Anuncios

Masters 1000 de Roma: lo que dijo Schwartzman a pocas horas de la gran final contra Novak Djokovic

Enfocado. Así se muestra Diego Schwartzman pocos minutos después de su triunfo en la semifinal del Masters 1000 de Roma sobre Denis Shapovalov, y también sin tiempo para relajarse: en el mediodía argentino del lunes (las 17 en la capital italiana) lo espera nada menos que Novak Djokovic, el número 1 del mundo, en la finalísima.

"Necesito jugar más de mi 100 por ciento. No quiero decir que [será] imposible, porque no es imposible. Sé que puedo vencerlo. Pero va a ser muy difícil", destacó el argentino en la rueda de prensa posterior a la extenuante semifinal que duró más de tres horas.

Impacto argentino en el Masters 1000 de Roma. Schwartzman venció a Shapovalov y jugará la final ante Djokovic

El Peque reconoció que sabe que, si vence el lunes, además de lograr el mejor título de su carrera, ingresará dentro de los 10 mejores del ranking. "Me juego muchas cosas. Además de jugar mi primera final de Masters 1000 y contra Djokovic. El año pasado acá jugamos un muy buen partido, mañana espero repetir algo parecido, intentar con la experiencia que cada año voy ganando para tomar las chances que me pueda llegar a dar", dijo, al recordar el cotejo que protagonizaron en la semifinal de 2019, con victoria para el serbio en tres parciales.

"Voy a enfrentar a un gran campeón, que el único partido que perdió fue la eliminación por default [descalificación] en el US Open y está claro que será más que difícil. Pero tengo que olvidarme rápido de lo de ayer (vencer a Nadal), lo de hoy, ya voy a tener tiempo de disfrutar cuando termine la final. Hay que salir a ganar como sea y preparar el partido como si fuese de primera ronda. Ojalá que las cosas salgan bien, y si no salen, sé que estoy a tiro y me siento bien de vuelta", amplió Schwartzman.

Diego Schwartzman-Novak Djokovic, por la final del ATP Masters 1000 de Roma: horario y TV

Ante la consulta sobre si el de esta semana es uno de los mayores impactos desde que sumó a su equipo de trabajo a Juan Ignacio Chela como entrenador y al preparador físico Martiniano Orazi, señaló: "Puede ser. Es muy amplio. Hay un trabajo enorme que no se ve en el día a día y que hacemos todos, más en el deporte individual, algunos más que otros. Siempre busqué mejorar, buscar todo lo mejor que pude tener al lado, porque sé y soy consciente y hoy mismo me pasó, que no voy a ganar tres puntos con el saque en un game, que no se me van a facilitar las cosas, que voy a tener que correr dos o tres pelotas más por punto, que voy a tener que estar muy fino con mis golpes, porque sino me va a pasar lo de las semanas anteriores, cuando volví al circuito".

"Trabajé para que las cosas me salieran bien y para estar preparado para que sucedan las cosas de esta semana y muchas otras desde mediados de 2016 hasta hoy. Eso está en mi cabeza. Es lo que hablamos siempre con Juan (Chela) y lo que me dijeron en estas semanas: 'Vos sabés que estás muy preparado para cuando las cosas salgan bien'. Y las cosas en algún momento van a salir; si no salen, sé que hice todo lo que estuvo a mi alcance. A veces duele cuando la gente que no sabe todo eso que hacés afuera de la cancha piensa que uno está paseando, haciendo otra cosa, y uno se la pasa horas y horas trabajando. Tengo un trabajo que es espectacular y vale la pena esforzarse así. Sé que estoy preparado para cuando las cosas salen bien y es lo que me inculcó toda la gente que tengo al lado, que escucho mucho", consideró el Peque.

Antes de cenar, Schwartzman contó cómo esperará la finalísima: "Después de la sesión de masajes voy a tirarme un rato en la cama. Es muy difícil dormir en estos días, por más que uno haya corrido muchas horas en la cancha. No aparece el sueño por ningún lado y se complica. Elongar un poquito, dejar el celular de lado, hidratarme bien. Y mañana será un nuevo día. Tengo que olvidarme de todo lo que hice ayer y hoy y pensar solamente en la final".

El Peque finalizó con una reflexión: "Estas semanas fueron una montaña rusa. En la pandemia nunca dejé de entrenarme, en mi casa primero, después cuando nos permitieron jugar cerca de casa, con los cuidados, entrenando solamente con Juan, ver lo mal que la está pasando la gente en la Argentina... Uno quiere hacer las cosas bien, que le vaya bien, las cosas no salían, te agarra como un ida y vuelta y pensás: '¿Habré hecho bien en entrenar tanto? ¿Me preparé bien?'. Se te cruzan muchas cosas por la cabeza. Ahora digo: 'Qué bien que preparé todo'. Es un ida y vuelta mental difícil, pero bromeando dije que estamos y vamos a terminar muy locos. Igual la locura nadie dice si está bien o mal. Locos vamos a terminar".