Marcelo Bielsa no se quedó con los elogios a su Leeds: "Nunca estoy feliz cuando pierdo"

Marcelo Bielsa no se engaña, más allá de los encendidos reconocimientos que recibió su Leeds por haber obligado al campeón Liverpool a insistir hasta el final para conseguir un agónico triunfo por 4-3. Sabe que su equipo compitió con orgullo y reacciónó a tres desventajas en el debut en la Premier League, pero también es consciente de que la victoria del equipo de Jürguen Klopp fue merecida y que podría haberla conseguido sin tanto sufrimiento.

"Fue una derrota justa ante un rival difícil de neutralizar. En el segundo tiempo nos costó pasar la pelota de defensa a ataque, no creamos peligro. Si bien nuestro esfuerzo fue muy grande, no alcanzó para jugar un partido equilibrado, sobre todo en el segundo tiempo. Mantuvimos nuestro estilo, valoro la rebeldía, pero nos costó imponernos en muchos pasajes del partido", fue el análisis de Bielsa, que un par de veces reprendió a su nuevo traductor porque no hablaba lo suficientemente alto, como para que lo escuchara el periodista de la cadena Sky Sports que hacía las preguntas.

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Leeds ingresó en otra dimensión competitiva. Es cierto que no todos los rivales de la Premier tendrán el poderío de Liverpool, pero también es verdad que difícilmente pueda conservar los registros defensivos de la última Championship, cuando mantuvo la valla invicta en 22 cotejos y recibió 35 goles en 46 fechas (0,76 por encuentro).

Anfield Road fue el show del gol: 4-3

Por lo enfebrecido que había sido el partido, la derrota 4-3 de Leeds debía ser así, cuando casi no le quedaba tiempo para una nueva reacción, como las tres anteriores, en las que se repuso de sucesivas desventajas hasta llegar a un 3-3 que no dio respiro de principio a fin. En Anfield Road se jugó como si hubiera una multitud insuflando adrenalina a dos equipos que arrancaron con las turbinas a pleno. Liverpool y Leeds inauguraron la Premier dándole crédito al eslogan de que es la competencia más intensa y emotiva del planeta.

La caída, con dos penales cometidos por los nuevos refuerzos -el zaguero Koch y el delantero Rodrigo-, no le dejó a Marcelo Bielsa espacio para el consuelo por haber competido hasta el final contra el campeón. "Nunca estoy feliz cuando pierdo", respondió a la consulta sobre si estaba satisfecho por haberle plantado cara al poderoso equipo de Klopp.

Si bien nadie acepta una derrota de antemano, dejar los tres puntos ante Liverpool estaba dentro del presupuesto de la temporada de Leeds, que juega otro campeonato, el de la estabilidad y permanencia como recién ascendido. El primer año es el más arduo para los que vienen de la Championship. Con esta vara, para Leeds tiene un valor fundamental el partido del próximo sábado, por la segunda fecha, frente a Fulham, el tercer ascendido de la Championship, que este sábado tuvo un shock de la nueva realidad: Arsenal lo goleó por 3-0.

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El libro de pases está abierto hasta el 5 de octubre y desde la dirección directiva de Leeds informan que no están retirados del mercado, que siguen buscando refuerzos, para lo cual pueden destinar un monto aproximado a los 50 millones de euros.

Después de 16 años, o 5965 días para ser más exactos, Leeds volvió a la Premier y de entrada no lo pudo tener más complejo. Casi no había pasado la mitad de la cancha y a los dos minutos ya se metía en problemas por el penal que cometió Robin Koch al bloquear con el brazo un remate de Salah. Con nueve de los titulares de la campaña del ascenso, Bielsa debió recurrir a una pareja central que nunca había jugado. Koch llegó del Friburgo, de la Bundesliga, para reemplazar a Ben White, una de las figuras del curso pasado y de regreso a Brighton, que rechazó las ofertas de Leeds para comprar el pase. El otro zaguero, el capitán Liam Cooper, volvió lesionado del seleccionado de Escocia y su lugar lo ocupó Pascal Struijk, de 21 años y con sólo cinco partidos en la temporada pasada.

A la dupla central le costó sincronizar, tarea nada sencilla ante los movimientos de pivote de Firmino y las diagonales hacia adentro de Salah y Mané. Leeds respondía por cada gol recibido. El primer empate fue obra del extremo Jack Harrison -préstamo renovado a Manchester City-, que gambeteó a Alexander Arnold y Gómez y definió con un remate bajo. Koch volvió a quedar expuesto en el segundo gol: perdió la marca de Van Dijk en un córner. "Cuando se conceden goles que se podrían haber evitado se hace más difícil", expresó Bielsa, que en las dos temporadas en el ascenso sufrió varios tantos con la pelota detenida.

El fragor y el ritmo propiciaron errores que movieron constantemente el resultado. Del lado de Liverpool también hubo equivocaciones. El experto Van Dijk falló en un control y le dejó a Bamford la pelota para el empate 2-2. El encuentro era una locura, a los 33 minutos, Liverpool se puso 3-2 con un zurdazo imponente de Salah, que tomó un rechace de cabeza de Struijk.

Bielsa refrescó el ataque en la última media hora con los ingresos del centro-delantero Rodrigo, adquirido en 30 millones de euros a Valencia, y Tyler Roberts. A los pocos minutos llegó el 3-3, con un gol del polaco Klich, un mediocampista muy rendidor, valorado por Bielsa: "Es un jugador muy importante para el equipo. Tiene que defender de manera similar a Phillips y atacar como lo hace Pablo Hernández".

Quedaba 25 minutos, que parecían una eternidad por los vuelcos que había tenido el desarrollo. Liverpool se mostraba más amenazante, generaba más sensación de peligro cuando llegaba al área, pero Leeds no se achicaba. Quien debía estar más fresco y lúcido porque llevaba menos de media hora en el campo, cometió un penal de jugador con piernas pesadas. Rodrigo cruzó sin necesidad a Fabinho. Salah, infalible, puso el 4-3. Igual, Bielsa no cargó las tintas sobre Rodrigo: "La derrota no fue por el error de un jugador. Liverpool había tenido ocasiones antes del penal".

En la conferencia de prensa no había manera de que Bielsa se acoplara a los reconocimientos de los periodistas. Le consultaron si de acuerdo a los tres muy buenos goles que había anotado, el equipo había demostrado sus merecimientos para estar en la Premier. "Es demasiado pronto para decir si merecemos estar aquí", fue la escueta respuesta del Loco.

Pasó uno de los debuts más exigentes que Leeds podría haber tenido. No pudo evitar la derrota, pero ganó crédito en la cotizada Premier.