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Morata contra el destino

Morata / Reuters
Morata / Reuters

El delantero del Real Madrid, Álvaro Morata, parecía uno de esos jugadores tocados por la varita mágica. A los delanteros canteranos, más que a ningún otro jugador en el fútbol profesional, se les mide por los goles que marcan y el madrileño, desde que debutara de la mano de José Mourinho, nunca ha tenido problema alguno en ese apartado. Pero a pesar de su idilio con el gol, tanto en el Real Madrid como en la Juventus como en la Selección Española, Morata siempre ha ido contracorriente y no ha conseguido asentarse como titular en ninguno de esos equipos.

A sus 24 años ha vuelto al Real Madrid para cumplir su sueño de asentarse en el club y en el once ideal de Zinedine Zidane, pero de momento no puede imponerse a Benzema. El francés es el favorito del técnico, quien ya ha declarado que siempre que pueda contar con él lo hará, así como con Bale o Ronaldo. En la Selección la situación es más o menos la misma: Lopetegui es un ferviente creyente en el potencial de Morata, pero de momento su delantero titular es el Diego Costa.

Por eso Morata está en un momento clave de su carrera. El delantero cuenta con renombre, ha disputado dos finales de la Champions League, ganando una y marcando en la otra, el Chelsea de Antonio Conte lo quiere sí o sí en sus filas el año que viene, pero el joven romperredes sigue sin sentirse del todo realizado.

Morata necesita que sus entrenadores apuesten por él en momentos clave, porque ya ha demostrado (en el Real Madrid ha marcado goles que han valido victorias contra el Sporting de Lisboa, el Ahtletic de Bilbao o el Villarreal) que no se esconde cuando las papas arden. El amistoso ante Francia, que de amistoso no tiene nada, puede ser el primer paso para que Morata pueda demostrar que es el delantero de la Selección.

El ex de la Juve ha crecido en las categorías inferiores de la Federación y en 2013 se coronó campeón de Euriopa Sub-21 y Bota de Oro del torneo. Lopetegui, que lideraba aquel grupo, está apostando por aquellas jóvenes promesas en su equipo y no sería raro que Morata acabara por delante de delanteros en gran forma como Iago Aspas, o el mismo Costa, siempre y cuando aproveche sus oportunidades.

En el amistoso del Stade De France se miden dos selecciones llamadas a disputarse con Alemania todos los títulos europeos de la próxima década. Si Francia propone la juventud y el desparpajo de los Griezmann, Mbappe, Pogba, Rabiot y compañía, en España los Carvajal, Isco, Thiago o Morata no les van a la zaga. Además, los de La Roja tienen ya amplía experiencia con sus clubes, pues en los últimos tres o cuatro años pocas veces no han llegado, al menos, a las semifinales de Champions League.

A Álvaro Morata se le presenta, pues, una oportunidad inmejorable de brillar en un partido que promete ser intenso, disputado, y tener un gran impacto en todo el mundo. Una actuación desternillante del atacante madridista dejaría las cosas muy claras para él en La Roja e incluso haría dudar a Zidane de cara a este final de temporada.

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