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Mundial-2014: Valcke inspeccionará tres estadios sin acabar

El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, acomoda sus auricularse durante una conferencia de prensa en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro el 27 de marzo de 2014 (AFP/Archivos | VANDERLEI ALMEIDA)

El secretario general de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Jérôme Valcke, inspeccionará del martes al viernes los tres estadios que están sin finalizar del Mundial 2014 (Sao Paulo, Curitiba y Cuiaba), así como la "Fan fest" de Fortaleza, anunció el jueves la FIFA. El francés empezará su viaje el martes con una visita al Arena Corinthians de Sao Paulo, donde tendrá lugar el encuentro inaugural del Mundial entre Brasil y Croacia el 12 de junio, y que presenta un retraso importante en sus obras. La organización debe entregar el estadio terminado el próximo 20 de mayo. Tres obreros fallecieron allí en los últimos meses: dos en noviembre y otro en marzo. El martes por la tarde, Valcke viajará a Curitiba (al sur del país) para inspeccionar el Arena da Baixada, que se mantuvo en el programa a última hora a mediados de febrero. El miércoles, el secretario general de la FIFA se presentará en Cuiaba (centro), otro de los estadios que están sin terminar. El cuarto y último es el de Porto Alegre, cuyas estructuras temporales están aún por terminar, a pesar de haberse inaugurado y de estar operativo. El jueves, Valcke irá a Fortaleza (noreste) para visitar en Aterro de Iracema la "Fan fest", una zona gratuita y al aire libre que permitirá reunirse a los aficionados para presenciar los partidos en pantallas gigantes. El estadio de Fortaleza ya está listo y se utilizó incluso en la Copa Confederaciones, en junio pasado. El viernes, el francés cerrará su periplo en Brasil con una conferencia de prensa a mediodía. La última visita de Valcke a Brasil se remonta a finales de marzo. Entonces, insistió en la implementación de estructuras temporales y estimó que los retrasos constatados en los estadios, que debían ser entregados a finales de diciembre de 2013, suponían una lección para la FIFA, que preparará de forma diferente las próximas Copas del Mundo.