Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Qué podrías fichar o comprar en el mundo del deporte si te toca el Gordo del Sorteo de Navidad

Niñas del colegio de San Ildefonso extrayendo bolas durante el sorteo de lotería de Navidad de 2019.
Niñas de San Ildefonso durante el sorteo de 2019. Foto: Óscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images.

¡Cuatro milloneees de eeeeurooos! Seguro que tienes la melodía grabada en tu mente. Y seguro que has soñado con que los niños del Colegio de San Ildefonso de Madrid la cantan justo después del número que estás jugando. Todos en España, y no pocos extranjeros, tenemos el mismo pensamiento cada año el 22 de diciembre: ojalá nos tocara el Gordo y nos lleváramos el premio máximo del Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional.

¿Qué podrías hacer si te tocaran esos cuatro millones (porque vamos a suponer que no llevas solo un décimo, sino que te has estirado y tienes un billete entero)? Seguro que, como se suele decir, tienes “muchos agujeros que tapar”, pero vamos a ponernos en un escenario optimista y dar por hecho que puedes dedicarlo todo a darte algún capricho. Además, si estás leyendo esta sección de Yahoo podemos dar por hecho que tienes cierto interés en el mundo de la competición y el ejercicio físico. Así que ¿qué podrías hacer con el premio que tuviera relación con el deporte?

Lo primero que harías no es una opción, sino una obligación. Porque tendrías que pagarle a Hacienda la parte correspondiente, que según la legislación actual es el 20 % de todo lo que sobrepase el mínimo exento de 40.000 euros (en este caso, 360.000 euros; es decir, que las arcas públicas se quedan con 72.000 euros de cada décimo). Una faena, vale, pero con algo hay que pagar las carreteras, los colegios y los hospitales. Esto significa que por cada décimo, en vez de 400.000, te llevas 328.000 euros. Como tienes un billete entero, la multiplicación es fácil: 3.280.000 euros para tu bolsillo. Sigue siendo una cifra más que respetable.

Bien, entonces ¿qué se puede hacer en el deporte con 3.280.000 euros? Puedes ponerte a jugar al PC Fútbol en el mundo real y hacerte cargo de un equipo profesional. Lamentablemente, no podrás empezar ni en Primera División ni en Segunda, porque el presupuesto (léase “límite salarial”) más bajo de la categoría de plata se te va a los 4,43 millones de la Ponferradina. Pero sí que te llega para alguno de los equipos punteros de Segunda B, como el Racing de Santander (unos tres millones), la Cultural Leonesa, el Recreativo de Huelva (ambos en torno a los dos millones y medio) o el Hércules de Alicante (aproximadamente dos millones).

¿Que no quieres gestionar, sino directamente comprarte un equipo? Lo tienes más difícil, entre otras cosas porque no hay forma de saber cuánto tendrías que pagar: por ahora ningún club de fútbol español cotiza en bolsa, de manera que para la gran mayoría de los clubes no disponemos de datos fiables sobre el precio de una acción. Por poner un ejemplo, sabemos que en la última ampliación de capital del Atlético de Madrid se metió el magnate israelí Idan Ofer pagando 78 euros por cada título de propiedad. Si tú te animaras a hacer lo mismo podrías permitirte algo más de 42.000 acciones. Que parecen mucho, pero en porcentaje sobre el total es una cantidad muy escasa que no te daría ningún poder de decisión. Pero oye, podrías decir que parte de tu equipo favorito es tuya...

Quizás el equipo ya lo tengas y lo que quieras es fichar una gran estrella al grupo de amigos con el que juegas las pachangas de tu barrio. Si nos fiamos de los valores de mercado de Transfermarkt, una de las webs de referencia en este sector, podrías incorporar algún que otro jugador interesante. Del Barça te podrías llevar al jovencísimo y semidesconocido mediocentro brasileño Matheus Fernandes. Del Real Madrid, al portero suplente Andriy Lunin. Para Ivan Saponjic, el casi inédito delantero serbio del Atlético, te llega más que de sobra (está valorado en 1,2 millones).

Jesús Navas y Joaquín luchando por un balón durante un partido.
El sevillista Jesús Navas y el bético Joaquín durante un partido de liga. El valor de mercado actual de ambos entra en tu presupuesto de ganador de la lotería. Foto: Eric Verhoeven/Soccrates/Getty Images.

Hay otros jugadores muy interesantes en tu presupuesto, muchos de ellos ya veteranos pero seguro que al nivel suficiente para tus necesidades. En la lista destacan los sevillistas Jesús Navas y Aleix Vidal, el lateral de la Real Sociedad Nacho Monreal, varios jugadores del Villarreal como Jaume Costa, Raúl Albiol, Carlos Bacca o el prometedor delantero Fer Niño, Óscar de Marcos del Athletic, los béticos Joaquín, Claudio Bravo o Andrés Guardado del Betis, Nolito del Celta, Roberto Soldado y Jorge Molina del Granada, John Guidetti del Alavés, Adrián de Osasuna, y muchísimos más. Cómo les convences para que firmen el contrato y cómo les pagas el sueldo después ya es cosa tuya.

Todo esto hablando de fútbol, por supuesto. Si te diera por otro deporte de equipo lo tendrías mucho, muchísimo más fácil. Con los tres millones y pico podrías cubrir sin problemas, y sobrándote un buen pellizco, el presupuesto de equipos de élite del baloncesto nacional como por ejemplo el Manresa. En cuanto al balonmano, con la única excepción del Barcelona, con este dinero podrías hacerte sin problemas con el control de cualquier otro club de la liga ASOBAL. De hecho, les harías un gran favor, porque a una situación ya de por sí difícil en lo económico están sumando las consecuencias de la crisis del coronavirus.

Dejemos de jugar a ser directivo y saquemos el lado hincha que todos tenemos. Si algún jugador es tu ídolo, puedes comprarte su camiseta. Si algún jugador es tu ídolo pero además te ha tocado la lotería, puedes comprarte muchas camisetas suyas. Muchísimas. Tantas como 31.200 elásticas azulgranas de Messi (a 104,99 € cada una según la tienda oficial) o 26.600 zamarras blancas de Sergio Ramos (un poco más caras, 122,95 €, porque incluye los parches oficiales de la Champions). Si haces la cuenta verás que la cifra no es exacta, todavía te sobra un poco de dinero... que te hará falta para hacerte el armario a medida necesario para almacenar tanta tela.

Quizás te sientas generoso y, en vez de comprarte cosas para ti, te pueda la solidaridad y decidas invertir para que otra gente pueda hacer deporte. Hay muchas escuelas y asociaciones de base que estarían encantadas de recibir material de máxima calidad para que los chavales que están aprendiendo puedan practicar con todas las garantías. Así, te llegaría para comprar 24.200 balones Puma como los oficiales que se usan en La Liga, a 135 euros cada pelota. O 9370 pares de zapatillas de baloncesto Nike Adapt BB 2.0, que cuestan 350 euros. O bien 27.600 lotes de cinta, varilla y enganche para gimnasia rítmica de la marca Sasaki, que en conjunto ascienden a 118,5 euros. Y luego donárselo a la entidad que te parezca oportuno, que seguro que lo recibe con cariño y te lo agradece eternamente.

¿Tu filantropía va más allá? Construye esas instalaciones que tanto tiempo lleva necesitando tu pueblo. Te gastarás más o menos en función del aforo que tengan las gradas, pero para que te hagas una idea aproximada, este mismo verano el Villarreal CF regaló a su ciudad un pabellón con pista polideportiva de 1.600 m² y capacidad para 150 espectadores gastándose 1,7 millones. Casi puedes permitirte hacer dos... o uno el doble de grande.

Coche de Fórmula 3 recorriendo el circuito de Jerez.
Con el dinero de la lotería (y mucho, mucho talento) puedes permitirte competir dos años en la Fórmula 3. Foto: Joe Portlock - Formula 1/Formula 1 via Getty Images.

Y sí, todo esto de la solidaridad y el amor al prójimo está muy bien. Pero es tu dinero y a lo mejor prefieres dedicarlo íntegramente a tu propio placer y disfrute. No seremos nosotros quienes juzguemos tus prioridades éticas y morales, pero sí podemos darte alguna sugerencia de deporte que te podrías dar el lujo de practicar. Toto Wolff, el director del equipo Mercedes de Fórmula 1, estimó que te harán falta tres millones de euros (y mucho, muchísimo talento, porque si eres torpe te tocará desembolsar bastante más) para ir progresando en el automovilismo de velocidad, empezando desde los karts y pasando por varias categorías intermedias, y completar dos temporadas en Fórmula 3, prácticamente lo mínimo que necesitas para entrar en F2 (el penúltimo escalón antes de la élite). Si quieres ir más allá, el gasto se dispara, aunque probablemente encuentres patrocinadores que te ayuden a progresar.

¿O simplemente quieres el coche para conducirlo por tu cuenta sin necesidad de competir en carreras? Si pagas lo suficiente, puedes comprarte tu propio monoplaza de Fórmula 1; naturalmente, hablamos de modelos de temporadas anteriores, que ya no estén en uso, porque uno actual, para empezar, no está a la venta, y además costaría mucho más de lo que tu lotería se podría permitir. Existen páginas especializadas tanto de venta directa como de subastas, y el precio concreto depende de muchos factores (equipo y piloto que lo usó, año de fabricación, estado de conservación, cuánta gente está pujando, etcétera), pero la revista Luxify calcula que un modelo con motor incluido y que funcione puede suponerte un desembolso mínimo de dos millones de dólares. El pico que te sobra te vendrá bien para cosas como el seguro, el combustible, el mantenimiento y, si no tuvieras, el garaje adecuado.

Hay muchas (demasiadas) formas de derrochar

Quizás te puedas plantear participar en el que se considera uno de los deportes más caros del mundo: las carreras de helicópteros. En la Copa del Mundo disputada el año pasado en Rusia los pilotos tenían dos opciones, para ir en igualdad de condiciones y que lo que se valorara no fuera la potencia del aparato sino su pericia a los mandos: o bien antiguos modelos Mi-2 (una máquina de fabricación polaca ya descatalogada muy común en los países del antiguo bloque comunista) o bien los más modernos Robinson R-44 estadounidenses, que se siguen produciendo a un coste de poco más de 500.000 dólares la unidad. Que parece (comparativamente) poco, pero súmale el combustible, el equipamiento de protección y, sobre todo, los muchos cursos y horas de vuelo necesarios para manejarlo con seguridad. Porque queremos que te diviertas, no que tengas un accidente. Con tu lotería vas a ir justito.

Otra posibilidad es que te dé por los deportes de invierno. Pero no por el esquí o el snowboard, que se han vuelto muy populares y ya los practica cualquiera. Si quieres exprimir al máximo tus tres millones y pico, lánzate a por algo más grande. Y lo de lanzarse es literal, porque te proponemos dos opciones que te harán deslizarte a velocidades vertiginosas. Por un lado, los saltos de esquí; requieren un material caro aunque relativamente asequible (los esquíes específicos para esta disciplina pueden costar 2.500 euros), pero el coste se dispara teniendo en cuenta factores como los entrenamientos necesarios, los viajes y, sobre todo, el seguro de accidentes. Teniendo en cuenta que se alcanzan distancias de vuelo de más de un centenar de metros a velocidades cercanas a los 100 kilómetros por hora con un casco como toda protección, es normal que las pólizas sean multimillonarias.

La otra opción es el bobsled: deslizarte en un trineo gigante por un tobogán congelado. Que dicho así no parece tan impresionante, pero como el objetivo de este deporte es completar el descenso en el menor tiempo posible, hay que procurar que el vehículo tenga unas cualidades de diseño y aerodinámica comparables a las de los coches de carreras de más alta gama, para arañar hasta la última centésima de segundo. Los que se usan en los Juegos Olímpicos pueden costar a partir de 50.000 euros. Que no parece mucho para tu lotería, pero entra en juego otro pequeño inconveniente: en todo el mundo existe un total de 14 pistas homologadas. Aunque la mayoría de ellas ofrecen “tiradas de prueba” para turistas y curiosos a precios asequibles, si quieres tomártelo en serio deberás reservar jornadas enteras, con el precio que eso supone... además de transportar tu trineo hasta el lugar correspondiente, que teniendo en cuenta que se trata de aparatos que, según el reglamento, miden (en su versión de cuatro tripulantes) 3,80 metros de largo y pesan un mínimo de 210 kilos, tampoco es nada barato. A poco que repitas unas cuantas veces, poco a poco el premio se te irá desangrando. También tienes la opción de fundirte todo tu presupuesto de una sola vez y construirte tu propia pista, claro.

Y si todo esto de la actividad física te da mucha pereza y prefieres colaborar sin moverte de tu sofá... bueno, hay otras opciones más socorridas y menos cansadas. Quizás te interese recurrir a los juegos de azar, a ver si eres capaz de multiplicar tus ganancias. No nos meteremos en el escabroso mundo de las apuestas, porque cada competición tiene sus cuotas y sus mil variables. Quedémonos con la Quiniela y su coste fijo de 0,75 euros por apuesta, que te permitiría rellenar 4.373.333 columnas. Si optas por meter combinaciones múltiples, la opción autorizada que permite más apuestas de una sola vez es la de siete dobles y cinco triples (algo más de 30.000 apuestas en una sola columna), que te costará 23.328 euros. Es decir, que podrás jugar esta opción hasta 140 veces. Mal se te tendría que dar para no llevarte el pleno al quince en alguna de ellas. ¿Que vas a cobrar menos dinero del que te dejes apostando? Eso son detalles secundarios, no seamos tan exigentes.

También puedes dedicarte, por ejemplo, a abonar tú las multas que les pongan a los distintos jugadores y equipos por los trapicheos que vayan haciendo. Por poner un ejemplo, te llegaría para pagar 10.930 veces la sanción de 300 euros que le cayó al Barça por iniciar contactos con Griezmann cuando tenía todavía contrato en vigor con el Atlético de Madrid. O sufragarle hasta 20 veces a Marcelo el castigo de 157.500 euros que recibió por conducir sin puntos en el carnet el pasado marzo, justo antes de que empezara el confinamiento por el coronavirus. O nueve veces la pena de 350.000 euros que se le impuso al propio Atleti por “incumplimiento de los controles de acceso” a su estadio después de varios meses jugando a puerta cerrada. Los afectados te lo agradecerán, sin duda... pero si fomentas que reincidan en el delito, quedará en tu conciencia. Así que, gastes en lo que gastes tu premio, elige sabiamente.

Más historias que te pueden interesar: