NBA. Facundo Campazzo: “Si me dejara escuchar a mi ego no podría estar acá”

Facundo Campazzo en la videoconferencia de prensa que organizó la NBA y en la que participaron más de 40 periodistas de varios países.
Captura de TV

Facundo Campazzo va a cumplir 30 años este martes. Está en su mejor momento en la NBA, con más minutos de juego, más aportes estadísticos, más valoración del entrenador y de los compañeros, y sin embargo sus números (5,3 puntos, 2,6 asistencias, 1,2 rebotes de promedio) en Denver Nuggets son muy inferiores a los que tenía en las últimas temporadas, en las que brillaba en Real Madrid como el mejor base del básquetbol europeo. ¿Fue un paso atrás mudarse a Estados Unidos?

Si dejara escuchar a mi ego no podría estar acá. Es la principal traba que uno le pone a cualquier cosa”, sostuvo el cordobés en una videoconferencia de prensa a propósito de la semana latina que celebra la NBA. “Hay que convivir con eso [el ego], pero controlarlo, ponerlo a un costado a la hora de jugar. A partir de eso solamente cosas buenas pueden pasar. Cualquiera en el equipo puede agarrar la pelota, llevarla. Yo tengo que leer qué necesita el equipo e ir por ahí. Mi cabeza va por la intensidad, por contagiar a mis compañeros para la defensa, por estar concentrado incluso desde el banco para, cuando me toque entrar, no cometer errores”, analizó el número 7, cada vez más base y menos tirador en Denver. O sea, cada vez más el Campazzo natural. “Con ego, quizás sólo a corto plazo puede pasar algo bueno, pero yo quiero mantenerme a largo plazo”, advirtió el producto argentino más destacado post Generación Dorada.

La defensa es lo más ponderado en Campazzo en la NBA; el entrenador Mike Malone la destaca y el argentino prefiere un robo que una asistencia.
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La defensa es lo más ponderado en Campazzo en la NBA; el entrenador Mike Malone la destaca y el argentino prefiere un robo que una asistencia. (AP /)

Al borde de terminar su tercera década, es un Campazzo más maduro, lógicamente. Ya hace ocho años tomó la decisión de convertirse en un profesional al 100%, incluida la alimentación. Ahora se valora como un basquetbolista integral, de tiempo completo, que puede hacer congeniar su ego (el sólo querer trascender en la NBA ya es una muestra de que ese ego sí existe, pero como ambición natural y aceptable) con el beneficio colectivo y con el crecimiento personal. “Estoy en un momento muy bueno también fuera de la cancha. Con Consu [su mujer], con mi hija. Venir a otra cultura nos hace crecer aun más, unirnos, abrir la cabeza, y eso se transmite a la cancha”, valoró en la charla en español con más de 40 periodistas de diversos países.

Campazzo: dos joyas de pases-gol y dos récords personales en el triunfo de Denver

En el último partido, el del 129-104 sobre Charlotte Hornets, Campazzo consiguió dos récords personales en su carrera de 34 partidos en la NBA: 10 asistencias y 4 robos. Los exaltó Mike Malone, el entrenador que al principio no les caía en gracia a los aficionados argentinos por lo poco que jugaba el ex perimetral de Peñarol, y que ahora abunda en halagos al cordobés. Al DT le gusta lo “mosca” que es para los contrarios, el fervor y el corazón que pone al servicio de Denver. Y Facundo ve ese perfil como típico del basquetbolista de su país: “Al argentino le gustan mucho la lucha, la intensidad, poner todo en bien del equipo, pensar más en lo colectivo que en lo individual. Contagian mucho tirarse a una pelota, defender duro, tomar un buen rebote. Tenían un talento increíble los argentinos que pasaron por la NBA, pero lo que más gusta de los argentinos es la entrega que ponen para el equipo”.

Mike Malone y Facundo Campazzo: elogios en español, la “mosca” que sobrevuela en la NBA y la elección entre robos o asistencias

Los dorados Ginóbili, Scola, Prigioni, Nocioni fueron contándole al petiso (”«1 metro 79», dice Wikipedia, pero...”) cómo era eso de la NBA, con la que él siempre había soñado. Como Facu para las volcadas, se quedaron cortos. “Es más difícil, más rápida la NBA. Superó mis expectativas: las facilidades para competir, las instalaciones para entrenarse, todo dado para el jugador. Está por delante de toda otra liga. Lo disfruto mucho”, comentó Campazzo, que en su carrera de seis años en la Liga Nacional y de otros seis en España anhelaba ser actor del mejor campeonato del mundo.

Y que para eso resignó no sólo figuración, sino también mucho dinero, al menos en estas primeras temporadas. Al principio tuvo poca participación en Nuggets y esa función cambiada, de recibir y tirar más que de armar y pasar para que otros lanzaran. “En ningún momento me sentí frustrado o enojado. Sabía a qué venía acá. Pasaba de tener mucho más protagonismo en Real Madrid a un rol secundario en Denver, y a tener que ganarme ese rol secundario. Lo sabía. La adaptación no iba a ser fácil. Era un proceso de equivocarme, de conocer. A veces las cosas no salieron bien, y otras veces sí. No hay que estar muy bajo por frustración ni muy alto en el buen momento”, detalló el base, que trazó un paralelismo con su ida de Mar del Plata hacia España. “En Real Madrid el desafío más grande era encajar en un equipo de muchas estrellas, mucha historia, y ceder parte de mi juego, pensar qué podía aportar, leer la situación. Acá sucedió algo parecido. Los jugadores franquicia [el serbio Nikola Jokic y el canadiense Jamal Murray] son extranjeros y al entrenador le gusta jugar «internacional». Me recibieron muy bien y en el vestuario hay muy buena onda. Pensar en qué puedo dar al equipo me ayudó a crecer y ganar confianza”, subrayó Campazzo.

Arriba Facu: los compañeros lo valoran cada vez más y "en el vestuario hay muy buena onda".
BART YOUNG


Arriba Facu: los compañeros lo valoran cada vez más y "en el vestuario hay muy buena onda". (BART YOUNG/)

Hasta ahora, de las vivencias que más grabadas le quedaron se destacan tres: los cruces con Los Angeles Lakers y Boston Celtics, por lo mítico de esos equipos; la actuación en el legendario Madison Square Garden (”quería estar ahí”), de Nueva York, y, sobre todo, la recepción que le hicieron el primer día. Vivir de primera mano el mundo NBA por primera vez. Los momentos en que conoció el estadio de Denver y a sus compañeros. “Una sensación que disfruté y que se dio por única vez”, enfatizó. Y en ese vestuario que le dio la bienvenida él tiene su espacio, pero no manda. “¿Música ahí? Poco y nada. Pero hoy puse cumbia porque casi no había gente alrededor. Estaba sólo Vlatko [Čančar, ala-pivote esloveno], una de las personas de con quienes más hablo. No quiero molestar”, reveló el argentino.

LaMelo Ball, base titular de Charlotte Hornets y, con 19 años, gran candidato a mejor novato del año, provocó a Campazzo con una frase como "sos débil y por eso no jugás más"; el cordobés dice que le "gusta" ese tipo de juego y elogia el talento del adolescente.
LaMelo Ball, base titular de Charlotte Hornets y, con 19 años, gran candidato a mejor novato del año, provocó a Campazzo con una frase como "sos débil y por eso no jugás más"; el cordobés dice que le "gusta" ese tipo de juego y elogia el talento del adolescente.


LaMelo Ball, base titular de Charlotte Hornets y, con 19 años, gran candidato a mejor novato del año, provocó a Campazzo con una frase como "sos débil y por eso no jugás más"; el cordobés dice que le "gusta" ese tipo de juego y elogia el talento del adolescente.

Sí fue molestado, por un adversario, en la noche del miércoles. LaMelo Ball, el joven base (19 años) titular de Charlotte y máximo candidato al premio al mejor novato de la temporada, le espetó en una pausa en la cancha algo así como “sos débil y por eso no jugás más”. Lo que en la NBA se conoce como “trash talk”, una “conversación basura”, una provocación. Bien a lo Generación Dorada, Campazzo no se metió en problemas. “Lo disfruto. Es parte del juego. Me gusta. Él conoce el juego, el timing. Es ganador. A mí me gusta ganar también. Pero es parte del juego; se dio esa situación. Es un placer jugar en contra de alguien que tiene tanta proyección”, devolvió el guante, lavado, planchado y perfumado. A la respuesta dura, intencional o no, la había dado en la cancha: un pase de espalda y con pique a Michael Porter Jr. para una volcada, con el fin de evitar una tapa de LaMelo en un contraataque del cordobés.

Mientras, el argentino dice estar orgulloso de representar a su región del planeta en las noches latinas de la NBA. “Espero quedarme con alguna camisetita”, anheló el 7. “Somos familia”, eligió como eslogan para esta semana Denver Nuggets. Facundo Campazzo es un miembro cada vez más aceptado y querido en ella.