Ni el esperado enfriamiento del sol en las próximas décadas nos salvará del desastre climático

Hombre caminando a través de una calle congelada. (Imagen creative commons vista en pxfuel.com).
Hombre caminando a través de una calle congelada. (Imagen creative commons vista en pxfuel.com).

Todos los escolares saben que la luna tiene sus fases diferentes. ¿Pero y si les preguntamos por las fases de actividad solar? Seguramente las desconozcan, pero es así, el sol sigue ciclos que duran 11 años, lo cual sabemos gracias al estudio de las manchas solares.

Durante esos ciclos, se dice que cuando más manchas existen se alcanza el máximo, y que al contrario, cuando apenas se muestran manchas solares la actividad entra en su mínimo No obstante las variaciones en estos ciclos de 11 años apenas tienen influencia en nuestro clima. Pero eso no es todo, el sol atraviesa también ciclos de mayor duración, como el así llamado ciclo de Gleissberg, que dura de 72 a 83 años y que fue el causante del famoso mínimo de Maunder, que tuvo lugar entre 1645 y 1715.

La actividad solar durante esa época fue tan baja, que en 30 años se observaron apenas 50 manchas solares cuando lo normal habría sido ver entre 40.000 y 50.000. Durante aquellos años nuestro planeta vivió una pequeña edad del hielo. Londres contempló como el Támesis se congelaba, y los suecos aprovecharon el hielo que cubría el mar Báltico para invadir Dinamarca en 1658.

El frío en cambio no fue global entonces, sino que enfrió unas zonas y calentó otras. De hecho durante el mínimo de Maunder Alaska y Groenlandia experimentaron un alza en sus temperaturas medias.

Bien, pues los científicos creen que algo así volverá a repetirse para 2050, cuando nuestro sol se vuelva inesperadamente frío alcanzando lo que llaman un “gran mínimo”, período durante el que nuestra estrella emitirá menos radiación ultravioleta que lo habitual.

En efecto, tras dos décadas de observación solar con ayuda del satélite International Ultraviolet Explorer, así como con más datos obtenidos observando a otras estrellas cercanas con características similares a nuestro sol, un equipo de la Universidad de California en San Diego, luderado por el físico Dan Lubin, ha calculado el tiempo que falta para la llegada del próximo gran mínimo.

Como os adelantaba esto sucederá dentro de tres décadas, y el equipo de Lubin cree que el sol será un 7% más frío que lo normal durante un mínimo de sus ciclos de 11 años.

No obstante, aunque en 2050 se alcanzarán las temperaturas más bajas, el período frío comenzará esta misma década, y abarcará – siempre según los autores del trabajo – desde 2020 hasta 2070.

Ya se lo que estáis pensando. ¿Buenas noticias para contrarrestar el calentamiento global, verdad? Pues no, los científicos han advertido que el gran mínimo no detendrá el calentamiento, simplemente lo ralentizará temporalmente. Lamentablemente la concentración de CO2 seguirá ahí esperando a que el sol vuelva a desatar su actividad habitual.

El trabajo del equipo de Lubin se publicó en The Astrophysical Journal.

Me enteré leyendo un artículo de 2018 publicado en The New York Post.

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