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Marco Asensio ya no se puede seguir manteniendo en secreto

Marco Asensio / Goal.com
Marco Asensio / Goal.com

Zinedine Zidane jugó ante el FC Barcelona con una mano atada a la espalda. O a la pata coja. O con Gareth Bale y Benzema de titulares. O con Marco Asensio en el banquillo durante 70 minutos. Míralo como quieras, porque el resultado es el mismo: los equipos no estaban en igualdad de condiciones desde el minuto 0 de partido.

En la ida de la Super Copa de España, el Real Madrid venció con contundencia al FC Barcelona por 1-3 en el Camp Nou, luchando contra viento y marea, pues el árbitro –De Burgos Bengoetxea, en su primer Clásico– estuvo excesivamente casero y cometió varios errores de bulto en contra del equipo merengue. Sin embargo, y más allá de la polémica, cabe destacar que fue Zidane quien decidió dar algo de ventaja a su máximo rival, dejando a su mejor jugador del momento en el banquillo.

Justamente en ese banquillo estaba Cristiano Ronaldo también, pero no es el hombre del que estábamos hablando. Ahora mismo en el Real Madrid quizás no haya nadie tan inspirado como Marco Asensio. El mallorquín volvió a dar un recital en los 20 minutos que jugó. Es un atleta imparable, que auna visión de juego, disciplina táctica y un temible disparo.

Asensio, con 21 años, volvió a marcar un gol de bandera en su debut en una competición oficial (la Super Copa de España, en este caso), para poner el tercer tanto en el marcador tras haber visto más de 65 minutos desde el banquillo. El Real Madrid ganó y ganó bien, más allá de los errores del árbitro, que dio un penalti inexistente al Barça para que Messi marcara el 1-1 y luego expulsó a Ronaldo por una caída en el área que De Burgos Bengoetxea apreció como intento de engaño y le valió la segunda amarilla 24 minutos después de saltar al campo y escasos segundos después de anotar un golazo de bandera. Pero toda esa polémica no debería hacernos perder el foco de los minutos que volvió a brindarnos Marco Asensio. Lo del mallorquín ya no se puede esconder. Es un secreto a voces. Tiene madera de futuro Balón de oro, eso no lo duda nadie, pero lo que quizás chirría un poco más en el club es que el chico está empujando con tanta fuerza que está poniendo muy en duda la necesidad de contar con Gareth Bale o Karim Benzema como titulares por delante suya en estos momentos.

La curva ascendente de Asensio es imparable. En sólo 20 minutos hizo todo bien cubriendo un hueco importantísimo en el equipo de Zidane, el que dejaba el correcaminos Mateo Kovacic, que secó completamente a Messi durante todo el partido y así y todo tuvo tiempo de armar varias grandes jugadas de ataque. Asensio como interior se multiplicó en defensa, recuperó, y dio empaque a ese 4-1-4-1 que puso Zidane en liza dando también entrada a Lucas Vázquez por la derecha.

Tras la expulsión de Ronaldo y con el Barcelona en tromba en busca del empate, Asensio dio un recital en ese nuevo 4-1-4-0, desdoblándose en el aspecto táctico y dando rienda suelta a su velocidad en los contraataques eléctricos del Real Madrid. En el FC Barcelona muchos debieron recordar que por fichar a Douglas hace dos años y medio, el club decidió no abonar la cláusula de rescisión de este jugador que por entonces militaba en el Mallorca. La sensación de impotencia debe ser terrible.

Su gol queda desde ya en el museo de obras de arte que este joven atacante ha coleccionado desde que llegó al Real Madrid hace sólo 12 meses, junto a su primer gol en la Super Copa Europea ante el Sevilla el año pasado o su primer gol en liga ante la Real Sociedad también en el curso pasado.

Por eso todo lo que no sea ver a Marco Asensio saltar al campo como titular en la vuelta de la Super Copa sería una terrible injusticia con este chico que en muy poco tiempo ha sabido comerle la tostada a jugadores más que asentados en el equipo como los propios Gareth Bale y Karim Benzema.

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