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Mar y sierras: Brasil, la tierra que adoptó a Jorge Sampaoli para curar sus heridas

Jorge Sampaoli empezó bien en Mineiro, con un título de campeón del estado de Minas Gerais.

SAN PABLO, Brasil.- Minutos después de ganar el Campeonato Mineiro, Jorge Sampaoli camina agitado, como casi siempre. Pasa entre sus jugadores, los felicita uno por uno y Guga, un joven lateral derecho, intenta empezar una "manteada" que no prospera debido a que el entrenador casildense repele al grupo defendiéndose con una toalla que usa a modo de látigo. Tras el intento fallido, los futbolistas vuelven, con refuerzos, por la revancha, y sorprenden al técnico que, cuando intenta reaccionar, ya está volando alto, invadiendo el espacio aéreo del estadio Governador Magalhães Pinto, más conocido como Mineirão. El menudo físico del "pelado" sube tenso y baja aliviado, casi como una pluma. Y le sobran motivos para eso.

Luego de imponerse 2 a 1 en el partido de ida ante Tombense, que disputa la Serie C (tercera división) del Campeonato Brasileño, Atlético Mineiro se quedó con su 45º título del estado de Minas Gerais al vencer por 1 a 0 el último domingo al mismo rival, en Belo Horizonte, con gol de Jair. Podría ser una estrella más, pero no lo fue y se notó en los festejos. Para el Galo se trató de volver a levantar la copa del estado tras tres años de sequía y en una edición del certamen diferente, ya que estuvo suspendido durante cuatro meses por la pandemia, y en la cual estuvo a un paso de ser eliminado.

En tanto, para Sergio Sette Cámara, presidente desde 2018, se trata de la constatación de que el proyecto de "un nuevo club" va por buen camino, ahora con éxitos deportivos tras el saneamiento económico. Por su parte, Sampaoli ganó su primer título en Brasil, cinco años después de su último éxito como técnico, cuando conquistó la Copa América 2015 con la selección de Chile, y tras la eliminación en octavos de final del Mundial de Rusia, en 2018, como entrenador de la Argentina. "Para mí es un orgullo estar en este país y conseguir un título. Estoy feliz por la conquista, la valoro muchísimo por el poco tiempo que llevamos en el club. Eso me llena de orgullo", dijo el santafesino en conferencia de prensa.

Con la partida de Jorge Jesús, que dejó la dirección técnica de Flamengo, con el cual ganó Copa Libertadores y el Campeonato Brasileño (entre otros torneos), para retornar a Benfica, de Portugal, el título de entrenador mejor considerado de Brasil quedó en manos de Sampaoli, quien llegó al país a comienzos de 2019 y tuvo un destacable desempeño con Santos, que le valió el subcampeonato nacional, apenas por detrás del imbatible elenco carioca de Gabigol, Rafinha, Bruno Henrique y compañía. "Fue un año muy feliz el de Santos, mi primer año en Brasil. Lamentablemente no conseguimos un título. El fútbol tiene esas cosas y hoy, con muy poco tiempo en Atlético, alcancé algo que tal vez merecí en Santos pero no conseguí", reflexionó el casildense.

En Brasil, Sampaoli parece haber encontrado un lugar con dos características que, a priori, son deseadas por todos los entrenadores: respeto y competitividad. A diferencia de su experiencia en Santos, donde le prometieron mucho y le cumplieron poco, Atlético Mineiro blindó al entrenador con un proyecto ambicioso y un plantel reforzado con inversiones que superan los 30 millones de dólares, fruto del vínculo entre el presidente Sette Cámara y el ingeniero Rubens Menin, que además de fanático y consejero del Galo es dueño de la empresa constructora MRV, que está financiando y dará nombre al nuevo estadio del club, el Arena MRV, con inauguración prevista para 2022.

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"¿De qué nos sirve la nueva cancha si no tenemos una hinchada entusiasmada con el equipo", fue la respuesta de Menin al explicar su aporte económico para las llegadas de Mariano (ex Sevilla y Galatasaray), el ecuatoriano Alan Franco (proveniente de Independiente del Valle) y el paraguayo Junior Alonso, ex defensor de Boca, por citar tres de los siete nombres que arribaron durante la pandemia.

La llegada de Sampaoli a Belo Horizonte se confirmó el 1 de marzo, gracias a los aportes de Menin, principalmente, y tras el despido del venezolano Rafael Dudamel, quien nunca llegó a hacer pie con el equipo albinegro. Sin perder tiempo, el técnico argentino se instaló en una casa dentro del condominio en el cual ya residió Ronaldinho Gaúcho durante su paso por Atlético Mineiro, ubicada en Lagoa Santa, en la región metropolitana de la capital mineira, donde suelen hospedarse la mayoría de los jugadores del plantel debido a la excelente calidad de vida que ofrece el lugar y a la cercanía con el centro de entrenamientos del club, Cidade do Galo, ubicado en Vespasiano.

El casildense es el décimo entrenador argentino que ha obtenido una copa en el fútbol de Brasil.

"Un león enjaulado"

Debido a la pandemia, el casildense apenas tuvo tiempo de debutar con un triunfo por 3 a 1 ante Villa Nova, por la novena fecha del Campeonato Mineiro. Tras ese partido, dirigió un par de entrenamientos y su trabajo fue interrumpido por el distanciamiento social obligatorio. Solo un puñado de días duró el encierro en el hogar que comparte con su esposa, Paula Valenzuela, y su hijo más pequeño, León, nacido en Brasil, en septiembre de 2019. "Intentamos que se quede en casa, pero está inquieto. Parece un león enjaulado", bromeó el presidente Sette Cámara cuando le preguntaron por el estado del nuevo técnico en cuarentena.

La geografía accidentada de Belo Horizonte, rodeada de sierras y a casi 900 metros sobre el nivel del mar, en nada se parece a las playas de Santos, en el litoral paulista, donde Sampaoli se ganó la simpatía de los hinchas del Peixe por circular en bicicleta, de bermuda y mochila, "como un santista más"; además, el santafesino pasaba sus momentos de ocio practicando deportes típicamente playeros, como el futevolei (futvoley) y el frescobol (paleta), y difícilmente se negaba a sacarse una selfie con quienes lo reconocían.

Si en Santos lo extrañan, en Belo Horizonte los atleticanos comienzan a venerarlo. Sin embargo, su vida social mineira parece un poco más reservada. Fuera del centro de entrenamientos del club, en Vespasiano, las únicas ocasiones en que los fanáticos pueden ver a Sampaoli, e incluso fotografiarlo, suelen ser sus paseos en familia, junto a Paula y el pequeño León, por la tranquila rambla de la Laguna Central, cerca de su casa, en Lagoa Santa, un espacio de recreación por excelencia para los habitantes de la ciudad que tiene poco menos de 62.000 habitantes y está a 35 kilómetros del centro de la capital del estado.

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La pandemia por el coronavirus les demostró a los dirigentes de Atlético Mineiro la intensidad de Sampaoli, quien apenas una semana después de comenzar el aislamiento preventivo ya estaba haciendo visitas periódicas al predio Cidade do Galo, vacío, para planificar los entrenamientos, analizar y monitorear jugadores, futuras contrataciones, entre otras tareas que dividía con su equipo, formado por Gabriel Andreata, gerente de fútbol, Jorge Alberto Desio (ayudante de campo), Pablo Fernández (preparador físico), Marco Fernández (preparador físico) y Diogo Meschine (analista de desempeño).

Debió esperar hasta finales de julio el casildense para volver a dirigir a su equipo. En la reanudación del Campeonato Mineiro empató contra América (1 a 1). Después, Atlético Mineiro se convirtió en una aplanadora ganando seis partidos consecutivos, tres por el estadual (dos ante América y uno frente a Patrocinense) y tres por el Brasileirão, ante el Flamengo que aún comandaba Jorge Jesús (1 a 0 en el Maracanã), Corinthians (lo dio vuelta para ganar por 3 a 2) y Ceará (2 a 0). Sin embargo, antes de las dos finales contra Tombense, el casildense sufrió sus dos primeros tropiezos por el torneo nacional. Primero, ante Botafogo, en Río de Janeiro (2-1), y después contra el Internacional de Eduardo Coudet, que actualmente lidera el certamen (0-1 en Porto Alegre). Pero Mineiro viene de golear en la noche del jueves nada menos que a San Pablo por 3-0. Sigue firme el envión de Sampaoli.

En contraste con la mala experiencia que tuvo en el seleccionado argentino, en Santos extrañan a Sampaoli y en Mineiro empiezan a venerarlo.

En su momento, a pesar de la seguidilla de derrotas, nadie puso en duda el trabajo de Sampaoli. Los jugadores, la dirigencia y los hinchas lo entendieron como parte de un proceso que apenas está comenzando y tiene como principal objetivo la conquista del Campeonato Brasileño, que terminará en febrero de 2021 y que Atlético Mineiro ganó solo una vez, en la primera edición de esta competencia, en 1971.

Los torcedores atleticanos lo ven como una oportunidad única, por el plantel reforzado, el cambio de entrenador en Flamengo y por el mal momento de su enemigo futbolístico, Cruzeiro, que está disputando su primera temporada en segunda división. "Sampaoli demuestra una energía que nuestro club estaba necesitando. Él siempre quiere hacer más goles, ir para adelante, no importa si el partido ya está liquidado", dijo Daniel Rosa, de 33 años, belo-horizontino e hincha fanático del Galo. "Aún con los cuatro meses de interrupción por la pandemia, el equipo volvió muy ofensivo; esa postura agresiva no la veíamos desde cuando ganamos la Copa Libertadores, en 2013. La forma de jugar de Sampaoli se identifica mucho con el espíritu de Atlético Mineiro, nos recuerda el estilo de los equipos que tuvimos en las décadas de los setentas y los ochentas", agregó.

"Nos acostumbramos a que lo amonesten casi siempre"

Los jugadores parecen estar en sintonía con lo que pregona el casildense, a pesar de su histrionismo, que lo convierte en el integrante del plantel más amonestado del Brasileirão (dos amarillas). "Ya nos acostumbramos a los insultos en español y a que lo amonesten casi siempre", bromeó Réver, defensor y capitán del equipo, que volvió a su mejor forma de la mano de Sampaoli. "Es muy gratificante trabajar con él, cada día entendemos mejor lo que pretende y eso está comenzando a traducirse en resultados. Lo que entrenamos realmente se ve después en el campo, y es una virtud del técnico ser tan claro en su mensaje", agregó el futbolista de 35 años que estuvo en el plantel campeón de la Libertadores, en 2013.

A pesar de contar con un plantel de jerarquía, Sampaoli mantiene conversaciones a diario con Alexandre Mattos, Director de Fútbol de Atlético Mineiro, para definir las próximas contrataciones del equipo ya que, según entiende, aún existen "muchas carencias". "El presidente y toda la dirigencia saben las necesidades que tenemos. Pero nosotros seguimos con nuestra tarea de hacer del plantel que tenemos un equipo lo más preciso posible", dijo el técnico argentino poco antes de levantar el título mineiro.

La exigencia que le impone a sus dirigidos es la característica que más se destaca en Jorge Sampaoli. Del primer equipo que armó, en su debut ante Villa Nova, apenas cuatro estuvieron en la alineación titular que se consagró campeón estadual. "Sé que los exijo mucho. Pero ese es mi compromiso para que ellos mejoren. Sé también que ese compromiso muchas veces genera tensiones, pero existe un respeto mutuo y ellos entienden que lo único que pretendo es ayudarlos", sostuvo Sampaoli sobre su método, tras alcanzar su primera estrella en el país que le dio la oportunidad de renacer.

Algo personal

9 títulos Jorge Sampaoli como entrenador: 3 veces campeón de la Liga Casildense (1996 con Belgrano de Arequito, 1999 y 2000 con Aprendices Casildences), 3 veces campeón de Chile (Clausura 2011, Apertura 2011 y 2012 en Universidad de Chile), campeón de la Copa Sudamericana (2011, con Universidad de Chile), campeón de la Copa América (2015, con la selección chilena) y del Campeonato Mineiro (2020, en Atlético Mineiro).

Sampaoli es el 10º DT argentino campeón que conquistó un trofeo en Brasil

Valentín Navamuel: campeón pernambucano con Sport Recife 1942 y 1943.

Carlos Volante: Campeón gaúcho en Internacional en 1947 y 1948; Campeón Bahíano con Vitória en 1953 y 1955; Campeón de la Taça Brasil con Bahía en 1959.

Alfredo González: campeón gaúcho en Internacional en 1950; campeón pernambucano con Santa Cruz en 1957; campeón pernambucano con Náutico en 1963; campeón carioca con Bangú en 1966.

Jim López: campeón del Torneo Río-São Paulo en Portuguesa, en 1952; campeón paulista con Sao Paulo en 1953.

Dante Bianchi: campeón pernambucano en Sport Recife en 1956 y 1958.

Juan Celly: campeón sergipano con Sergipe, en 1964.

Filpo Núñez: campeón del Torneo Río-São Paulo en Palmeiras en 1965.

Armando Renganeschi: campeón carioca en Flamengo en 1965; campeón paranaense con Coritiba en 1974.

José Poy: campeón paulista con São Paulo en 1975.

Jorge Sampaoli: campeón mineiro con Atlético Mineiro en 2020.