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Nadal-Schwartzman: un game eterno, el puntazo de Peque y el fastidio "sol-sombra" en el court central de Roland Garros

Diego Schwartzman perdió contra Rafael Nadal en las semifinales y se despidió de Roland Garros tras la mejor actuación de su carrera en un Grand Slam. Un torneo inolvidable que depositará al argentino por primera vez dentro de los 10 mejores del ranking mundial. El español, ganador en 12 ocasiones en Paris, se llevó el encuentro por 6-3, 6-3 y 7-6(0) y se adueñó del primer boleto para la final.

Diego Schwartzman-Rafael Nadal, Roland Garros: el Peque cayó en las semifinales y se despidió de París

En el renovado estadio Philippe-Chatrier, el "patio de la casa" de Nadal (99 triunfos y apenas dos caídas en el Bois de Boulogne), el mejor jugador de la historia en polvo de ladrillo le puso un freno al envalentonado Schwartzman, que intentó hasta el final en la búsqueda de lo imposible: quitar del camino al jugador que el próximo domingo intentará celebrar su 20° Grand Slam. Y claro, durante las 3 horas y 9 minutos de juego sucedieron varias curiosidades.

Un game, 14 minutos de juego

El comienzo del partido resultó acorde al ritmo que arrastraba Schwartzman en Paris. El Peque llegaba a la semifinal tras una maratónica victoria de 5 horas y 8 minutos sobre el austríaco Dominic Thiem. Pues bien, en el Court Philippe Chatrier, el arranque contra Nadal les demandó nada menos que 14 minutos en apenas un game. El juego de inicio con el saque del español se vivió con un intercambio de derechas, drops y tiros ganadores.

"¡No la veo, boludo!"

Si bien el nuevo techo en la cancha central de Roland Garros es de gran ayuda cada vez que llueve, ahora los tenistas también deben acostumbrarse a la luz del sol. "No la veo", se lamentó Schwartzman, víctima, en algunos momentos, del efecto sombra/luz en el Philippe-Chatrier.

El grip, el "enemigo" de Nadal

El juego del ganador de Roland Garros en 12 oportunidades fue sólido de punta a punta, prácticamente sin figuras. Tal como acostumbra desde 2005, cuando ganó en el Bois de Boulogne por primera vez. No obstante, el de Manacor vivió un momento curioso en el inicio del segundo set cuando tuvo inconvenientes con el "agarre" de su raqueta, que se resbaló de su mano izquierda cuando estaba por impactar la pelota.

Uno de los puntazos del partido, obra de Schwartzman

Con el partido 6-1, 3-2 y 0-15 para Nadal, el argentino levantó a los pocos espectadores del Philippe Chatrier con una espectacular defensa tras una derecha profunda de Nadal. Schwartzman se estiró y sacó un fabuloso passing de derecha. El momento le sacó una sonrisa al Peque, que se divirtió interactuando con los simpatizantes. El Matador, en tanto, se quedó mirando con su rostro serio.

El respeto entre amigos

No hubo choque de raqueta, tal como sucede en cada uno de los partidos del último Grand Slam del año. Se sabe de la buena relación entre Nadal Y Schwartzman a lo largo de los años. De hecho, el número 2 del mundo elogió en reiteradas oportunidades al jugador que desde el lunes estará dentro de los 10 mejores del mundo. "Siempre es un desafío jugar contra Diego. Si perdí contra él en Roma es porque está jugando bien. Es uno de los mejores jugadores del mundo. Fue finalista en Roma y semifinalista aquí", consideró Nadal en la previa. Así, tras el 6-3, 6-3 y 7-6(0), ambos se saludaron de manera afectuosa en la red.