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Mundial de Media Maratón: los argentinos en la carrera que postergó la pandemia

Llueve parejo en el norte de Polonia, el viento del ártico corre sobre las aguas del mar báltico y golpea en la ciudad de Gdynia. En pocas horas los mejores corredores del planeta disputarán quien es el mejor entre ellos, en 21 kilómetros y 97 metros. Allí hay cuatro atletas argentinos y dos entrenadores, y acá, uno que podría haber ido y no quiso ir. Se trata del Mundial de Media Maratón.

Vienen a terminar una historia que debería haber sucedido hace más de medio año. Pero justo cuando iba a realizarse esta prueba en marzo, un virus corrió más rápido que ningún africano y puso el mundo en pausa. Cuando volvió a girar, ya nada sería igual. La competencia se reprogramó pero en un mundo impensado hace siete meses. Para llegar a la línea de largada, el equipo argentino pasó de todo, doce horas encerrados en un aeropuerto, un par de hisopados dudosos donde nadie sabía si iban a poder largar o verían la carrera por televisión y una ciudad costera que los recibe con 8 grados de máxima. Cómo fue cruzar medio planeta, nos cuentan los protagonistas, antes de largar la carrera más importante de sus vidas.

"Sí, es mi carrera más importante, un campeonato mundial es la máxima expresión de la excelencia en el mundo, estar acá es un honor", cuenta Daiana Ocampo, ahora un poco más tranquila. Hace unas horas la angustia la había enmudecido: "No hablé con nadie en el tiempo que duró, no quería alarmarlos hasta no saber bien qué estaba pasando". Eso que estaba pasando era el aviso de que su test de covid-19 realizado al llegar a Polonia, había dado un resultado "confuso". "Fue un susto muy grande el falso positivo", explica Leo Malgor, jefe de equipo, "y vimos lo importante de estar para contenerlas". Fue una hora a la espera de aclarar la situación, "sabés que si da positivo se te cae el Mundial y lo ves de la ventana", agrega Daiana. No fue la mejor bienvenida a Polonia, pero una vez pasado el susto el equipo se hizo más equipo.

Previo a eso fue la escala en Amsterdam, doce horas en donde, por seguridad sanitaria, no pudieron salir del aeropuerto a conocer la capital de los Países Bajos. Ya desde la partida fue un vuelo de nueva normalidad. "Ezeiza sin gente fue muy raro, nos pedían mucho el distanciamiento y el barbijo durante todo el tiempo de vuelo", cuenta Florencia Borelli, atleta entrenada por Malgor y la más experimentada del cuarteto, ya participó del Mundial de Media Maratón de Valencia 2018. En esa oportunidad clasificó en el puesto 45 con una 1h13m10s siendo la cuarta mejor latinoamericana, "pero todos los mundiales son distintos", aclara la marplatense. "No es un campeonato del mundo normal", acota Malgor "es un desafío muy grande para los organizadores. Lograr la presencia de un equipo nacional en una prueba de fondo ya es meritorio".

¿Y cómo está el equipo? Marcela Gómez, actual récord argentino de maratón, da su parte: "La preparación en cuarentena fue bastante complicada", explica la atleta que entrena en Maringá (Brasil), donde vive hace más de una década. "No podíamos usar la pista o los lugares habituales pero uno se adapta a cualquier terreno con tal de entrenar". Desde el sur del Brasil viajamos a los pies de la cordillera patagónica, en Esquel, donde Joaquín Arbe hizo su preparación. "Dentro de todo llego bastante bien, en mi ciudad pude entrenar normal los últimos 3 meses", cuenta quien ha sido campeón argentino desde los 800 metros hasta la maratón pasando por todas las distancias, incluso los 3.000 metros con obstáculos. "Si bien es una carrera importante, no es que me juego algo importante o tengo la obligación de meter una marca, en ese sentido estoy tranquilo", analiza Arbe quien ya tiene, al igual que Marcela Gómez, marca clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Daiana Ocampo, campeona sudamericana 2019 de media maratón y maratón, mira hacia atrás, a su entrenamiento en cuarentena, donde gastó literalmente miles de kilómetros sobre la cinta adentro de su casa y concluye: "De todo se puede sacar algo bueno, creo que entrenar en un marco de pandemia nos hace fuertes". Y su compañera de equipo, Florencia Borelli, se alinea tras la misma idea: "Siempre trato de sacar algo positivo, y rescato que ahora valoramos mucho más algo tan simple como salir a correr. Trabajé la fuerza, que es lo que más me cuesta. Fue difícil pero traté de ver el lado bueno de la cuarentena".

Ellos son los cuatro que vestirán la camiseta argentina tras la línea de largada este sábado a las 6:00 am (horario de argentina) las damas y a las 7:30 am los caballeros, televisado por TyC Sport. Pero hay un quinto que podría haber ido y prefirió mirarlo desde 13.700 kilómetros de distancia. No es que necesitara semejante distanciamiento social, tiene en cambio otros motivos. Eulalio Muñoz, dueño de una marca de 2h11m23s que le da pasaje a Tokio 2020, los cuenta: "Nuestra idea es correr algo a principio de 2021. Entre ir una semana antes a Buenos Aires, luego una semana en Polonia, más otros 14 días de cuarentena al regresar [que le piden en su ciudad Esquel, sí, la misma que Arbe] se perdía casi un mes, por lo que con Rodrigo [Peláez, su entrenador] decidimos que no nos convenía". Esquel, una ciudad que se da el lujo de tener dos atletas para el Mundial de Media Maratón, y enviar solo uno; se le planta de frente a cualquier pueblo de Kenia.

"Caminamos por la costanera y el centro de la ciudad y es muy bonito y tranquilo", relata Jorge Basiricó, entrenador de Arbe "me llamó la atención un mirador frente al hotel de dónde tiene una vista hermosa". El golfo de Puck en el horizonte y la ciudad rusa de Kaliningrado al otro extremo de la planicie de agua. Faltan pocas horas para largar. "Soy consciente de que es la primera carrera después de un largo periodo, nunca pase por tantos meses sin competencia. Es raro, pero el entrenamiento está hecho", analiza Daiana Ocampo y apuesta: "Me gustaría mejorar mi marca personal". El viento tira la lluvia contra la ventana, Florencia Borelli busca el lado positivo: "Quizás me pueda favorecer el haber entrenado en Mar del Plata con viento y frío del mar". Basiricó también adhiere a esa hipótesis: "Creo que el frío lo favorece a Joaquín, porque para el sábado pronostican entre 4 y 8 grados, y él ha entrenado con 10 bajo cero".

El entrenador que llevó tres atletas a los Juegos Olímpicos de Río 2016 (el total del equipo fueron 10), Leo Malgor, dueño de una amplia colección de VHS de atletismo, piensa en la carrera, pero también en la historia: "Nos gustaría mejorar las participaciones anteriores de Argentina en un mundial". Sabe que el mundo volvió girar, pero no a ser el mismo: "no les pedimos que batan ningún récord pero sí que den todo lo que tienen. Entendemos lo difícil que fue entrenar en una pandemia mundial".