Murió ayer el actor José María Marcos

José María Marcos, actor que falleció ayer por una complicación hepática
José María Marcos, actor que falleció ayer por una complicación hepática

El primero en llegar a cada función y el último en irse. Eso si no se tiene en cuenta que, además, iba a ver cuanta obra de teatro existiese en la ciudad de Buenos Aires. Con el sí siempre a mano si de proyectos se trataba, incluso sin conocerlos en profundidad, y con la humildad, la humanidad y el humor de los mejores compañeros. Así es recordado en las redes y en cada uno de los elencos de los que formó parte José María Marcos, el actor que el 13 de mayo iba a cumplir sus 72 años y que murió ayer a causa de una complicación hepática.

Fue un gran actor. Tuvo papeles justos como en Tercer cuerpo, la obra de Claudio Tolcachir que el año pasado cumplió doce años de giras y funciones solo interrumpidas por la pandemia, recorrió el mundo y fue ovacionado y amado en todos lados. Trabajó en Tribus, bajo la misma dirección; y protagonizó Capitán, de Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu. Formó parte del elenco de La casa de las palomas, de Victoria Hladilo, en el que hacía de un hombre con un Alzheimer avanzado, compartiendo escenario con Roxana Randón. También fue parte del elenco de El amor es un bien, de Francisco Lumerman, que lo recuerda con profundo dolor pero con admiración. Fue dirigido por Alejandra Boero en Juana de Lorena, en 1994, en Andamio 90. Y la lista es extensísima y los proyectos que quedaron truncos aún más. Durante la pandemia formó parte de la obra por Zoom Consorcio de Santiago Legón haciendo del encargado del edificio con soltura y mucho humor.

José María Marcos, con sus compañeros de Timbre 4, que lo adoraban
José María Marcos, con sus compañeros de Timbre 4, que lo adoraban


José María Marcos, con sus compañeros de Timbre 4, que lo adoraban

También participó en las obras Un día de mil colores, Ezeiza (California 2), Enigma en el museo, Miel de almendras, Oberek, un bemol mayor, Las aventuras de Juan Moreira, Piratas, Merlín, el mago, Perro (un cuento rural) y Consorcio, entre muchas otras.

Hace relativamente pocos años, a juzgar por su extensísima carrera como actor, el cine lo descubrió y lo llevó a la pantalla grande en películas como La flor, de Mariano Llinás; La cordillera, de Santiago Mitre, al año siguiente; y en La odisea de los giles, dirigida por Sebastián Borensztein ; además de Los que aman odian, Al desierto, Lejos de Pekín, Una vida en la mitad y Chau, Buenos Aires.

En televisión formó parte de los ciclos Silencios de familia, Atrapar a un ladrón, Las palomas y las bombas, Bambalinas deportivas, Crónicas ferreteras y Casi feliz.

Afiliado a la Asociación Argentina de Actores desde 1983, se lo vio participar de muchas publicidades y programas televisivos aunque su lugar en el mundo era arriba del escenario. Recibido de Maestro normal nacional, en 1977 ingresó en la escuela de Alejandra Boero cursando hasta 1982 y desde entonces y hasta mediados de la década del 90 formó parte del grupo Los que vienen, dirigidos por la propia Boero.

José María Marcos, destacado actor de la escena alternativa
José María Marcos, destacado actor de la escena alternativa


José María Marcos, destacado actor de la escena alternativa

Que unánimemente se diga que su sola presencia irradiaba alegría es de los mejores homenajes que se le puede rendir al, según sus camaradas, mejor compañero que podían tener. Pero hay más, mucho más. Las redes se plagaron de sus fotos, recuerdos, anécdotas que van de la risa al llanto porque Marcos dejó marcas en todos los elencos por los que pasó.

“Es el hombre más bueno que conocí, en treinta años que trabajamos juntos nunca presentó un conflicto, ni una posición egoísta ni siquiera una mala cara. Tenía una decisión sobre el ser feliz que era admirable. Él quería actuar, le gustaba el mundo del teatro. Nunca falló a un cumpleaños, a nada. Siempre presente. Un hombre sano, luminoso. Se hace imposible pensar en que no está”, cuenta Tolcachir, consternado porque Marcos era parte fundamental de la familia Timbre 4 y su ausencia es impensable. En sus redes, el director le escribió: “Una vez te olvidaste una agenda en el teatro, y yo la abrí para saber de quién era. En cada página habías escrito con tu letra prolija: ‘Ser feliz es un derecho y una obligación’. Yo era chico y todavía no sabía cuánto había de decisión y de trabajo en la felicidad”.