Mourinho, el hombre II

La semana pasada publicamos la primera parte de la entrevista de José Mourinho con France Football, donde el entrenador del Manchester United develó gran parte de su personalidad más allá del campo de juego.

En esta parte final, seguimos conociendo al Mourinho que existe fuera del personaje que habitualmente vemos partido a partido.

De inicio, el entrenador portugués habló de lo que significan los títulos en su carrera y si la relación con ellos siguen siendo fundamentales para su vida.

José Mourinho dejó ver su lado más humano en una entrevista con France Football. (AP)
José Mourinho dejó ver su lado más humano en una entrevista con France Football. (AP)

“El fútbol ha cambiado demasiado. Y aprendí que hacer el trabajo es adaptarse al proyecto de los clubes grandes en los que estás trabajando y acogerlos. Yo sabía, cuando llegué a Manchester United, que me toparía con cosas buenas, pero también otras muy difíciles. Necesitaba adaptarme a esta realidad, a lo que quiere el club sin perder mi naturaleza, sin convertirme en alguien más. Por eso es que retiro lo dicho hace 10 años, que los títulos y las victorias son la mejor manera de educar a un grupo de jugadores, de cambiar mentalidades“.

Y continúa: “Fue también una nueva era del fútbol inglés. Un momento en el que el fortalecimiento financiero era tan grande que se volvió terrorífico para todos, porque esto no era entre dos clubes como en España o en uno como en Alemania, o entre uno y dos como en Francia. En Inglaterra, se regó. El escenario cambió. Si quiero comprar al mejor jugador del Tottenham, no puedo. Ni puedo comprar el mejor del Manchester City ni del Arsenal. No era así antes”.

“Todo el mundo está bajo presión. El escrutinio de la prensa es tan enorme que hasta en una situación histórica, la de Claudio Ranieri en el Leicester, te encuentras echado seis meses después de ganar el título”.

Para Mourinho, existe una sola filosofía en su lenguaje de entrenador.

José Mourinho y Paul Pogba conversan en la línea. Foto: AP
José Mourinho y Paul Pogba conversan en la línea. Foto: AP

“Adaptar. Tienes que saber cómo adaptarte a la realidad del club, lo que necesita y lo que demanda. Eso es ser inteligente…cuando llegué al Real Madrid, no habían pasado de octavos de final en los últimos 10 años. Un notable jugador como Sergio Ramos no sabía lo que eran unos cuartos de final. Barcelona era la fuerza dominante en el continente. ¿Cómo ganarles? Cuando llegué al Inter, venían siendo campeones de Italia por varios años. ¿Cómo llevarlos más allá y ganar la Champions League? Regresé a Chelsea, que no había ganado la Premier League en cuatro años. ¿Cómo hacer que eso ocurra de nuevo? La prioridad es establecer relaciones basadas en paz y amor en el equipo, crear estabilidad”, dijo.

“En este momento estoy tratando de entender por qué Luis Enrique anunció que se va a ir del Barca, de la misma manera que traté de entender, cuando estaba en Madrid, por qué Guardiola se quiso ir del Barcelona y tomarse un año fuera. Lo que te puedo decir, por mi experiencia en clubes grandes, es que la cualidad principal, si quieres tener una carrera continua de éxitos y no solo efímeros, lo que es difícil a largo plazo, es saber cómo lidiar con la presión que te rodea”.

Insiste Mourinho que la globalización del fútbol avanza de una forma voraz y ha cambiado la escenografía por completo.

“Hasta en este país [Inglaterra], que es reconocido por su tradición y estabilidad, todo va en proceso de dañarse. Los clubes son comprados por inversores foráneos, y no más por ingleses tradicionales. La temporada pasada me despidieron del Chelsea seis meses después de haber ganado el título. A Ranieri le hicieron lo mismo en el Leicester. ¡Este trabajo se está desquiciando!”, sentenció.

“Siendo honesto, no considero que el éxito que tuvo el Leicester fuera normal. En mi caso, en el Manchester United, es diferente. Tengo suerte de tener unos dueños estables e inteligentes que entienden la mentalidad inglesa en cuanto a proyecto y paciencia. El problema es que la sociedad moderna está desequilibrando esa estabilidad. Pierdo partidos al inicio de la temporada, o algunas veces no los gano, y siento la confianza de mi directiva. Me dicen: ‘Tienes tiempo, trabaja. Creemos en ti’. Afuera es diferente”.

Mourinho dice que la psicología es una parte fundamental del trabajo como técnico. Foto: Reuters
Mourinho dice que la psicología es una parte fundamental del trabajo como técnico. Foto: Reuters

Sobre entrenadores que han durado décadas como Alex Ferguson o Arsene Wenger, dijo Mourinho: “Wenger será el último. Cuando salga del Arsenal no veremos más, en la década siguiente, a un técnico quedarse en el mismo club por más de siete años, o máximo diez. Se ha vuelto imposible. No solo por el perfil del club sino también por el perfil de los entrenadores”.

“Tengo dudas sobre la nueva generación de técnicos, sobre cómo los han entrenado, sus habilidades para integrarse a todos los aspectos del club. Vas a necesitar personalidades con cualidades enormes”, añadió.

Dice también el ex entrenador del Real Madrid que ha aprendido a manejar sus emociones.

(También puedes ver: Mourinho, el hombre)

“Las puedo esconder. Y esconderlas es una manera de controlarlas. Luego de la final de la EFL Cup, estaba muy feliz. ¿Lo mostré? No sé. Pero en público, no quise ponerme en el centro de una celebración que le pertenecía a los jugadores y a los hinchas. En el vestuario fue diferente. Ahí, metí el aspecto humano de mis sentimientos y compartí la emoción”, señaló.

Sobre su evolución como técnico a través de los años, explicó: “Me tuve que adaptar a lo que son ahora los jugadores jóvenes. Tenía que entender la diferencia de trabajar con un chico como Frank Lampard, quien, a los 23 años era ya un hombre, quien pensaba ‘fútbol, trabajo, profesionalismo’, y los nuevos chicos que a los 23 son niños todavía. Yo los llamo “niños”, no “hombres”. Diez años atrás ningún jugador tenía un teléfono móvil en el camerino. Eso ya no es así. Pero tienes que adaptarte a eso, porque si lo peleas, estás trayendo conflicto y te pones a ti mismo en la Edad de Piedra”.

Reconocido como uno de los técnicos más tácticos que existen, el portugués manifiesta que es su versatilidad la clave para hacer llegar su mensaje al jugador.

“Hay dos aspectos en la preparación: el punto de vista táctico y el punto de vita mental. Desde el táctico, es muy importante hacerles entender a mis jugadores lo que quiero. Toma el ejemplo de la final de la EFL Cup. Les dije: ‘¿Cómo juega normalmente el Southampton? Pues vamos a trabajar en sus características’. Fue un equipo que estuvo 15 días en España preparándose. Sin jugar. Sin presión. Sin la prensa. Nosotros, durante ese tiempo, jugamos cuatro veces”, dijo.

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Para Mourinho el saber adaptarse ha sido la clave de su carrera.

También se refirió a un tema que pareciera tabú en su manual de entrenador, la posesión del balón, de la que muchos dicen es la antagonista de su forma de ver el fútbol.

“No es verdad. Esta temporada hemos tenido grandes porcentajes de posesión de balón en casi todos nuestros partidos. Pero todo depende en las características técnicas de los jugadores que tenga. En lo que hará al equipo ganar. La gente muchas veces confunde la posesión con el número de goles que anotas“, dijo.

“Se olvidan que la meta es siempre anotar y ganar. En el Real, tuve un equipo que rompió el récord de goles anotados en la historia de la liga: 121 goles en una temporada. Fue el mejor del mundo en cuanto a transición de juego, en cuanto a efectividad en la recuperación, y en cuanto a proyectar el balón hacia el gol”.

“En el Manchester United el equipo es diferente. Es más lento. No tiene jugadores rápidos y no les interesa tener el balón para dominar el juego. Zlatan Ibrahimovic necesita tocar el balón para poder jugar. Lo mismo que Herrera, Carrick y Pogba. Algunas veces, en los últimos 20 minutos, exploro otras opciones, y pongo a Marcus Rashford a ir en otra dirección. Pero, generalmente, trato de ajustarme a las cualidades de mis jugadores”.

Mourinho atribuye el saber adaptarse a la clave de haber ganado tantos títulos.

No me has preguntado por qué gané un título en cada liga que he estado, pero si me lo preguntas, te digo que es porque me adapté a donde sea que fui. Mi equipo juega de esta manera o de otra porque eso corresponde a los jugadores que tenga. Tan sencillo como eso”, indicó.

“Si quieres jugar a la posesión con jugadores que gambetean mucho, toman los máximos riesgos, avanzan hacia adelante con velocidad, mataría el potencial de mis jugadores. Le pude haber dicho a Di María, quien era más rápido que una flecha: “No tienes gambeta, juega a un solo toque, pasa la pelota, porque no quiero perder”. Pero prefiero jugar con las cualidades que mis jugadores tengan”.

[Image by Getty/Stu Forster]
En su primera temporada con el Manchester United, Mourinho ya ha conseguido dos títulos. [Image by Getty/Stu Forster]

Para Mourinho es importante que sus asistentes y él tengan opiniones encontradas.

“Quiero gente que tenga su propia opinión. Y hasta gente que conteste mis decisiones, que las cuestione. Siempre les digo a mis asistentes: ‘Durante el partido, quiero pensar solo’. No quiero tener a alguien que me hable cerca, que me diga cosas. En esos momentos, quiero usar my experticia, con mi instinto, con mi sentimiento”, dijo.

“Quiero manejar un equipo yo mismo. Durante la semana, sin embargo, antes o después de los partidos, espero que ellos se comporten como entrenadores, que piensen por ellos mismos, que piensen en lo que yo diga, que me critiquen, que me hagan preguntas para que explique que estoy haciendo con el equipo. Aprendí eso en el Barcelona con el señor van Gaal. Eso es lo que él le pide a sus asistentes.

Y para finalizar, dice Mourinho que pasó de ser el ‘Special One’, al ‘Calm One’ (‘El Calmado’) en el Manchester United.

“Todos esperaban que causara problemas. Pero el único problema que he tenido hasta ahora es cuando pateé una botella de agua que estaba enfrente de mí. Me enviaron a la tribuna y tuve que pagar por eso. Ese es mi problema: cuando estoy un poco frustrado, pateo botellas. Pero eso ha sido el único inconveniente que he tenido desde que llegué hace ocho meses. Así que me he vuelto el “Calm One”. Más allá de eso, tal vez mañana, sea despedido (risas)”.

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