Mascherano en Estudiantes: cómo es su nexo con el plantel y de qué jugará

"Es uno más. Pasa desapercibido". "Es común, sencillo". "Es cordial en el trato con todos". Las voces de quienes concurren diariamente al country club de City Bell describen al refuerzo más rutilante del fútbol nacional desde que Carlos Tevez volvió a Boca, a mediados de 2015: Javier Mascherano. El ex capitán de la selección, de una carrera admirable, se luce por la humildad y la seriedad para el trabajo, valores que exige el ADN de Estudiantes de La Plata.

"Comprobé todas esas cosas que fueron contándome de cómo era Estudiantes. Me pareció espectacular. Uno siempre quiere que el club sea parecido a lo que es uno: gente sencilla, normal, que está todo el tiempo sumando. Estoy feliz de volver a tener sensaciones por volver no sólo al fútbol argentino, sino también al país", afirma Mascherano en el sitio del club pincharrata.

Otro elemento fundamental para que el mediocampista se decidiera por el equipo platense fue que la institución estaba ordenada. "Es fundamental para pensar solamente en jugar al fútbol. En otros casos el jugador que viene de Europa tiene que cargarse con cosas extras que no ayudan", valora.

¿Cómo es su nexo con el plantel?

En estos primeros días en City Bell, el futbolista de 35 años realiza la pretemporada a la par del resto. La empezó el 2 de enero, después de dos años en Hebei China Fortune. Es correcto y cordial en el trato con los más jóvenes, que le prodigan respeto y admiración. Se lo ve más verborrágico con Gastón Fernández y Mariano Andújar. Gracias a la amistad que tienen desde la época en la que compartían la selección argentina, el arquero alojó en su propia casa a Mascherano cuando este arribó a La Plata, mientras la familia del recién llegado se encuentra en San Lorenzo, la santafesina ciudad natal de Javier.

¿De qué jugará?

En las primeras prácticas de fútbol el entrenador Gabriel Milito mostró su intención de colocarlo como volante central, su posición favorita, descartando utilizarlo como defensor central, la función que desempeñó en los últimos tiempos de sus siete temporadas y media en Barcelona más por una necesidad del equipo que por rendimiento del jugador.

Según el cuerpo técnico, Mascherano está pensado como el 5 en un esquema 4-3-3 (en los ensayos estuvo acompañado a los costados por Enzo Kalinski y Lucas Rodríguez) o como único mediocentro en un 4-1-4-1. El próximo sábado, frente a Defensores de Cambaceres en el recién estrenado estadio Uno, tendrá su primera prueba amistosa en un equipo que navega irregular en el medio de la tabla de la Superliga y que, con el ex capitán del seleccionado, intentará dar un salto de calidad que le permita clasificarse para disputar una de las copas sudamericanas.

¿Hay un DT en el futuro?

Por sus características como jugador, Mascherano tiene todo como para vivir el fútbol al costado de la cancha una vez que se retire. Desde sus primeros años en la selección -debutó a los 19 años en la propia La Plata, ante Uruguay- como en River, y luego en el fútbol europeo, no solamente se lució por su despliegue y su quite, sino también por su inteligencia y su liderazgo, dos características ideales como para encarar una carrera como entrenador.

Cada vez que se lo preguntan, él afirma que quiere seguir ligado al fútbol. Y también eso influyó para que se incorporara a Estudiantes: al lado tiene a un amigo ya formado, Gaby Milito, y estar en el club le permite tener un contacto más directo con Alejandro Sabella, el director técnico con quien construyó una conexión humana muy estrecha en el seleccionado nacional.

"Con Alejandro he tenido una relación de técnico y jugador que no he conseguido con otros entrenadores. Iba más allá de lo que pasaba en el campo. Hay cariño, respeto; podemos hablar de diferentes temas y me siento muy cómodo con él. Vivir cosas tan importantes para los dos en nuestras carreras le dio más intensidad. No sólo pensamos lo mismo respecto al fútbol y la profesión, sino que además nos une un mismo pensamiento sobre la vida, que nos hace sentirnos muy bien hablando el uno con el otro", cuenta Javier, que se reencontró una semana atrás con Sabella. Se fundieron en un interminable abrazo, como aquel que se dieron luego de dejar en el camino a Holanda y alcanzar la final en el Mundial Brasil 2014.

Antes y después de cada práctica, Mascherano dedica minutos a charlas futbolísticas con Milito y con parte de su cuerpo técnico, integrado por Leandro Ávila y Christian Serrano, como para intercambiar y adquirir conocimientos. También mantiene una relación de cercanía con el presidente del club, Juan Sebastián Verón, y el secretario técnico, Agustín Alayes, otros dos hombres muy del fútbol.

"Mi manera de ser va de la mano con lo que predica el club" es la frase que mejor resume el sentir futbolero de Mascherano, que intentará ganarse un lugar en el equipo titular para la reanudación de la Superliga, contra San Lorenzo, y regresar oficialmente con total vigencia al fútbol argentino luego de 14 años y medio.