños se quedaron con el título de la mano de un Daniel Alves sobresaliente. Aquella vez, la final también se disputó en el Maracanã, pero ante Perú y con 60.000 espectadores en el estadio. Hoy todo será diferente; el rival es “el rival”, aquel que hasta el propio Neymar deseaba, la Argentina de Messi. “Cuando sos amigo de alguien, no es fácil dejar eso de lado… usando el ejemplo de cuando jugamos videojuegos con amigos, ¡queremos ganar como sea! Y esta final será igual”, explicó Ney.

Messi y Neymar en la eliminatoria para el Mundial Rusia 2018; aquella noche Brasil se impuso por 3 a 0 en Belo Horizonte, con un gol de su figura máxima.
Brazil Photo Press


Messi y Neymar en la eliminatoria para el Mundial Rusia 2018; aquella noche Brasil se impuso por 3 a 0 en Belo Horizonte, con un gol de su figura máxima. (Brazil Photo Press/)

En las últimas horas, el surgido en Santos osciló entre las bromas para las cámaras, las palabras de elogio hacia Messi y algunas declaraciones de patriotismo exacerbadas. “Soy brasileño, con mucho orgullo y con mucho amor. Mi sueño siempre fue estar en la selección y escuchar a los hinchas alentando. Nunca estaré del lado del rival, por más que se trate de un deporte, un concurso de modas o los premios Oscar”, se descargó en sus redes sociales el 10 de la canarinha, apuntando contra los brasileños que prefieren que la Argentina de Messi levante la copa. “Si está Brasil, yo estoy con Brasil. ¿Y los brasileños que hacen lo contrario? OK, los respeto, pero váyanse al c...”, completó.

Más allá de los factores esenciales que llevan a muchos brasileños a volcar su simpatía por los de Lionel Scaloni en esta definición, resumidos en admiración hacia Messi y una antipatía por las decisiones políticas que trajeron la Copa América al país, también nace desde el propio Neymar una división de aguas. En su propio territorio, el que jura amar, el atacante no pasa inadvertido para nadie; están quienes lo aman y no faltan quienes lo rechazan.

Cómo llega cada uno a la final y sus antecedentes en clásico

Con estas últimas declaraciones contra los torcedores “infieles”, Neymar no hizo más que profundizar y ensanchar la grieta. El ataque gratuito, incompatible con la figura de un líder de 29 años, fue mucho más que un descargo contra los futboleros de su nación, y pareció dirigirse también hacia su propio vestuario, en una muestra un tanto cruda e infantil de liderazgo. “Ser patriota es luchar por un país igualitario, usar los privilegios en nombre del bienestar social. Qué hermoso sería si todo aquel jugador o fanático de la selección pusiera en práctica el patriotismo que ostenta en el fútbol”, escribió Breiller Pires, editor del portal 90min Brasil y comentarista de ESPN.

El Neymar que simula hasta agotar a propios y ajenos, el que insulta a sus compañeros (como lo hizo en Rusia con Thiago Silva cuando el defensor tiró la pelota afuera para que atiendan a un rival mexicano), el que cuestiona a sus torcedores; ése es el Ney que aleja, el corrosivo, y el que contrasta enormemente con su otra versión, la del Neymar con la pelota en los pies, el de habilidades imbatibles, el que lanza contragolpes mortales y el que no olvida nunca a sus amigos. “Lio se muere por ganar algo con Argentina, y cuando no juega contra Brasil, siempre quiero que gane”, sostuvo el último jueves.

Neymar entrenándose en el predio Granja Comary, de Teresópolis, para la final de este sábado contra la Argentina.
LUCAS FIGUEIREDO


Neymar entrenándose en el predio Granja Comary, de Teresópolis, para la final de este sábado contra la Argentina. (LUCAS FIGUEIREDO/)

En el videojuego que propone Neymar para su enfrentamiento con Messi, saciar la sed de títulos será la recompensa. “Ahora somos rivales, y lo que más quiero es ganar mi primera Copa América”, avisó el 10 brasileño, quien también se aventuró a delinear el guión de su propia película. “Ser campeón ante Argentina sin dudas le quedará muy bien a la película del final de mi carrera”, sentenció. ¡Acción!