Mick Schumacher, el hijo de la leyenda al que Ferrari le hace un guiño, ganó en la Fórmula 2 en una pista muy familiar

En el mismo fin de semana que Mattia Binotto, director de la actualmente sufrida escudería Ferrari, destacó "la voluntad, la entrega, la curiosidad y la constancia" de Mick Schumacher, el hijo del séptuple campeón de Fórmula 1 Michael Schumacher le respondió con su primera victoria del año en la F2. El joven alemán, de 21 años, se adjudicó el GP de Italia, celebrado en Monza, la misma pista donde su padre se quedó cinco veces con la victoria en la máxima categoría del automovilismo.

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Mick, surgido de la Academia de pilotos de Ferrari y quien podría dar el salto a la Fórmula 1 el año entrante con Alfa Romeo, se impuso en el "Templo de la Velocidad". "Es algo especial ganar en Monza", comentó tras su victoria, edificada desde una gran largada: del séptimo lugar de la grilla saltó al segundo antes de la primera curva.

La gran largada de Mick Schumacher

Luego del triunfo, el alemán quedó tercero en el campeonato con 131 unidades, a sólo tres de los líderes, el ruso Robert Shwartzman (compañero de Schumacher en el Prema Racing) y el inglés Callum Ilott.

La llegada

Su padre, campeón de la F1 en siete oportunidades (1994, 1995, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004), permanece bajo un estricto protocolo de hermetismo en su mansión de Suiza tras el grave accidente sufrido en diciembre de 2013, mientras esquiaba en Francia, y su estado de salud se mantiene en reserva absoluta desde entonces.

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Binotto participó como ingeniero en la serie de títulos que Michael logró con entre 2000 y 2004 con la marca. Mick fue campeón de Europa de Fórmula 3 en 2018, ascendió a la Fórmula 2 el año pasado y terminó duodécimo el campeonato, con una victoria.