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¿Huele mal tu orina? Te explicamos qué debes hacer y cuándo puede ser una señal de alarma

Fiebre, ardor al orinar, dolor de espalda y escalofríos son algunos signos de alarma que deben llevarnos al especialista, pues puede tratarse de una infección en el tracto urinario. (Foto: Getty Creative)
Si notas un olor penetrante en la orina es el momento de identificar las señales que te envía tu cuerpo antes de que se trate de una enfermedad más seria. (Foto: Getty Creative)

A veces, las actividades más cotidianas nos arrojan sorpresas que generan inquietud: un olor penetrante en la orina puede ser una de estas. ¿Por qué ocurre? ¿Representa un problema de salud mayor?¿Puedo solucionarlo?

Todas estas preguntas surgen como flashes mientras aún estamos inclinados ante el inodoro. La primera interrogante debería definir qué sería lo normal.

Si eres una persona saludable y te hidratas correctamente el olor de la orina, por lo general, no debe llamar la atención. No debe ser fuerte ni alarmarte de ninguna manera.

Algunas de las causas de un olor extraño en la orina pueden estar relacionadas con la alimentación y una poca ingesta de líquidos. Hay alimentos de olor fuerte que influyen en el aspecto y olor de la orina. Por ejemplo, si comiste espárragos, se harán sentir a través del olor de la orina. Medicamentos y vitaminas también pueden incidir en el mal olor de la orina, pero aunque los olores generados por estos factores suelen ser raros, no son fétidos.

Si este es el caso, según Medline Plus, publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, un olor fétido puede deberse a la presencia de bacterias. Mientras que el olor dulce puede ser una señal de diabetes no controlada, y un olor a moho puede estar relacionado con enfermedad hepática y ciertos trastornos metabólicos.

Fiebre, ardor al orinar, dolor de espalda y escalofríos son algunos signos de alarma que deben llevarnos al especialista, pues puede tratarse de una infección en el tracto urinario. El médico hará el diagnóstico adecuado y recetará el tratamiento adecuado. Un olor parecido al amoniaco es síntoma clásico de estos casos que suelen ser más frecuentes en mujeres.

(Getty Creative)
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Otro motivo que debe llevarte al médico es la posibilidad o sospecha de una enfermedad de transmisión sexual. Y sí, el mal olor de la orina puede ser uno de los síntomas, entre los que también encontramos picazón, un flujo vaginal anormal y dolor.

Sin embargo, afortunadamente, muchas veces las causas de un olor extraño pueden estar relacionadas con situaciones más simples y que podemos solucionar.

La primera de ellas es la deshidratación. No estás tomando suficiente agua y cuando vas al baño el amarillo intenso y olor penetrante de tu orina te hacen abrir los ojos alarmada. La fórmula de una correcta hidratación es sencilla. La doctora Rossana De Jongh, médico especialista en nutrición clínica, explica que cada cuerpo tiene requerimientos diferentes, pero que en promedio, deberíamos tomar entre 20 y 30 mililitros de agua por cada kilo de peso, y hasta 40 mililitros si practicamos actividad física o la temperatura del clima es muy alta.

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Consumir alimentos altos en sal también pueden ocasionar una alteración en el olor de la orina, con lo cual el consumo de agua también es la solución y evitar ingerir alimentos demasiado procesados. Teniendo una botella de agua al alcance de la mano lograremos diluir esa concentración para observar pronto un color claro en la orina y no percibir olor.

En cuanto a los alimentos que pueden ocasionar un cambio en el olor de la orina están, además de los espárragos, las coles de Bruselas, las cebollas, el ajo, el curry, el salmón, las bebidas alcohólicas e incluso el café podría influir.

La higiene femenina incorrecta puede alterar el olor de la orina y la salud vaginal. Las duchas vaginales pueden causar diversos trastornos de salud, incluyendo problemas para quedar embarazada, y están directamente relacionadas con infecciones vaginales e infecciones de transmisión sexual, según un informe reciente publicado por la Oficina de Salud de la Mujer de Estados Unidos.

La solución es limpiar la zona exterior con un gel o jabón especial, preferiblemente recomendado por el médico especialista. Con respecto al interior, hay que recordar que la vagina se limpia sola y en automático, pues el trabajo higiénico se hace a través del flujo vaginal.

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