Tensión alrededor de Luka Doncic: una renovación de 200 millones de dólares y una piedra en el camino

Decir que Luka Doncic nunca ha sido un jugador convencional es algo que debería tener claro todo el mundo a estas alturas. El esloveno formado en el Real Madrid y que dominó en el baloncesto europeo antes de dar el salto a la NBA ha llegado a Estados Unidos para hacer suya la Liga. Sí, tal cual. Y después de sus primeras tres temporadas, más todavía. Sus logros individuales le permitirán firmar un megacontrato con los Dallas Mavericks… aunque una piedra en el zapato podría trastocar los planes de futuro del jugador y la franquicia.

La próxima campaña, la 2021-22, será la cuarta de Luka Doncic en la NBA. Pero ya antes, este mismo verano, podrá firmar una extensión de su contrato de rookie. Algo que al haber sido seleccionado dos campañas en el quinteto ideal de la temporada (incluido este curso) le da opción a poner su rúbrica en un acuerdo de más de 200 millones de dólares por cinco años, que empezaría a contar en 2022-23.

La distribución de este contrato sería según lo estipulado para un jugador elegido en el puesto número 3 del draft (en su caso de 2018). El primer año se embolsaría 34.7 millones de dólares y su salario iría en aumento paulatino hasta los 45.9 millones en el quinto año, para un total de 201.5 millones. Estaríamos hablando del 30% de la masa salarial de los Mavs. Luka Doncic ya declaró tras la eliminación de Dallas en los Playoffs 2021 que no tenía otra intención que no fuese la de seguir en el conjunto texano… pero antes tendrá que salvar un obstáculo que se llama Harabalos Voulgaris y podría complicarlo todo.

Cuando no le caes bien al amigo del jefe

Mark Cuban fichó a Voulgaris como director de desarrollo e investigación cuantitativa en 2018. Un cargo de lo más difuso, basado en la estadística y la analítica avanzada, pero con mucho peso en las decisiones del díscolo propietario de los Dallas Mavericks. Dicho de otro modo, Cuban confía plenamente en el olfato para los negocios de Harabalos, normalmente cimentado en una serie de cálculos y algoritmos que le han servido para ganar auténticas millonadas en las apuestas deportivas y los torneos de póker, pero que están bajo sospecha en el mundo del deporte. ¿Quiere decir esto que Doncic no cumple con la ‘investigación cuantitativa’? No, en absoluto. Simplemente la relación entre Luka y Voulgaris nunca ha sido buena, han discutido durante partidos y se han hecho reproches públicos. El directivo mira con lupa lo que se gasta en el jugador y podría malmeter a Cuban.

Los Angeles, CA - June 06:  Dallas Mavericks owner Mark Cuban shakes hands with Luka Doncic #77 of the Dallas Mavericks after defeating the Dallas Mavericks 126-111 during game seven of the Western Conference First Round NBA Playoff basketball game at the Staples Center in Los Angeles on Sunday, June 6, 2021. LA Clippers won 126-111 to advance to the second round. (Photo by Keith Birmingham/MediaNews Group/Pasadena Star-News via Getty Images)
El propietario de los Dallas Mavercisk, Mark Cuban, saluda a Luka Doncic tras un partido. Foto: Keith Birmingham/MediaNews Group/Pasadena Star-News via Getty Images.

Según apuntan en The Athletic, “la extensión de contrato de Doncic con los Mavs no está en un punto crítico, pero podría complicarse”. Dos nombres de peso en la información NBA como Tim Cato y Sam Amick apuntan en la misma dirección: Luka y Harabalos no se soportan. Algo que no debe tomarse a la ligera cuando las cuentas de Voulgaris son claves a la hora de materializar traspasos, renovaciones o fichajes de los Mavs. Incluso se filtró a los medios que el hombre de confianza de Cuban pidió tener voz y voto en alineaciones y rotaciones y la negativa del entrenador Rick Carlisle le puso de patitas en la calle.

Cuando el amigo del jefe tiene demasiado poder

El poder dado a Voulgaris no ha hecho mucha gracia a miembros del cuerpo técnico y jugadores de los Dallas Mavericks, así como a sus agentes y representantes. Uno de los más molestos, efectivamente, es Luka Doncic. Mientras tanto, Cuban le ha defendido constante durante una de las temporadas más decepcionantes de la franquicia. “Me gusta mucho lo que aporta al equipo. Hace un gran trabajo de apoyo a Rick Carlisle y nuestros ejecutivos con el enfoque único que tiene de las estadísticas y los datos. Tiene un don para entender la inteligencia artificial y cómo se crean ventajas gracias a ella”, explicó en su momento el propietario de los Cavs, que a final de dicha campaña ha despedido al entrenador por no haber pasado de primera ronda de playoffs.

¿Recomendó Voulgaris a Cuban que despidiese al técnico? ¿Demostró Harabalos al propietario de los Mavs que el sistema de Carlisle no era el culpable del trompazo del equipo? ¿Pagó el entrenador su osadía de no seguir al pie de la letra los consejos del gurú de los datos? Si Cuban no lo dice, nunca se sabrá, pero lo que está claro es que Voulgaris acaba ahora su contrato con la franquicia y ser renovado será sinónimo de que el propietario del conjunto texano se sigue fiando de él. Será sinónimo también de lo duras o no que puedan ponerse las negociaciones con la extensión de contrato de un Luka Doncic que si no cobra el máximo será una auténtica locura.

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