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Masters de Augusta: Abel Gallegos ya vive la magia del torneo y practica junto con las estrellas

La cumbia se escucha al ingresar por Magnolia Lane. El ritmo popular rompe con el aura de exclusividad de Augusta National y allí entra al club Abel Gallegos, el chico argentino que cumplirá el sueño de jugar desde este jueves el Masters de Augusta. La música retumba y el golfista oriundo de Veinticinco de Mayo disfruta al volante de un Mercedes facilitado por la organización. En el auto lo acompañan tres hombres vinculados con la AAG: Hernán Rey -su coach-, Juan Ignacio Gil, que le hará de caddie, y Matías Anselmo, instructor en un rol de traductor. "Oso", "Gordo" o simplemente "Abelito" empieza a hacer realidad su gran ilusión desde que agarró por primera vez un palo, a los 5 años de vida.

Abel Gallegos: el argentino de 17 años que se clasificó para el Masters y el Open

Gallegos, de 18 años, por fin tendrá la chance de jugar de manera competitiva en el campo de magnolias y azaleas. No pudo ser en abril; será ahora, en una cancha con un verde no tan intenso como en su fecha habitual, pero igualmente atrapante. Todo gracias a ese histórico triunfo en el Latin America Amateur Championship que cristalizó en enero pasado en Playa del Carmen, México, y que le permitió conseguir un lugar como aficionado en el major que seduce a cualquier profesional.

El sábado tuvo su primer día de práctica junto con su equipo: putting, chipping y tres horas y media en total para recorrer el trayecto de ida. La premisa fue anotar todas las caídas y cualquier otro detalle que pudiera servir. El domingo recorrió los primeros 9 hoyos con Phil Mickelson y en los segundos nueve ensayó con Tommy Fleetwood, gracias a la relación de Hernán Rey con el inglés en el European Tour. Sobre todo, Abel se sorprendió con lo largo que pegó el zurdo de San Diego: "Todavía Phil le da y no parece que tuviera 50 años, está muy bien físicamente. Además, es una gran persona. A los jugadores los conocés en la tele, pero son grandes tipos. Y si te pueden aportar consejos, te los dan. Mickelson me enseñó un tirito por abajo que se va a utilizar mucho esta semana, porque cambió el pasto y la pelota no se clava y salta. Me ayudó mucho", contó el amateur en un vivo de Instagram de Golfloslunes.

"Es una cancha muy cansadora y que jugará más larga que cuando la practiqué en marzo", contó Gallegos
Fuente: Archivo - Crédito: Enrique Berardi / LAAC

Y ayer llegó el momento de practicar con Rory McIlroy, el crack norirlandés que había estacionado la camioneta a su lado cuando llegó por primera vez al predio de Augusta. "Lo fuimos a encarar, no me lo podía perder. Le pregunté si quería practicar conmigo. ¿La verdad? Una excelente persona, mucha humanidad, me dijo que sí, que el lunes 2.30 PM pegaríamos", contó al programa radial No está dada, por Milenium.

Hubo un primer momento de nervios cuando el grupo celeste y blanco se sometió al hisopado, en el arribo a la sede del torneo. En la mente merodeaba el positivo de coronavirus que había amargado al chileno Joaquín Niemann y que lo privará de actuar en semejante certamen. Por suerte, los resultados fueron favorables para los argentinos, pero las malas noticias siguieron en este sentido, ya que el español Sergio García, campeón 2017, no superó ayer el test y también quedó descartado: llevaba 21 años sin perderse un major.

Con sus cachetes colorados y esa picardía siempre latente al hablar, Gallegos está fascinado con lo que observa alrededor en la previa del Masters. "Acá, todas las instalaciones son perfectas. Además te tratan como a uno más y te hacen sentir cómodo, es lo mejor del Club House". Entre las tantas tradiciones del campeonato aparece el sandwich Pimento Cheese, condimentado con una fórmula "secreta". "Lo probé, está bueno, igual me quedo diez mil veces con un chori", revela riéndose el jugador de 1,91 que se formó en Las Mulitas Golf Club.

La lógica es que los amateurs del Masters hagan un curso acelerado pensando en un futuro a corto o mediano plazo en el profesionalismo. Gallegos ofrece su perspectiva: "No vengo a buscar un resultado, sino a cumplir objetivos del proceso. Es confiar en mí y en mi instinto, yo sé que puedo y estoy a la altura. Quiero ganar el Low Amateur, pero si no puedo y cumplo con todo lo otro, será un triunfo en sí mismo", argumenta el chico que este martes practicaría nada menos que con Bryson DeChambeau, la sensación de este año en el PGA Tour: "No sabés lo grandote que está. Se escuchan fuerte los clavos de acero cuando camina".

Abelito asegura que viene manejando bien sus niveles de ansiedad antes del debut y opina sobre el par 72: "Es una cancha muy cansadora y que jugará más larga que cuando la practiqué en marzo; hay muchos hoyos que suben. Desde aquella fecha busqué ponerme bien físicamente, fue uno de las metas y la conseguí; estoy muy cómodo, preparado y pegando muy bien", asegura.

Si bien estará ausente debido a que fue operado de una muñeca, se prevé que Angel Cabrera forme parte este martes de la Cena de Campeones, cuyo anfitrión será Tiger Woods, el campeón de 2019. "Capaz que nos cruzamos para charlar un poco con el Pato. Sabe muchas cosas y quiero aprovecharlo", comenta Gallegos, quien se situó en el hoyo 18 desde donde pegó el cordobés entre los árboles, para llegar al green durante su hazaña rumbo al título del Masters 2009. "No hay hueco, te parás ahí y no sabés por dónde la tiró, pero en el momento decisivo se nota que la vio".