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Nahuel Guzmán, el vivo retrato del antifútbol y nulo profesionalismo

LAS VEGAS, NV - SEPTEMBER 18: Goalkeeper of Tigres Club UANL Nahuel Guzman #1 warms up prior to the final match between Cruz Azul and Tigres UANL as part of the Leagues Cup 2019 at Sam Boyd Stadium on September 18, 2019 in Las Vegas, Nevada. (Photo by Omar Vega/Getty Images)
Nahuel Guzmán, portero de Tigres. / Foto: Getty Images

El marco de la final de la Leagues Cup pintaba para un partido de otro torneo más, salido de la manga para generar jugosas entradas o al menos así lo pensaron los organizadores, quienes quisieron seguir la fórmula de equipos mexicanos+MLS igual a mucho dinero.

Cruz Azul y Tigres se salieron del script, fueron quienes llegaron a las últimas instancias y dejaron fuera a equipos que son verdaderos imanes de taquilla en los Estado Unidos. El partido entre ambos pintaba para ser uno más de los moleros que debe “sufrir” Tigres como consecuencia de ser el equipo de la década, de acuerdo a sus números y las palabras de su técnico, Ricardo Ferretti.

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Para Cruz Azul, cualquier oportunidad de jugar una final significa la posibilidad de ganar algo por fin, sea el torneo que sea.

La entrada fue pobre en el Sam Boyd Stadium, de las Vegas Nevada.

Aún con todos estos elementos, hubo quien se tomó más que en serio la “importancia” del título que se jugaba. Sin saber hasta el momento de su actitud, el arquero argentino Nahuel Guzmán tuvo una actitud antideportiva en los últimos segundos del partido. Una cobarde agresión, un codazo al español Édgar Méndez.

E insistimos, el marco no daba para permitir que un jugador profesional tomara una actitud así en contra de un colega, pero este tipo de agresiones son parte de la temperatura que puede alcanzar un partido, incontrolable parece por los antecedentes de Guzmán durante su carrera deportiva.

El partido estaba por terminar y Tigres necesitaba un gol para alargar las acciones. La expulsión de Nahuel Guzmán fue la cereza al pastel, la cera para pulir el flamante trofeo ganado por el rival.

Las redes se volcaron a descalificar la acción del arquero derrotado. Los adjetivos y señalamientos son parte del mundo digital, no importa si se golpea a un rival, se desea una bomba en una plaza llena de gente o se usen ridículas pelucas para evitar a los molestos fotógrafos.

Lo que es un hecho es la actitud que justifica y se tolera con estos jugadores que carecen de profesionalismo, se diga lo que se diga. Un caso semejante, bajo un marco algo parecido, fue aquella final del Invierno 97, cuando el arquero, también argentino, Ángel David Comizzo agredió de manera inverosímil al delantero mexicano Carlos Hermosillo.

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En aquella ocasión, el guardameta prácticamente clavó los tachones de su calzado en el rostro de Hermosillo, una infame acción que la única consecuencia que acarreó fue el penal a favor de los celestes que a la postre daría el título a la Máquina, el último del que se tenga memoria. Comizzo no fue expulsado.

No hubo más. Comizzo fue y vino por otros equipos más en México y Perú, se convirtió en técnico en Argentina, tuvo a su cargo un par de equipos en la Liga MX y aquella flagrante acción violenta se volvió una anécdota sin consecuencias.

Las historia indica que Comizzo fue arquero de Tigres en la temporada 1990-91.

Se sabrá en los próximos días si habrá algún castigo, sanción o suspensión para Nahuel Guzmán, calificado por Aldo de Nigris como el mejor arquero de México. Como no es un partido oficial, quizá no veremos ninguna consecuencia, pero habrá que leer el reglamento.